Reconocimiento a las figuras del toreo en la Gala Cultural Taurina
Ortega Martín Corral, el ángel de la guarda de los toreros: "Los antitaurinos son melindres y mindundis"
El doctor Ortega Martín Corral tiene desde hace 40 años las llaves de la enfermería de La Glorieta (Salamanca). Sus paredes han sido testigos de las gravísimas cogidas atendidas con un lema por bandera "primero operar, después trasladar", quizás sea éste el éxito de su cirugía de urgencia.
Bisturí, bata, gorro, guantes y silencio... nos invita a entrar en una de las salas de operaciones del Hospital de la Santísima Trinidad en Salamanca el doctor Luis Ortega Martín Corral, hoy toca hablar de toros y cogidas graves, la cosa se pone seria. Profesionalidad, seriedad y amabilidad a partes iguales son las características del 'ángel de la guarda' de los toreros, él junto con su equipo tienen las llaves de la enfermería de La Glorieta desde hace ya más de 40 años.
Corral vigila cada tarde desde el burladero 6 todos y cada uno de los pases de los diestros, pero confiesa que no lo hace como profesional sino como aficionado. "Veo las corridas como aficionado y luego cómo medico. Soy vago de profesión. Quiero ir a los toros como espectador, no quiero trabajar, pero si tengo que hacerlo, mis conocimientos en cirugía de urgencia me permitirán actuar sin problemas".
El planteamiento de una lesión de un hospital a una plaza es totalmente "distinto", explica. "Los despegues del avión son muy diferentes", compara, "en el hospital se despega poco a poco, en la enfemería de la plaza se hace en vertical", por eso ahonda un poco más y deja muy claro que es muy importante "operar y luego trasladar, más aún cuando ya hemos visto más o menos la trayectoria de la cornada".
Conoce el oficio como el mejor de los críticos y respeta a los antitaurinos "respestuosos. Miguel de Cervantes era antitaurino pero hay que fijarse en su nivel intelectual y no los mindundis y milindres que hoy en día están pagados por otros intereses".
-¿Cuántos años lleva altendiendo cornadas en La Glorieta?
-"Me inicié siendo ayudante del profesor Joaquín Montero en el año 1973. Por decirlo así, era el último de la fila y al cabo de unos años me encontré en otras enfermerías como Ciudad Rodrigo, Macotera, Peñaranda, Zamora...".
-¿Quiénes conforman su equipo?
-"Dos cirujanos, un cirujano vascular, dos anestesistas y una enfermera instrumentista. Tenemos suficientes personas para operar en la enfermería de la plaza de toros de Salamanca y operar en los dos quirófanos a la vez, de hecho en alguna ocasión así ha acontecido. Los medios son buenos e insisto, nunca jamás ninguna empresa me ha cortapisado en medios, yo he pedido y se me ha dado. También es cierto, que todos los heridos siempre han sido operados en la misma enfermería para pasar a postoperatorio, unas veces al Clínico y otras a la Santísima Trinidad, como ocurrió hace dos años con Perera".
-¿La actitud médica qué se toma en la enfermería es distinta a la de una plaza?
-"El planteamiento es totalmente distinto porque el hospital es como un despegue en un aeropuerto, poco a poco... se hace un estudio radiológico, una analítica, se sabe que va a llegar el enfermo, lo que se va a hacer, pero en una plaza de toros la cosa cambia. Es volar desde un portaaviones, en un momento se da la señal de alarma y se despega en vertical. Cada uno sabe lo que tiene que hacer y que lugar va a ocupar. Se hace una valoración del paciente... el anestesista seda, se le explora, etcétera. Es empezar a ver la corrida desde un burladero, y muy importante, viendo la cogida, con lo cual, ya sabemos más o menos el mecanismo de acción del pitón sobre el torero, y de esa manera empezamos a operar".
-¿Cómo ve las corridas el doctor Ortega?, ¿cómo aficionado o cómo médico?
-"Yo la veo como aficionado y luego cómo medico. Soy vago de profesión. Quiero ir a los toros como espectador, no quiero trabajar, pero si tengo que hacerlo seré como los aviones Harry, a despegar en vertical. ¿Por qué digo esto? porque estoy seguro de lo que voy hacer. Voy a los toros porque me gustan, es mi afición. Tengo una formación gracias a mis maestros y si en un momento dado tengo que operar también lo disfruto, me gusta la cirugía en general, pero me gusta mucho más la de urgencia porque es un examen constante de temas que desde hace tiempo no lees ni practicas, e insisto tengo un equipo útil y responsable".
-¿Ha salvado la vida de muchos toreros en la plaza?
-"El término salvar la vida creo que es un exceso. He tratado todas las lesiones que me han llegado con unos resultados óptimos. ¿Salvar vidas?, así a voz de pronto, diría cuatro o cinco: Ramiro, una rotura de la ilíaca en Zamora, El Contra, una desinsercción de la arteria meséntrica inferior, El Macotera, se le resolvió y a los cuatro meses se mató en un accidente de tráfico, una herida pericárcica en Ciudad Rodrigo, una herida pulmomnar también en Ciudad Rodrigo y algunas otras más. La de Perera era grave pero se resolvió. Es muy importante no olvidar a aquella otra gente del mundo del toro, los que hacen recortes, encierran, apartan, se encaran en una pelea de toros en el campo sin nada preparado...".
Doctor Martín Corral en los quirófanos de la Santísima Trinidad (Foto: T. Navarro)
-Hemos visto cogidas tan graves como la de Paquirri, Víctor Barrio, Fandiño... ¿Cómo las atajaría?
-"Conozco al cirujano de Paquirri, es bueno y útil. Hubo muchas circunstancias intermedias, yo todavía sigo peleándome para que se opere en las plazas de toros, primero operar y luego trasladar, no se pueden invertir los términos. Es posible que las lesiones condicionen, es decir, a una persona a lo mejor hay que amputarle la pierna, pero primero se opera, se le resuelve la vida y luego ya vendrá todo lo demás. Hay lesiones que por la gravedad no pueden salvarse, pero se ha peleado en la enfermería. Víctor Barrio murió y hay que decir que la cirujana estuvo muy bien, de hecho, corrí para felicitarla y decir que estaba con ella aunque no hubiera sido un éxito. El torero es el único actor al cuál le ocurren las cosas de verdad y la verdad del toreo es la muerte, si detrás del toreo no hubiera muerte esto sería un teatro, no sería arte trágico donde va la vida".
-El equipo médico que trabaja en la plaza, ¿se prepara de algún modo para actuar?
-"No. El equipo lleva conmigo más de 35 años. No tenemos ningún problema".
-Como aficionado, ¿qué le parece la sustitución de Morante y Manzanares por Cayetano y Ferrera en la Feria Taurina de Salamanca 2017?
-"Si alguien observa el burladero de médicos, si la faena es buena nadie saca pañuelos. El público hace lo que quiera, nosotros estamos como aficionados pero también como trabajadores. Con respecto a los carteles, quien mejor lo puede decir es la empresa. Ferrera está haciendo una buena temporada y Cayetano está muy bien".
-¿Qué piensa de los antitaurinos?
-"El 19 de agosto del pasado año di un pregón en las ferias de Almería. Antitaurinos eran Unamuno, Ramón y Cajal, etcétera pero hay que fijarse en el nivel intelectual de estas personas y no los mindundis y melindres actuales pagados por otros intereses. Yo entiendo al antitaurino que con buena voluntad trata de defender al toro, pero le voy a hacer una contra, si la tauromaquia no existiese el toro no existiría. Nadie consigue tener 550 kilos en el mejor de los casos, cebándolos cuatro años por lo menos. Las dehesas, los cortijos... no existirían. ¿Cuánto dinero proporcionan los toros? camiones, servicios, transportes, fábricas de pienso, puestos de trabajo, sastres, fiestas, teatros...".
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