Vistió la camiseta de la UDS en 348 encuentros, el jugador que más partidos la defendió
Unionistas se retira de la partida con la cabeza alta: jugó sus cartas, ganó la batalla, pero no la guerra
Con los mismos puntos que el Celta y uno menos que la UD Logroñés. Unionistas de Salamanca rozó con los dedos el play off, hizo los deberes, pero los resultados en otros estadios no fueron favorables. Aún así, meritorio séptimo puesto.
Qué bonito es jugar con la sensación de ser grande, ante un grande y tener la oportunidad de agrandar tu leyenda. Suena redundante, pero qué bonito. La afición con el aliciente de cariño vivido esta semana se desplazó de manera masiva hasta la ciudad gallega cambiando el azul y el blanco por el negro y el blanco. De hecho, desde la esquina de uno de los córners donde defendía Unionistas se escuchaba el cántico incansable de los aficionados salmantinos. Todo el partido, de principio a fin y sin pausas. De hecho, uno de los momentos más emotivos del encuentro se vivió en las gradas cuando en el minuto 23 prácticamente la totalidad del estadio alzó bufandas en honor a la exinta Unión Deportiva Salamanca. Mientras los de Unionistas cantaban, los del Depor aplaudían.
Riazor, estadio grande y eso se notó. Luis Ayllón comenzó el encuentro con el habitual 4-4-2 que ha marcado el devenir de la temporada de Unionistas. Con Ramiro y Piña de pareja de centrales, junto a Manu Sánchez y José Salinas en los laterales, y Luis Acosta y Mandi en el centro del campo. Las bandas eran para los 'pequeños', para Íñigo Muñoz y Cris Montes, junto a De Miguel y Pablo Espina arriba.
Con ellos y con un banquillo cargado de energía, el encuentro tuvo un inicio un tanto renqueante. No había un dueño del balón y la necesidad de guardar energía de los de Luis Ayllón se notaba, en un campo tan grande y al que el conjunto de rojo está poco habituado, tocaba ser inteligente. Desgastarse, pero con previsiones de hacerlo hasta el final. De hecho, en las transiciones se ejemplificaba como los de Borja Jiménez llegaban en apenas tres pases, haciéndose los huecos más notables y grandes.
La primera llegada al área fue de Unionistas de Salamanca, Cris Montes por banda derecha se internó en el área, pero el pase a Espina atrás fue atrapado por la defensa gallega. Pese a que parecía que el control recaía en mayor medida para el conjunto de Borja Jiménez, Unionistas adelantó su presión y consiguió establecer por minutos su juego. Tocó, pero sin llegar de manera clara. Atrás, gran labor de la defensa charra con un (como siempre) inigualable Acosta, que sirve de apoyo por y para todo el que lo necesite. Asimismo, a resaltar el esfuerzo tanto de Pablo Espina como de De Miguel que forzaron pases en largo tanto del guardameta local como de los centrales en la salida de balón.
Ahora, lo que paa Unionistas parecía un mundo, el Depor lo hacía demasiado fácil. Desde la banda derecha, la puso Doncel y Piña envió a córner. Parecida la tuvo minutos más tarde, también desde banda derecha y a pierna cambiada, el extremo del equipo gallego la puso para el salto de Mario que cabeceó a la zona central de la portería con la magnífica y salvadora intervención de De la Cruz. Esta fue la más clara de los locales, pero Unionistas tuvo hasta tres en la primera mitad. Se perdonó y ello podría costar caro a posteriori. En el minuto 15 la puso desde banda izquierda, José Salinas al primer palo para que De Miguel se revolviera en el área pequeña, el rechace llegó a Íñigo que remató, directamente contra el cuerpo del defensa.
La segunda y la tercera fueron seguidas y cuando el ritmo de partido había bajado notablemente, rozando el final de la primera parte. Primero lo intentó Espina, desde el pico del área, rebotando el balón en el palo y después fue de Miguel en el rechace el que lo intentó para la parada del guardameta del conjunto gallego. Unionistas así, demostró que tenía carga para más. Al descanso, los resultados en el resto de campos eran favorables, todavía quedaba mucho, pero con un tanto del equipo charro, habría play off.
El corazón en la segunda parte de cualquier aficionado debía ir a mil por hora. Pese al cansancio, pese al calor, pese a todo... llegó el gol charro después de que el larguero, en esta ocasión, apareciera en favor de Unionistas en un disparo de Mario. En el minuto 67 llegó el respiro y la esperanza, Pablo Espina para Rayco y vaya definición del extremo visitante, que se lo tomó con calma para adelantar a los suyos y apretar aún más las posibilidades de play off. En ese momento, ganaba el Celta y también la UD Logroñés, se necesitaba que la SD diera la vuelta al encuentro y que el Rayo Majadahonda mantuviese su resultado.
Además, el gol dio un chute de energía, un empujón. Luis Ayllón además, optó por introducir más cambios. Por un lado, entró Carlos de la Nava por Pablo Espina, y Edu Cortina algo más tarde entró Edu Cortina por Cris Montes. En el lado contrario, el Deportivo de la Coruña fue a menos, con el segundo puesto ya asegurado, más valía prevenir que curar y sin necesidad de arriesgar, trataron de calmar el partido lo máximo posible.
Se hizo todo lo posible, pero no hubo suerte. Aún así, meritorio séptimo puesto. Un gol del Rayo en el último minuto dio el sexto puesto al Celta. Al final, siempre quedará esto, el recorrido de la afición:
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