García sigue al frente de la clasificación alevín de la Copa Escuelas BTT de CyL
Perfumerías Avenida, finalista con la disciplina de un samurai
Perfumerías Avenida vuelve a un hábitat habitual, una final de Liga. El equipo salmantino logra el 2-0 en su duelo de semifinal ante Uni Ferrol después de vencer en Esteiro (39-61) sabiendo usar físico y mente
Perfumerías Avenida ya es finalista de Liga. El equipo salmantino alcanza lo que para él es algo habitual y lo hace con la disciplina propia de un samurai, sabiendo jugar con piernas y mente. Frente a un rival que nunca se rinde y cuyas armas incomodan por poco habituales afrontaba una eliminatoria que parecía más propia para espartanas que para estilistas y con ese ánimo resolvió en Esteiro. Desde su defensa, y manejando bien los diferentes momentos de un partido así, imposibilitó que Ferrol tuviera opción alguna y lo mermó hasta sentenciar en el tercer parcial.
Misma puesta en escena sobre el papel en el segundo partido del cruce entre el equipo salmantino y el ferrolano con idénticos quintetos a los de Würzburg pero lo que varió fue el arranque del duelo. Si el pasado viernes Ferrol aguantó de inicio el pulso anotador a Perfumerías Avenida, en Esteiro las de Ortega pusieron la directa con un 0-10 de parcial que obligó a las locales a pedir rápidamente tiempo muerto. Avenida defendía forzando malos tiros de su rival y atacaba con velocidad cuando podía o buscando a sus jugadoras al poste bajo. Un buen comienzo en ataque con puntos de hasta cuatro jugadoras diferentes y todo en cuatro minutos.
Tras el paso de los dos equipos por el tiempo muerto llegó la reacción local. Seis puntos consecutivos, uno de esos famosos arreones de Ferrol que Avenida tenía que saber gestionar aunque no es fácil y, de hecho en otros cuatro minutos las locales empataban el duelo 12-12 y ahora era Ortega el que tenía que parar el partido con un tiempo muerto.
El técnico decidió situar en pista un equipo más defensivo y sin una gran referencia interior, calcando el planteamiento del rival, y el trabajo atrás mejoró, provocando pérdidas y cortando la racha de su rival para volver a recuperar el mando antes del final del cuarto, 12-20.
El parcial abierto a favor de Avenida lo frenó Bea Sánchez con un triple y es que sólo desde la línea de tres hacía daño entonces Ferrol a su rival -sólo tres canastas de dos en 12 minutos-. A las azules les faltaba quizás un poco más de paciencia en ataque ante una defensa tan cerrada para superar una barrera de diez puntos de ventaja que, aunque se rondaba, se resistía.
Tras un nuevo tiempo muerto sí llegó esa paciencia necesaria ante una defensa cerrada o zonal, movimiento rápido de balón pasando por todas las manos para acabar con lanzamiento y canasta de Beard para el 17-26 en un momento en el que Avenida ya había rotado a sus cinco titulares. Regresó De Souza a la pista y con un 2+1 de la brasileña se alcanzó el 19-29. Le había costado a la brasileña imponerse en la zona hasta entonces pero en cuanto empezó a soltarse su físico, bajo el aro o en los bloqueos, marcaba diferencias.
Avenida había mandado pero Ferrol se había defendido como gato panza arriba cediendo el parcial por un único punto y eso le sirvió para marcharse al descanso en desventaja pero aun con opciones de partido, 23-32.
Aunque Milovanovic comenzó anotando cuatro puntos seguidos en la reanudación no había demasiada fluidez en ataque pero quizás eso no le preocupaba tanto a Avenida porque su defensa tampoco dejaba jugar cómodo a Ferrol cuya anotación también era escasa y así se mantenía la ventaja del equipo azul. Ante un adversario que nunca se rinde hay que saber mantener la cabeza fría, ser consciente de que no es partido para lucimiento y sí de brocha gorda. Barbee, expulsada, cometió dos faltas antideportivas a las que hubo que sumar una técnica al entrenador local. Todo casi al final de ese tercer parcial y ahí Avenida casi dejó atado su objetivo, 31-46.
Faltaban diez minutos pero ni los más optimistas entre los locales o el más pesimista seguidor de Avenida podía llegar a pensar en otro resultado que no fuera la victoria azul. De hecho en un visto y no visto el marcador se fue por encima de los veinte puntos de ventaja para las de Ortega y, poco a poco, ambos equipos ya se dejaron llevar. Las unas podía celebrar pese a la derrota su gran temporda, las otras ya tenían su primer deber cumplido.