Empate entre Unionistas y Bupolsa de Burgos en un partido que, como en la ida, se disputó de poder a poder. Si algo sabía el equipo de Astu es que se iba a encontrar con un rival muy serio que en casa no suele realizar demasiadas concesiones y eso se confirmó a lo largo de los 90 minutos del encuentro.

Salió muy bien Unionistas al terreno de juego, imponiendo su ritmo desde el primer minuto y acercándose a la portería con criterio y peligro y la recompensa a ese dominio llegó pronto. Antes del minuto diez se había conseguido situar por delante en el marcador después de una buena acción de Manjón por banda cuyo centro fue aprovechado por Cristo, libre de marca en el segundo palo.

El tanto revitalizó aun más el ansia de Unionistas que de haber aprovechado el cuarto de hora que tuvo de llegadas y ocasiones pudo haberse llevado mucho más de su visita a Burgos. Florez y Oskar Martín estuvieron cerca del gol antes del minuto 20. Fue a partir de ese momento cuando el Bupolsa empezó a estirarse, aunque sin ofrecer sensación de peligro real en esos primeros instantes.

A la media hora de partido tuvo su primera oportunidad clara con un disparo desde dentro del área que se fue arriba y antes del descanso vio como se le anulaba un gol por fuera de juego previo.

Con renta de 0-1 se iba Unionistas al descanso aunque no tardaría en torcerse el partido. A los cinco minutos de la reanudación, Chamorro vio la segunda cartulina amarilla y el equipo se quedó sin una pieza fundamental en la zona medular. A partir de ahí fue cuando el Bupolsa se hizo con el control del choque y empezó a empujar, encontrando además el gol muy pronto. Cinco minutos más tarde Pablo puso el 1-1 con un disparo raso desde la frontal que sorprendió a todos.

Unionistas debía jugar con inteligencia a partir de ese momento porque con diez jugadoras no podía ofrecer espacios a un Bupolsa que quería encerrar a su rival. Trabajó bien el equipo atrás e incluso intentó estirarse en los últimos minutos, con una ocasión tras lanzamiento de Cristo que se fue desviado. Ahí murió el partido, con un punto que hay que dar por bueno por cómo se puso y porque por arriba el rival que se persigue no se aleja.