Tendrá lugar durante este mes de mayo con actividades que completarán la colocación de los restos de la Santa bajo la cúpula de la iglesia de La Anunciación
Aldeadávila, el titán de agua que despierta con la lluvia
En los últimos días, las lluvias han acariciado generosamente la tierra salmantina, llenando de vida los cauces y embalses
La majestuosa presa de Aldeadávila de la Ribera, enclavada en el corazón de los Arribes del Duero, se erige como un coloso de hormigón que desafía al tiempo y al río que la abraza. Este titán de la ingeniería, con sus 139,50 metros de altura, ha sido testigo de innumerables historias y leyendas que se entrelazan con el murmullo constante del agua.
En los últimos días, las lluvias han acariciado generosamente la tierra salmantina, llenando de vida los cauces y embalses de la región. Actualmente, el embalse de Aldeadávila almacena 102,8 hectómetros cúbicos almacenados, el máximo es 114,9, lo que indica que se encuentra en un nivel alto, reflejando la abundancia hídrica del momento.
La presa no solo es un baluarte de contención, sino también una fuente inagotable de energía.
Este enclave ha sido también musa para el séptimo arte. Películas como 'Doctor Zhivago' y 'La cabina' encontraron en sus estructuras y alrededores el escenario perfecto para narrar sus historias, inmortalizando la presa en la memoria colectiva.
Visitar Aldeadávila de la Ribera es adentrarse en un paraje donde la naturaleza y la ingeniería coexisten en armonía. Los miradores, como el Picón de Felipe o el Mirador del Fraile, ofrecen vistas panorámicas que quitan el aliento, permitiendo al visitante contemplar la grandeza de la presa y el serpenteante curso del Duero.
En definitiva, la presa de Aldeadávila no es solo una obra de ingeniería; es un símbolo de la capacidad humana para transformar y adaptarse al entorno, un lugar donde el agua y la roca cuentan historias de esfuerzo, innovación y belleza natural.
Presa La Almendra
Y al mismo tiempo, a no mucha distancia de la bulliciosa Salamanca, la presa de La Almendra se erige como un reflejo sereno de la majestuosidad de la naturaleza y la ingeniería humana.
En sus aguas se refleja la historia de la transformación de la tierra, desde su construcción en 1968, hasta convertirse en un referente en la producción hidroeléctrica. Como un antiguo guardián, la presa mantiene el equilibrio entre el hombre y el río, regulando el cauce del Tormes y creando un paisaje donde la calma de sus aguas se ve interrumpida solo por el vuelo ocasional de alguna ave que se posa sobre su superficie.
En la actualidad existen 12 colonias felinas con 125 animales microchipeados, esterilizados y censados
Según la memoria anual, incidentes sanitarios y quejas por ruidos lideran las actuaciones, mientras controles de alcohol y drogas apenas registran positivos
La ayuda forma parte del nuevo Plan para La Raya, que busca revitalizar los 175 municipios limítrofes de Zamora y Salamanca con servicios, vivienda y turismo