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Retana: "No se trata de repetir otra Cuaresma más, sino de trabajar la ascesis que cambie nuestro corazón"

El obispo de Salamanca recordó que, este año, la Cuaresma está enriquecida por la gracia del Año Jubilar

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Retana: "No se trata de repetir otra Cuaresma más, sino de trabajar la ascesis que cambie nuestro corazón"
Fotos: Diócesis de Salamanca
Tamara Navarro
Tamara Navarro
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La Catedral de Salamanca fue el escenario este miércoles de la celebración del Miércoles de Ceniza, con el que comenzó la Cuaresma, un tiempo litúrgico de conversión, oración y ayuno. Durante la misa, los fieles de la Diócesis de Salamanca recibieron la ceniza sobre sus cabezas, símbolo del deseo de cambiar de vida y caminar junto al Señor.

El obispo de Salamanca, José Luis Retana, presidió la eucaristía en la Catedral Vieja, invitando a los fieles a no vivir una Cuaresma vacía, sino a emprender un camino de transformación personal. En su homilía, destacó que la Cuaresma "es una oportunidad para la renovación espiritual y que, bien vivida, produce frutos generosos". Además, señaló que "este tiempo litúrgico se enriquece este año con el Año Jubilar y recordó las palabras del Papa Francisco, quien llama a todos a la conversión personal y comunitaria".

 

 

Retana también enfatizó la importancia de "caminar juntos como Iglesia, sinodalmente, nunca de forma solitaria". Enfatizó que el Espíritu Santo "nos impulsa a salir de nosotros mismos y hacia los demás, para vivir la Cuaresma con actitudes de acogida y servicio al Reino de Dios".

Por último, el obispo invitó a los presentes a acoger la cruz como parte del compromiso cuaresmal, confiando en la promesa de la vida eterna, y a vivir esta Cuaresma con esperanza, caminando juntos con aquellos que el Señor ha puesto a su lado en este peregrinaje espiritual.