Quien busque un alquiler permanente en Salamanca encontrará un 17% menos de viviendas que hace un lustro, según un reciente estudio de la web inmobiliaria Idealista. Sin embargo, si lo que necesita es un alquiler temporal, verá que la oferta se ha disparado un 261% en el mismo periodo de tiempo. 

Por aclarar, los alquileres permanentes son los que satisfacen un requisito continuo de vivienda y los temporales, los que cubren una necesidad puntual (por ejemplo, estudiantes o trabajadores desplazados fuera de su ciudad durante unos meses. Esta es una diferencia importante con los pisos turísticos, que entran en otra categoría y que tienen mucho más limitada la estancia máxima). La peculiaridad es que los arrendamientos de temporada no están totalmente sujetos a la Ley de Vivienda (por ejemplo, en lo que atañe a actualizaciones de la renta) y, aunque el Gobierno trató de regularlos, el Congreso le dio la espalda. La última gran novedad al respecto es el impulso de un registro único de arrendamientos de corta duración que podría estar listo antes de que acabe el año.

A tenor de los datos reflejados por Idealista, "los alquileres de temporada siguen aumentando su relevancia en el mercado inmobiliario en detrimento de los arrendamientos permanentes, como consecuencia de las sucesivas políticas que están empujando este fenómeno". Y añaden desde la citada web que "la oferta disponible en el mercado sigue cayendo, muestra de que todas las medidas aprobadas en este lustro solo han conseguido reducir al mínimo la oferta de viviendas en alquiler permanente".

Incluso en una ciudad pequeña como Salamanca las cifras parecen corroborar esta valoración. A día de hoy hay un 17% menos de viviendas en alquiler permanente que las que había en 2019, mientras que las temporales han aumentado un 261% desde 2019 y un 102% desde 2023. Antes de que nadie se eche las manos a la cabeza, hay que matizar que, aunque los alquileres de temporada se han desbocado, aún representan sólo un 2% de todos los disponibles en Salamanca. 

A nivel nacional, Barcelona es la capital más afectada, ya que  un 75% de la oferta de alquiler permanente ha desaparecido en el último lustro. La oferta de alquileres temporales en la Ciudad Condal representan ya el 46% del mercado disponible.