Un martillo pilón le asesta un duro golpe a Perfumerías Avenida

Duro golpe (92-58) en el debut de Euroliga para un Perfumerías Avenida muy verde y al que le falló primero la defensa y después el ataque y que tampoco tuvo fórmulas para evitar que la derrota fuera lo abultada que resultó al final con muchísimos errores. Es evidente todo lo que le queda por trabajar y definir tanto en lo colectivo como en lo individual donde son muchas las jugadoras lejos de lo que se puede esperar.

Ser el 'invitado' en el estreno de la Euroliga no es papel sencillo porque si al ansia propia por quedar bien en el debut, se suma lo que cuesta ganar fuera de casa en esta competición -y se va a ver más incluso en este formato en el que queda partido va a ser como una final- y también por qué no el factor de los arbitrajes en Europa que normalmente tienden a ser caseros -al menos respecto a algunos equipos-, parece que se parte con algún punto en contra de inicio. Todos esos son factores que se conocen y no valen como excusa. Cualquier equipo de Euroliga los debe saber manejar.

También a Perfumerías Avenida le tocaba tener enfrente como anfitrión de la velada a un Beretta Familia Schio que está en el top europeo desde hace años y en los últimos años ronda siempre el estar entre los cuatro mejores. Un equipo con buenas individualidades -algunas muy buenas-, pero sobre todo con roles bien repartidos -algo que a este Avenida le falto todavía-, muy bien trabajado por un técnico con mil batallas que exprime la capacidad táctica al máximo para aprovechar sus fortalezas y exprimir debilidades ajenas. 

Muestra de todo ello se vio en un primer tiempo que tuvo casi de todo. Para empezar un poco 'concertina' arbitral con muchas interrupciones por faltas que se iban pitando de forma sucesiva casi al mínimo contacto. Un criterio que, después varió y más de un 'palo' se dejó de sancionar.

Mientras duró esa contención arbitral, marcador parejo con intercambio de golpes y Avenida incluso al mando tras el primer triple de Guirantes. Fue desde la línea de 6,75 desde donde Schio empezó a hacer daño con una Salun que empezó a despuntar en ese primer parcial para destaparse del todo en el segundo.

Anotó dos en el primer cuarto y puso a la suyas por encima, aunque recortaba distancias Iyana Martín con la que quedará como su primera canasta en Euroliga y puso el 22-18. Cuatro puntos de desventaja que fue la distancia con la que se cerraban esos diez primeros minutos tras la segunda canasta de la puertorriqueña, 24-20.

Iyana mostraba un desparpajo que en ella ya hay que empezar a dar como habitual, sobre todo cuando ataca, y e igualaba el partido a 26 lo que provocaba que Georgios Dikaioulakos solicitara tiempo muerto porque no veía a las suyas cómodas en ataque. El ajuste le salió bien y poco después era Montañana la que paraba el partido tras la canasta de Sottana, 35-30. Desde los dos banquillos se buscaba cómo rebajar el acierto del rival porque ataques se imponían a defensas y llegaba una nueva interrupción del griego tras el empate a 35 y, a partir de ahí, el partido dio otro giro de tuerca. Con la entrada de Martina Bestagno en pista, Schio, que ya tenía mejores dígitos al rebote, dominaba bajo aro y conseguía varias segundas opciones a las que había que sumar la impresionante racha de acierto de una Salaun que anotó tres triples consecutivos -bien es verdad que dos de ellos tirando casi sola porque la defensa de Avenida no llegaba a puntear-, que disparaban a su equipo hacia su máxima renta al descanso, 47-35. 

El dominio del rebote y ese casi 57% por ciento de acierto desde larga distancia le daban margen a Schio ante un Avenida que también tuvo sus rachas de acierto (estaba en casi 54% en tiros de campo al descanso) pero al que le faltaba cerrar mejor su rebote -ocho capturas menos-, y ajustar más en la defensa 1x1 de perímetro cuando el rival consigue circular el balón con un mínimo de fluidez.

Una desventaja importante en Europa cuando ha transcurrido buena parte del encuentro conlleva un factor importante que es el de saber jugar contra el reloj y es algo a lo que Avenida no se acomodó en la reanudación donde se cometían demasiados errores en el pase y eso conllevaba que subiera el saco de pérdidas -23 al acabar el partido-, y se escapara opciones de anotar y apareciera más de un gesto de frustración y alguna mala cara. 

Mientras enfrente se mantenía el festival anotador del perímetro italiano, ahora con Laksa como protagonista que era la que situaba el 67-43 al finalizar el tercer cuarto. No eran buenas las sensaciones, bajaban los porcentajes de forma alarmante hasta acabar con un 4 de 20 en tiros de tres-, y pensar en remontadas parecía utópico pero sí había que buscar alguna mejora tanto por la importancia del 'average' como por la propia autoestima aunque la impotencia acabó imponiéndose