Tres meses después del inicio de la competicion en la WNBA se puede afirmar que hay era de Caitlin Clark en las Indiana Fever, un éxito sin precedentes en la competición.

Las cifras económicas y de impacto televisivo y en redes sociales superan todos los presagios. La base de Iowa es el epicentro de un cambio imparable en la industria del baloncesto femenino en Estados Unidos. Tras varios años deambulando por las zonas bajas de la tabla y siendo uno de los equipos más desconocidos de la WNBA a nivel internacional por la falta de grandes estrellas en su plantilla, la franquicia Indiana Fever ha dado un giro de 180 grados.

En Indianápolis pueden alardear de ser el equipo con mejor asistencia de toda la WNBA tras un aumento del 264% en la venta de entradas y rozando el millón de asistentes al Gainbridge Fieldhouse desde que comenzó la temporada el pasado 15 de mayo. La locura por este equipo y su líder se ha trasladado también a otras ciudades en las que el equipo jugaba como visitante. En Atlanta, el State Farm Arena llenó sus casi 17.000 asientos, mientras que en Las Vegas, las Aces se decantaron por cambiar el pabellón de juego y disputar el encuentro en el T-Mobile Arena al que acudieron 20.000 personas.

Según Indiana, un total de 230.000 aficionados han asistido a ver los quince partidos que el equipo ha disputado fuera de casa, lo que supone una media de 15.000 personas por choque. El impacto de Caitlin Clark es indiscutible, pero tanto desde la WNBA como desde el propio equipo se busca despersonalizar el crecimiento.

La directora general de Pacers Sports & Entertainment, Mel Raines, comentó en un comunicado que "durante años se ha construido un equipo joven y con talento al que la gente desea apoyar". Y aunque Clark sea la punta de lanza del proyecto, la realidad es que tanto dentro como fuera de la cancha está acompañada por grandes nombres de la competición como Aliyah Boston o Katie Lou Samuelson. Los elevados números de asistencia se traducen también en un incremento de la venta en la tienda del Gainbridge Fieldhouse, que mejora sus números un 1.000%, al igual que también lo hace la venta de camisetas, que ha crecido en un 1.193%.

Y entre otros datos curiosos que se han producido en el pabellón de Indianápolis, la franquicia ha compartido el dato de que la venta de cerveza ha crecido un 740% con respecto del curso anterior. Para aquellos que no encuentran entradas entre tanto 'sold out', los 38 partidos de las Fever se han televisado a nivel nacional, destacando por encima de todos ellos, el duelo ante Chicago Sky del pasado 23 de junio en el que se obtuvo el mejor dato de audiencia de la WNBA en 23 años con un promedio de 2.3 millones de espectadores y un minuto de oro de 3.3 millones.

Además, en un periodo de descanso para las grandes competiciones estadounidenses como la NBA, la NFL, la NHL o la MLB, Indiana Fever se alza como el equipo con más interacciones de redes sociales en el país durante el periodo abril-junio. En total, se han registrado 800 millones de visualizaciones a vídeos de redes sociales, han ganado 1.3 millones de seguidores y han multiplicado por diez las interacciones en la aplicación y en la página web.

Estos datos van acompañados del mejor desempeño de la plantilla de las Fever de los últimos años y es que pese a un mal comienzo, se sitúan en puestos de playoffs al ocupar la séptima posición y siendo el tercer mejor equipo de la conferencia este. Indy 2025, a por el mejor All-Star de la historia La WNBA confirmó que el All-Star del próximo año se jugará en el Gainbridge Fieldhouse tras el éxito de la pasada edición celebrada en Phoenix en la que se superaron los 16.000 espectadores y se alcanzó una audiencia de 3.3 millones de espectadores.