El Fandi corta cuatro orejas y sale por la Puerta Grande en Guijuelo

La localidad de Guijuelo, inmersa en sus fiestas patronales, ha dado el pistoletazo de salida a su Feria Taurina de la mano de los toreros 'El Fandi', José María Manzanares y Manuel Diosleguarde. Con la plaza a rebosar y el calor como testigo, los aficionados no han querido faltar a este encierro de la ganadería salmantina de Capea.

Minutos antes de la salida al ruedo, los toreros han posado junto al empresario del coso chacinero, José Ignacio Cascón y el alcalde, Roberto Martín. 

Pasadas las 18.30 horas, abrió la tarde El Fandi con dos largas cambiadas para cuajar un llucido tercio a la verónica a un astado del capea muy armónico, de finas echuras y corniveleto. Galleando por chicuelinas lo puso ante el caballo de picar para encandilar con un vistoso quite por lopecinas que levantó al coso chacinero. Sonó la banda en banderillas, cuatro pares colocó el diestro formando un auténtico lío. Brindó al público y rodillas en tierra comenzó una faena de mucha verdad y sin dejarse nada para después. El toro se fue apagando y acortando el recorrido teniendo una gran nobleza. Dándole mucho tiempo y exprimiéndolo por ambos pitones terminó en el terreno de cercanías. Estoconazo. Dos orejas. 

'Riojano', herrado con el número 40, de 465 kilos de peso, negro listón, hondo, playero de encornadura no permitió lucimiento con el capote a José María Manzanares que se estrenaba en esta plaza. Gran puyazo de Óscar Bernal. Tardó el alicantino en acoplarse a las embestidas y encontrar el terreno adecuado pero asentó las zapatillas y con una subida como guante de seda acarició las embestidas de trazo largo, mano baja y sin tocarle la muleta. Faena limpia, toreando a un toro noble y repetidor, cuidándolo para sacarle el fondo. Elegancia de Manzanares. Estocada casi entera que rodó sin puntilla. Oreja.

'Pandoro' hizo tercero. Herrado con el número 37, de 480 kilos de peso. Negro, bragado rabicorto, gacho muy en el tipo del encaste. Humilló mucho en el capote de Manuel Diosleguarde, lo paró a la verónica. Toro de alta nota de Capea para el que todos los adjetivos son pocos, destacando, eso sí, por su humillación, ritmo y repetición. Brindó al público el salmantino para cuajarlo por ambos pitones en tandas de mucho ajuste y acople. Se fue apagando la faena y en los terrenos donde queman los pies se pegó un arrimÓn de. Pinchazo y estocada. Oreja.

Hizo cuarto 'Africano' de nombre, herrado con el número 7, de 500 kilos de peso. Negro, bragado, playero y abierto de cuerna. No se pudo lucir El Fandi con el capote y si lo hizo en un vistoso quite por delantales. Volvió a formar otro lío en banderillas. Otro bravísimo toro de El Capea y con mucho más duración que sus hermanos de camada. Brindó al maestro Capea para realizar una faena de mucha verdad, dispuesto y cuajando al animal de principio a fin. Variado y con mucha transmisión con los tendidos. Estoconazo en la suerte contraria de efecto fulminante. Dos orejas. 

En quinto lugar saltó 'Capuchino', herrado con el número 15, de 495 kilos de peso. Negro, hondo, cornidelantero, bonito de echuras... lo paró a la verónica Manzanares rematado con una media. Fue el toro menos potable de la tarde, metiendo bien la cara pero de corto recorrido al que el torero le planteó una faena de muchos cambios de terreno. Volvió a dejar ver su clase y un gran conocimiento para entender a todos los toros y hacerles faena. Emborronó con los aceros. Silencio.

Cerró la tarde 'Montecillo', herrado con el número 40, de 490 kilos. Negro, bragado, hondo, enmorrillado, gacho, brocho y atacado de kilos. Muy irregular en el capote... no dejó lucirse al salmantino Manuel Diosleguarde. Después del caos en banderillas por un toro muy parado, brindó la faena El Fandi y Manzanares. Le tocó medirse con un astado incierto muy pegado al piso, que pegaba arreones. Consiguió meterlo en el canasto a base de firmeza, enganchándolo siempre delante y llevándolo tapado. Faena de mucho mérito, verdad y disposición. Terminó metido entre los pitones emborronando con los aceros la labor. Silencio.