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El castillo de Pedraza, en Segovia, originario del siglo XIII y declarado BIC desde 1983, tiene nuevos propietarios tras su venta por 4,8 millones de euros. Entre los nombres que están detrás de la compra de este castillo y en el que quieren desarrollar un proyecto cultural, se encuentran el productor Luis Álvarez, Santiago Segura (con una participación mínima) y José Mota.
Según ha avanzado este miércoles El Confidencial y han confirmado a EFE fuentes cercanas a los inversores, se trata de una adquisición a nombre de Teatropolis, la empresa de Álvarez que gestiona el Gran Teatro CaixaBank Príncipe Pío y en la que también participan Segura y Mota.
La compra del castillo de Pedraza de la Sierra se ha cerrado por la cifra en la que estaba tasada la fortaleza, ofertada desde principios de este año por parte de una inmobiliaria de lujo. Los vendedores han sido descendientes del pintor Ignacio Zuloaga, que lo compró en 1925 por 13.000 pesetas.
El castillo, originario del siglo XIII en pleno avance de la Reconquista hacia el sur peninsular, forma parte del conjunto histórico y artístico que la Junta de Castilla y León protege desde 1983 con su declaración como Bien de Interés Cultural (BIC), han informado este miércoles a EFE fuentes de la administración autonómica.
El recinto fortificado consta de unos 650 metros cuadrados construidos, pero suma una superficie total de 50.000 metros si se añaden edificios y terrenos colindantes como la explanada que, desde un pequeño cerro, domina la histórica y turística villa de Pedraza, entre las sierras de Guadarrama y de Somosierra.
A la torre del homenaje, del siglo XV, se unen los dos torreones que en el XVI reformó la familia Fernández de Velasco, condestables de Castilla, hasta dejar la estructura y disposición que ha llegado hasta la actualidad, aunque el pintor Ignacio Zuloaga (1870-1945) retocó uno de ellos para instalar su taller cuando lo compró en 1925.
Ese taller fue convertido en el Museo Zuloaga y el otro torreón fue habilitado como residencia de la penúltima propietaria, María Rosa Suárez-Zuoaga, nieta y heredera del pintor, fallecida en Madrid en 2021, por lo que el recinto pasó a manos de la siguiente generación de la familia.
La fortaleza y su explanada ha sido utilizada durante los últimos años como lugar para la celebración de eventos de carácter social, incluso enlaces, debido a su gran capacidad e instalaciones adecuadas y acondicionadas.
Además de recreaciones en su entorno ha servido para la celebración de otras actividades como torneos medievales, con indumentarias y armamento de época, pero su principal uso ha sido el turístico, principalmente ligado a la memoria y trayectoria de Ignacio Zuloaga.
Su vinculación con Segovia data al menos de 1898 cuando su tío, el ceramista Daniel Zuloaga, le reclamó para trabajar en el taller/horno que el primero abrió en la desafectada iglesia de San Juan de los Caballeros, hoy también Museo de los Zuloaga.
El sobrino, cuyo retrato con boina y mirada penetrante popularizó desde 1954 los antiguos billetes azules de 500 pesetas, tenía taller en Madrid, junto a Las Vistillas, donde falleció en 1945, pero su devoción por Segovia le impulsó a comprar el castillo de Pedraza.
Un inmueble, prosigue EFE, que ha sido vendido ahora a través de la inmobiliaria Sotheby's International Realty, adquirido por la sociedad Teatropolis.
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