circle
Reels

Los veterinarios de campo recalcan su importancia: "Es un sector en el que hay y habrá trabajo"

Si es difícil encontrar cada vez más casos de jóvenes que apuesten por el sector primario, esto también afecta al resto de profesiones vinculadas a ellas

Los veterinarios de campo recalcan su importancia: "Es un sector en el que hay y habrá trabajo"
Andrea y Tomás preparan las vacunas para el ganado. Foto: Manel Pacho.
Manel Pacho
Manel Pacho
Lectura estimada: 3 min.
Última actualización: 

La estampa de ver a niños y jóvenes correr o jugar en los pueblos es habitual en verano o en período de fiestas, pero no en el día a día. Se pueden contar por centenares los lugares de la provincia que llevan años sin contabilizar nacimientos y que han visto como, llegados a cierta edad, los pocos adolescentes que quedaban hacían las maletas en busca de otro futuro.

La despoblación afecta a la demografía y, con ello, al relevo generacional. La labor que anteriormente pasaba de padres a hijos ahora no encuentra nuevas manos y si el campo no produce, el resto de empleos que gira a su alrededor también flaquea. Ese es el caso de los veterinarios de campo.

Sin embargo, en este ámbito hay caras jóvenes como la de Tomás Marcos, un veterinario que a sus 23 años realiza trabajos en explotaciones ganaderas y que desde pequeño tuvo claro que su futuro pasaba por ponerse el mono y recorrer fincas. "Desde que era pequeño, que iba con mi tío a ver sus vacas". Así lo explica este joven que de su promoción de estudios fue de los pocos que decidió apostar por este vía.

Si uno piensa en veterinarios cuando vive en ciudades o está alejado del sector primario piensa casi con total seguridad en las clínicas privadas, pero hay mucho trabajo fuera de ellas. Un futuro laboral que Tomás ve próspero: "Cada vez hay menos compañeros pero es un sector en el que va a haber trabajo".

Tomás trabajó este jueves en una finca de San Pelayo de Guareña y llegó junto a su compañera Andrea, una auxiliar de veterinaria de tan solo 21 años que llegó a este nicho "por casualidad" pero que en mes y medio se ha encontrado encandilada por el mismo. 

Estos dos jóvenes proceden a poner las vacunas correspondientes al ganado y explican a Tribuna Salamanca que su trabajo está "muy presente" entre la gente de los pueblos, aunque consideran que "de cara a la ciudad no está muy bien visto".

Si bien no son ganaderos o agricultores, son conscientes de la realidad esos dos sectores y que les dan de frente. "La gente joven no quiere seguir como ganadera", recalca Andrea, "las rentas son muy altas", apuntilla su compañero. Y es que ahí reside el problema, según Tomás, quien matiza que si un joven quisiera dedicarse a ello y no cuenta con tierras de herencia familiar tiene muy difícil poder hacer frente a los gastos de partida que encontraría.

Otro aspecto con el que sí tienen que lidiar es la burocracia, la cual consideran que debe ser materia de debate por parte de las administraciones para "llegar a un nivel de convivencia con la burocracia de tal manera que se pueda trabajar cómodo en el campo".

Tomás y Andrea recogen sus utensilios tras acabar el trabajo y ponen rumbo a otra finca para continuar con su jornada. Dos jóvenes llegados de distinta manera a un sector que, como recalcan, tiene futuro y requiere de más personas de corta edad que decidan apostar por él.