Después de ganar el Mundial de kickboxing y colocar a Salamanca en lo más alto, Jaime Lizana decidió tomar un pequeño descanso para recuperarse de dicho torneo y volver a la competición con fuerza. Pausa que terminó hace unas semanas y que dará paso este 16 de marzo a una nueva aventura para este salmantino.

Para abrir la temporada del 2024, Lizana ha decidido dar un paso más allá y debutar en K1 con un evento entre España y Estados Unidos que se celebrará en Phoenix, Arizona. Para ello ha estado entrenando y adaptándose a las reglas de una modalidad donde comenzará su camino ante José 'The warzone' Sánchez.

Esta aventura es un paso más allá en una trayectoria donde el charro se ha coronado siete veces consecutivas como campeón de España de kickboxing, ha levantado cuatro copas del mundo WAKO y la copa del mundo en Hungría en dos ocasiones -en los años 2021 y 2022-, así como la copa del mundo en Austria e Italia en 2023. Una trayectoria imparable que quiere proseguir en otro ámbito.

Más allá del combate, aprovechará el viaje para entrenar en clubes de Las Vegas y Nueva York, sumando así experiencia al otro lado del océano, un país que es una de las referencias en deportes como el boxeo. Viaje que realizará este mismo miércoles saliendo de España, teniendo pocos días para la aclimatación antes de volver al país el día 23 de marzo. 

"Han sido dos meses de preparación intensa con mucha preparación física todas las mañanas y por las tardes trabajando la parte específica de kickboxing", explica el luchador, recalcando que en estas últimas dos semanas se ha centrado "en trabajos sin riesgo para llegar sin golpes ni lesiones".

Por ahora, hasta subirse al ring está tratando de llegar al peso necesario y entrenar suave para evitar también las famosas sobrecargas. Trabajo ligero después de la preparación para un reto complejo como es el de pasar de una modalidad a otra. "Ya solo quedan los últimos ajustes y lidiar con el largo viaje y la adaptación a los horarios al llegar allí". Una frase con la que se despide antes de llegar a suelo estadounidense y dejar claro que su territorio no es solo el kickboxing.