Unionistas de Salamanca vive un momento dulce, seguramente el más plácido de la temporada porque a las sensaciones que deja el juego se unen los resultados y, sobre todo, una regularidad que en una Liga como la de Primera RFEF es probablemente la clave para alcanzar los objetivos. Si viviéramos en el mundo Pokemon podríamos decir que Unionistas está en proceso de evolución, porque durante su crecimiento ha cambiado en algunas cosas y ha mejorado sus habilidades. 

El avance se ha hecho evidente en un 2024 en el que aun no conoce la derrota en Liga -en Copa tuvo que ser el todopoderoso FC Barcelona el que lo doblegara-, pero ya se venía fraguando en el final de 2023. De hecho en diciembre perdió únicamente contra el Sabadell a domicilio y por la mínima el día 9 y justo una semana después de haber conseguido un triunfo que seguramente fue el que supuso la vuelta de tuerca y confianza que necesitaba el equipo de Ponz (ganó 2-0 al Nástic de Tarragona). 

Al final la derrota ante el Sabadell fue un tropiezo puntual porque una semana después superó a domicilio al Barcelona Atlétic y desde entonces son cuatro partidos más sin conocer la derrota con dos victorias y dos empates. Resultados en los que se traduce esa evolución que se explica por algo clave, el acierto en ambas áreas que es en definitiva donde se decide todo. 

La temporada pasada hubo momentos en los que Unionistas marcaba pero también le hacían muchos goles y eso fue lo que le llevó a pasar apuros mientras que en esta campaña su problema fundamental llegaba porque le faltaba gol o, incluso más, generar acciones para encontrar ese objetivo. Atrás apenas ha ofrecido dudas esta temporada a excepción de los encuentros ante Arenteiro y Cornellà de la primera vuelta y se ha caracterizado por ser un equipo con unos mecanismos defensivos fiables pero no era tan sólido en ataque y de hecho hasta la jornada 17 -una antes de aquella victoria ante el filial del Barcelona-, solo había anotado 9 goles. En las últimas cinco jornadas, hasta la actual 22, ha hecho ocho.

Junto a eso, ha mantenido la seguridad atrás y eso se traduce en que hay que remontarse a la jornada 16 -el 9 de diciembre-, para encontrar el último tanto que le han marcado en jugada dinámica y desde entonces solo ha encajado dos tantos de penalti. 

Unionistas ha estirado la manta, ya no se destapa por arriba cuando se cubre atrás y viceversa, y ahora toca dar un nuevo paso en la evolución nada menos que ante la Ponferradina a domicilio, el líder y el último equipo que le ganó en el Reina Sofía en la que su penúltima derrota esta temporada.