El actor Omar Banana, nominado al Premio Goya por su papel en 'Te estoy amando locamente', se ha enfrentado al papel más importante de su carrera hasta el momento y se encuentra "cumpliendo un sueño" desde lo más profundo de la industria cinematográfica.

Una película basada en la ciudad de Sevilla de 1977, en un momento en el que la homosexualidad era delito y una madre tradicional, movida por el amor a su hijo, se involucra en el movimiento LGTBI andaluz.

Este largometraje, que no ha dejado indiferente a nadie, por su toque inspirador, divertido y reivindicativo, acumula cinco nominaciones a los premios de la Academia del Cine, entre las que destaca la de Omar Banana por su papel protagonista.

PREGUNTA: ¿Cómo fue pasar de papeles secundarios a tener la posibilidad de hacer un protagonista?

RESPUESTA: En sus inicios, fue un proyecto pequeño pero el papel que yo iba a desempeñar para mí era muy grande. Comenzamos cuatro años antes de que la película viese la luz, haciendo el teaser. Yo ya me había hecho a la idea de que era algo bonito que iba a salir adelante. Fue una oportunidad muy bonita y estoy tremendamente agradecido.

P: Lo conocimos de la mano de los Javis en las series 'Paquita Salas' y 'Veneno', ¿Cómo fue trabajar con ellos?

R: Es difícil de imaginar. Lo mejor de ellos es que consiguen dirigir muy bien al actor, sin que se noten demasiado sus huellas. Saben guiarnos pero nos dejan un espacio de libertad y de creación propia para cada uno. Tienen un sello de identidad muy grande pero a la vez invisible. El éxito que tienen es más que merecido.

P: ¿Es el cine una oportunidad para hacer política?

R: El cine es un arma cultural y la cultura es una herramienta política importantísima. A través del cine se transmiten una serie de ideas y de deseos que calan en el espectador. Todo lo reivindicativo es político y el cine es una buena opción para cambiar el mundo.

P: ¿Cómo ha sido trabajar con profesionales con una larga filmografía tras de sí, como Alba Flores o Ana Wagener?

R: Fue un honor compartir escenas con intérpretes de tal nivel. Todos los que hemos trabajado con Ana estamos de acuerdo en que facilita a los demás que tengamos las cosas claras en lo que queremos hacer. Es un trampolín a que uno mismo se replantee las cosas y cuide los detalles. Y Alba es un animal cinematográfico, con mucha personalidad y grandes dosis de talento.

P: ¿Alguna anécdota especial del rodaje?
R: Más que momentos específicos, destacaría que según iba avanzando el proceso de grabaciones, se generaron en el equipo más y más conversaciones interesantes porque cada vez éramos más conscientes de la importancia de lo que estábamos transmitiendo con este largometraje.

P: ¿Había soñado alguna vez con estar nominado a los Premios Goya?

R: Lo he deseado muchísimas veces pero me parecía un pensamiento muy loco. No hay que idealizar los objetivos profesionales porque terminan resultándonos algo marciano, que jamás nos podría llegar a suceder. Hay que romper ese misticismo y entender que es un agradecimiento a un buen trabajo. Me hizo muchísima ilusión pero quiero llevarlo teniendo los pies en la tierra.

P: ¿Cómo ha recibido el equipo las cinco nominaciones?

R: Ha sido un subidón. Yo estaba seguro que la canción de Rigoberta Bandini estaría entre las nominadas, no me sorprendió. Pero el resto de categorías han sido un regalo para todos. Ha sido un año complicado, con apuestas muy fuertes y, aun así, hemos tenido la suerte de que la industria nos haya dado un puesto dentro de este reconocimiento. Es una oportunidad tremenda y estamos, francamente, felices.

P: ¿Qué le diría a alguien que está dudando de si ver o no la película?

R: Desde que se estrenó, mucha gente me ha hecho saber que han ido a ver la película con personas de su entorno y gracias a eso les ha ayudado a abrir sus mentes, cambiar su voto político o a aceptar y entender ciertas cosas que nos rodean en el día a día. Es una película muy ligada a la política y animo a que cualquier persona pueda verla y disfrutarla. Las cosas están cambiando pero no lo han hecho todavía. Hay que seguir avanzando.