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El PCE exige que se investigue al intendente y a la Policía de Ponferrada por el caso Muñoz
Isabel Maroto exige la apertura de una investigación interna en la Policía Local del Ayuntamiento y que se esclarezca si hubo corrupción policial
Sólo el PCE exige que se siga investigando al jefe de la Policía Local de Ponferrada, el intendente Arturo Pereira, por el caso Muñoz. La secretaria comarcal de la formación, Isabel Maroto, es la única que ha alzado la voz para exigir al Ayuntamiento de Ponferrada que abra una investigación interna exhaustiva que esclarezca si hubo corrupción policial cuando el 13 de marzo de 2018, durante otro episodio de violencia entre el ahora condenado y su exmujer, Raquel Díaz, ella llamó al 112 desesperada pidiendo socorro pero nadie acudió a la vivienda de Santo Tomás de las Ollas en que residían, aunque el servicio de Emergencias sí emitió el aviso a la Policía Local y a la Nacional.
Para Maroto, el silencio del Ayuntamiento de Ponferrada sobre este episodio y la posible implicación de alguien de la Policía Local "es atronador".
Cabe recordar que cuando se produjeron esos hechos Muñoz era concejal de Bienestar Social(por Coalición por el Bierzo) y cogobernaba el Ayuntamiento de Ponferrada con el PP. Gloria Fernández Merayo era la alcaldesa. Después, cuando tuvo lugar en Toreno el terrible episodio de violencia en que Raquel Díaz quedó parapléjica y con gravísimos daños neurológicos (27 de mayo de 2020), Pedro Muñoz también era concejal (CB) y formaba parte del equipo de gobierno junto al PSOE y Podemos, con el socialista Olegario Ramón como regidor del Consistorio.
Para el PCE, es "muy grave" que el jefe de la Policía Local de Ponferrada supiese que se estaba produciendo violencia de género en la vivienda que compartían Pedro Muñoz y su segunda mujer, la abogada leonesa Raquel Díaz, tal y como Pereira aseguró durante la instrucción del caso a la fiscal. Por ello, desde el PCE exigen responsabilidades "a los que fueron y son concejales de Seguridad" y la apertura de una investigación interna dentro de la Policía Municipal para sacar a la luz lo que desde su formación llaman "posible corrupción policial".
Lescún dedujo entonces testimonio contra los agentes que estaban de guardia aquella noche, aunque no contra Pereira. El juzgado número 6 de Ponferrada investigó esos hechos, aunque la propia Raquel Díaz anunció hace unos días que ella y su abogado volverán al juzgado para que se investigue ese episodio, con declaración de los agentes, Pereira y el Ayuntamiento entre la prueba solicitada.
Raquel dio la primera pista en 2020
Cuando Raquel Díaz, la víctima de esta historia de terror, despertó del coma y empezó a recuperarse, quiso declarar ante el juez. En octubre y noviembre de 2020, maltrecha y aún muy medicada, Raquel declaró en los juzgados de Ponferrada y asistió a la reconstrucción de los hechos en la que ella llama la 'casa de los horrores' de Toreno.
Fue entonces cuando Raquel habló en sede judicial de las "amistades peligrosas" de Pedro Muñoz y contó que ella ya había intentado pedir ayuda, "pero estaba Arturo por el medio y se dedicaba a lo que se dedica. Arturo no quiso hacer nada", relató, en referencia al jefe de la Policía Local.
El intendente de la Policía Local de Ponferrada, el veterano Arturo Pereira, fue llamado entonces a declarar. A preguntas del Ministerio Fiscal, Pereira llegó a decir que Raquel "fabula" y -bastante de sí con las incisivas preguntas de la fiscal, Inés Lescún- hasta aseguró que él también había escuchado por Ponferrada "que era Raquel quien maltrataba a Pedro Muñoz". No explicó por qué, si sabía de supuestos malos tratos entre la pareja, nunca se tomó ninguna medida, ni cómo pudo ser que al episodio de 2018 en que Raquel pidió ayuda se le diera tan poca importancia en la Policía Local sin saber cuál iba a ser el resultado final.
Cuando en septiembre de 2023, y tras una larguísima instrucción del caso, por fin se señaló la fecha de la vista oral para diciembre en la Audiencia Provincial de León, Raquel ya llevaba meses con un nuevo abogado ("vi el sumario y perdí mi confianza en el anterior") y éste, el gallego Felipe Patiño, incluyó entre la prueba solicitada la declaración de Pereira y de los agentes que (no) intervinieron en la petición de socorro de Raquel al 112 en 2018. La fiscal no había pedido su declaración. La Sala Tercera aceptó toda la prueba propuesta: Pereira y seis agentes tuvieron que declarar, aunque ninguno quiso hacerlo presencialmente sino por videoconferencia, desde el juzgado de Ponferrada.
Hasta la fecha, nadie ha explicado por qué en la ficha de asistencia a Raquel Díaz había una extraña anotación: 'Pedro Muñoz' y una dirección donde Raquel jamás vivió.
El teléfono desde el que pidió socorro nunca estuvo a nombre de Pedro Muñoz, como dijo Arturo Pereira en la instrucción del caso.
En la noche del 13 de marzo de 2018 Raquel Díaz y Pedro Muñoz mantuvieron una discusión acerca de una fotografía que tenían en el domicilio que compartían en su vivienda habitual de Santo Tomás de las Ollas. A las 00:33 horas, Raquel estiró la mano desde el sofá y llamó al 112 sin que su marido se diese cuenta. La llamada quedó grabada en el servicio de la Junta. Nadie hablaba, se oían gritos y llantos, y el operador registró así la llamada en el chat que da cuenta de las emergencias a la Policía Nacional y a la Local de Ponferrada, como establece el protocolo. "Se escucha a alguien llorar de fondo. Nadie responde. Se oyen gritos de una mujer. El varón intenta tranquilizarla, le dice que quiere estar con ella. Ella grita por favor. Se corta la comunicación". Rellaman, pero nadie contesta el teléfono.
- ¿Saben qué ocurre?, preguntan desde el 112 a la Policía Local de Ponferrada.
- Desconocen qué ocurre, confirman que la dirección es correcta.
"Cuando Muñoz se dio cuenta de la llamada, colgó y estampó el móvil contra la pared. Y me dijo que ni se me ocurriera volver a llamar al 112", ha contado Raquel en varias ocasiones y en su declaración en la Audiencia.
"Él ya me dijo que nadie del 112 me haría caso porque lo tenía todo controlado con su poder porque tenía muchos amigos poderosos", declaró Raquel, que señaló directamente a "su amigo Pereira". Por aquel entonces, Muñoz era concejal de Bienestar Social de Ponferrada.
"Si me hubieran asistido, quizá ya no me habría casado, le habría denunciado y ahora no estaría en esta silla de ruedas", se lamenta Raquel.
Ni el intendente ni cinco agentes supieron explicar en el juzgado quién transformó el aviso de auxilio de Raquel al 112 en 2018 a "ruido de vecinos". Pereira se desentendió de toda responsabilidad y se la trasladó a sus subordinados. "Eso tendrá que preguntárselo a ellos, yo no estaba allí", respondió a Patiño.
Pereira es el máximo responsable de la Policía Local de Ponferrada desde hace dos décadas. Es doctor en Derecho y diplomado en Criminología. Da clases de Derecho en la Uned (entre sus alumnos estuvo Pedro Muñoz), pero no supo -o no pudo- explicar por qué no se asistió a Raquel Díaz en aquel momento tan desesperado.
"Yo no tenía ni idea de todos estos hechos", "Tengo una relación estrictamente profesional y mínima con Muñoz", "No he estado en su casa, no hemos cenado juntos, no hemos ido de vacaciones juntos ni fui a su boda"... "¿Que el agente pudo ver todo el chat y lo vio? Tendrá que responder él, yo no puedo hacerme cargo", "Yo eso no se lo puedo aclarar si el agente leyó que había una mujer llorando", "No todas las llamadas al 112 son de emergencias" (!!), "Entenderá que no estoy tratando de ocultar nada", "Yo no estaba en el lugar de los hechos", "Es posible que el agente no viera la primera parte del chat del 112", "La operativa fue desde mi punto de vista impecable" (!!), "Si usted me sesga la información, es probable que yo cometa algún error", "Eso se lo tiene que preguntar a otro, yo no estaba"...
"Todos los datos de la ficha los cubre el 112, y sin posibilidad de manipulación por parte de nuestros agentes. A mí no me puede usted exigir eso, es cosa del 112", "El error sería del compañero del Cecor al volcarlo", "Puede que cometiéramos un error".
A por qué se puso en contacto con la familia de Raquel Díaz para pedirles que emitieran un comunicado en defensa de "su honorabilidad" cuando Raquel lo señaló en sede judicial, Pereira aseguró que cuando se le citó para declarar como testigo se fue de allí "con el convencimiento de querellarme contra ella". "Yo nunca pedí a la familia que viniera a mi despacho" (la familia confirma que sí).
El entorno de Raquel explica que que redactaran un comunicado que fue elaborado entre el anterior abogado de Raquel y otro abogado amigo de Pereira.
Raquel Díaz confía en que las diligencias del juzgado número 6 de Ponferrada se reabran e indaguen sobre el verdadero motivo de que nadie atendiera su llamada de auxilio y si pudo ocurrir algún tipo de manipulación caciquil para que no se atendieran sus llamadas, tal y como su marido le había advertido en muchas ocasiones, como declaró ella misma en la Audiencia Provincial de León en diciembre.
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En la noche del 13 de marzo de 2018 Raquel Díaz y Pedro Muñoz mantuvieron una discusión acerca de una fotografía que tenían en el domicilio que compartían en su vivienda habitual de Santo Tomás de las Ollas. A las 00:33 horas, Raquel estiró la mano desde el sofá y llamó al 112 sin que su marido se diese cuenta. La llamada quedó grabada en el servicio de la Junta. Nadie hablaba, se oían gritos y llantos, y el operador registró así la llamada en el chat que da cuenta de las emergencias a la Policía Nacional y a la Local de Ponferrada, como establece el protocolo. "Se escucha a alguien llorar de fondo. Nadie responde. Se oyen gritos de una mujer. El varón intenta tranquilizarla, le dice que quiere estar con ella. Ella grita por favor. Se corta la comunicación". Rellaman, pero nadie contesta el teléfono.
- ¿Saben qué ocurre?, preguntan desde el 112 a la Policía Local de Ponferrada.
- Desconocen qué ocurre, confirman que la dirección es correcta.
"Cuando Muñoz se dio cuenta de la llamada, colgó y estampó el móvil contra la pared. Y me dijo que ni se me ocurriera volver a llamar al 112", ha contado Raquel en varias ocasiones y en su declaración en la Audiencia.
"Él ya me dijo que nadie del 112 me haría caso porque lo tenía todo controlado con su poder porque tenía muchos amigos poderosos", declaró Raquel, que señaló directamente a "su amigo Pereira". Por aquel entonces, Muñoz era concejal de Bienestar Social de Ponferrada.
"Si me hubieran asistido, quizá ya no me habría casado, le habría denunciado y ahora no estaría en esta silla de ruedas", se lamenta Raquel.
Ni el intendente ni cinco agentes supieron explicar en el juzgado quién transformó el aviso de auxilio de Raquel al 112 en 2018 a "ruido de vecinos". Pereira se desentendió de toda responsabilidad y se la trasladó a sus subordinados. "Eso tendrá que preguntárselo a ellos, yo no estaba allí", respondió a Patiño.
Pereira es el máximo responsable de la Policía Local de Ponferrada desde hace dos décadas. Es doctor en Derecho y diplomado en Criminología. Da clases de Derecho en la Uned (entre sus alumnos estuvo Pedro Muñoz), pero no supo -o no pudo- explicar por qué no se asistió a Raquel Díaz en aquel momento tan desesperado.
"Yo no tenía ni idea de todos estos hechos", "Tengo una relación estrictamente profesional y mínima con Muñoz", "No he estado en su casa, no hemos cenado juntos, no hemos ido de vacaciones juntos ni fui a su boda"... "¿Que el agente pudo ver todo el chat y lo vio? Tendrá que responder él, yo no puedo hacerme cargo", "Yo eso no se lo puedo aclarar si el agente leyó que había una mujer llorando", "No todas las llamadas al 112 son de emergencias" (!!), "Entenderá que no estoy tratando de ocultar nada", "Yo no estaba en el lugar de los hechos", "Es posible que el agente no viera la primera parte del chat del 112", "La operativa fue desde mi punto de vista impecable" (!!), "Si usted me sesga la información, es probable que yo cometa algún error", "Eso se lo tiene que preguntar a otro, yo no estaba"...
"Todos los datos de la ficha los cubre el 112, y sin posibilidad de manipulación por parte de nuestros agentes. A mí no me puede usted exigir eso, es cosa del 112", "El error sería del compañero del Cecor al volcarlo", "Puede que cometiéramos un error".
A por qué se puso en contacto con la familia de Raquel Díaz para pedirles que emitieran un comunicado en defensa de "su honorabilidad" cuando Raquel lo señaló en sede judicial, Pereira aseguró que cuando se le citó para declarar como testigo se fue de allí "con el convencimiento de querellarme contra ella". "Yo nunca pedí a la familia que viniera a mi despacho" (la familia confirma que sí).
El entorno de Raquel explica que que redactaran un comunicado que fue elaborado entre el anterior abogado de Raquel y otro abogado amigo de Pereira.
Raquel Díaz confía en que las diligencias del juzgado número 6 de Ponferrada se reabran e indaguen sobre el verdadero motivo de que nadie atendiera su llamada de auxilio y si pudo ocurrir algún tipo de manipulación caciquil para que no se atendieran sus llamadas, tal y como su marido le había advertido en muchas ocasiones, como declaró ella misma en la Audiencia Provincial de León en diciembre.