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Castilla y León supera las 1.400 muertes atribuibles al calor desde 2020

Entre las personas de más de 60 años, el riesgo de mortalidad aumenta un 20% durante una ola de calor

Castilla y León supera las 1.400 muertes atribuibles al calor desde 2020
Termómetro marcando temperaturas por encima de los 40 grados. (Foto: Ical)
R.C.G.T
R.C.G.T
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Las muertes atribuibles a las altas temperaturas en Castilla y León alcanzan las 1.448 desde el 1 de enero de 2020, 159 en los casi seis meses transcurridos de 2023, según se desprende del último informe del sistema de vigilancia MoMo del Instituto Carlos III de Salud y que publica EFE. 

El MoMo calcula el número de muertes atribuibles al calor como la diferencia entre la mortalidad estimada sin episodios de exceso de temperatura y el mismo valor cuando los termómetros suben por encima de lo normal. Lo hace a partir de datos reales de las partidas de defunción de los registros civiles, de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) y del Instituto Nacional de Estadística (INE).

Las altas temperaturas registradas en España en 2022 fueron responsables de un total de 5.876 defunciones en España, 715 en Castilla y León. De ellas, 579 en el periodo comprendido entre el 1 junio y el 30 de septiembre. Y es que el pasado año fue el más cálido desde 1961, con una temperatura media de 15,5ºC, según la AEMET.

La primera ola de calor de este estío, con mínimas por las nubes que se saltan el umbral del sueño, ya se han cobrado dos muertes por exceso de temperatura en España. Y no parece que el termómetro vaya a dar mucha tregua pese a la masa de aire frío que llega.

Así, se espera un verano más caluroso y más lluvioso de lo normal en España que puede suponer un nuevo golpe para las personas más vulnerables. Especialmente, para las mayores con enfermedades crónicas.

Entre las personas de más de 60 años, el riesgo de mortalidad aumenta un 20% durante una ola de calor y este riesgo aumenta hasta el 40% en las personas de entre 80 y 90 años. Las causas de mortalidad durante periodos de ola de calor son principalmente por problemas mentales y del sistema nervioso.

En general se trata de pacientes con problemas psiquiátricos, pero también personas que toman medicamentos psicotrópicos (como enfermos de alzhéimer o demencia), que provocan una reducción de la eficacia de los mecanismos termorreguladores que los desprotege frente a las altas temperaturas.

Otros motivos que se han asociado a los decesos por exceso de calor son las enfermedades cardiovasculares, respiratorias, renales y del sistema urinario.

Las denominadas noches tropicales, con una sensación de bochorno constante, obligan al cuerpo a realizar un trabajo extra para poder ventilar y disipar el calor interno, acabando con aquello de dormir a pierna suelta.

Cuando los días son muy calurosos, con una elevada humedad ambiental, y las mínimas se quedan por encima de los 20 grados centígrados, las temperaturas dentro de las casas se sitúan por encima de ese valor. Y, por encima de los 22 grados, resulta complicado poder descansar en condiciones.

El Instituto Nacional de Estadística (INE) también ha publicado esta semana el informe 'Defunciones según la Causa de Muerte', en el que se revela que entre la primavera y el verano pasados, cuando se pulverizaron los máximos históricos de temperaturas, se produjeron 122 golpes de calor mortales en España. Esto supone un incremento del 159% con respecto a los 47 de 2019 en el conjunto nacional.

También se produjeron en el conjunto nacional 233 casos de deshidratación, que subieron un 113,7% en comparación a los 109 del año prepandemia. Ambas causas provocaron un total de 355 decesos en España, un 89% más que en 2021, cuando fueron 189, según el INE.

El Consejo de Ministros dará luz verde a principios de julio al Observatorio de Salud y Cambio Climático. La idea es que este nuevo departamento investigue y frene los efectos de las temperaturas extremas en la salud humana en un momento en el que los veranos son cada vez más largos y calurosos.

Y es que Human Rights Watch ha advertido que España no está haciendo lo suficiente para proteger a las personas más vulnerables de las temperaturas extremas.