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El neumólogo Miguel Barrueco tras su jubilación: "Hay que recuperar el valor de ser médico"
El neumólogo Miguel Barrueco, uno de los 32 homenajeados en el Colegio de Médicos por su jubilación
"Ser médico es la divina ilusión de que el dolor sea goce, la enfermedad salud y la muerte vida", con esta cita de Gregorio Marañón se ha despedido de su profesión el catedrático de Medicina y jefe del Servicio de Neumología en el Hospital de Salamanca, Miguel Barrueco. Él ha sido uno de los 32 doctores que este jueves, 22 de junio, han sido homenajeados por el Colegio de Médicos, tras llegar al culmen de su profesión.
En su discurso ha recordado el inicio y fin del Hospital Clínico, coincidiendo apertura y cierre con sus etapas profesionales. "La medicina es una profesión milenaria que se ha vendido como una ciencia, un conocimiento y un arte, este arte tiene que ver con el paciente, trasmitir sentimientos y emociones".
"El buen médico trata la enfermedad, el gran médico trata al paciente que tiene la enfermedad. Este concepto tradicional de la medicina ha sufrido diversas modificaciones debidas a la evolución de la sociedad, hasta llegar a la actualidad, donde hemos ejercido todos nosotros".
"La mayoría de los que estamos aquí hemos atendido a todo tipo de pacientes, unos como médicos especialistas y otros como médicos de Atención Primaria, gestión, enseñanza e investigación. Lo cierto es que hemos vivido una época privilegiada de la medicina, algunos ayudasteis a nacer la medicina de familia y la reforma de la Atención Primaria con la creación de los centros de salud.
Barrueco ha asegurado "hemos considerado a los pacientes, han sido fruto de nuestros desvelos. No los hemos cuestionado como clientes, los hemos atendido con una asistencia longitudinal. Lo hemos practicado con ellos y con sus familias, es esencia de nuestra medicina. Finalmente, ha pedido "recuperar" el valor de ser médico y "transmitírselo" a la sociedad, "una mano no es sustituible por el ordenador".
Aunque "nos esperan cambios vertiginosos", sobre todo por las posibilidades que ofrece la Inteligencia Artificial, lo cierto es que "los algoritmos no tienen sentimientos ni sentidos" y es importante que los nuevos médicos sepan que la "la transferencia de sentimientos es algo que no se aprende con una aplicación".
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