Lo mejor de la primera parte, el empate. El Salamanca CF UDS se vio superado sobre el terreno de juego por un equipo local bien posicionado, con las líneas muy cerradas y consiguiendo la profundidad que los visitantes no encontraron en la totalidad de los primeros 45 minutos. A base de controlar el balón y, sobre todo, el centro del campo, además de anular a Antonio Amaro, los catalanes dominaron. 

Además, la directriz estaba clara: frenar cualquier ofensiva del Salamanca de la manera que fuera. De hecho, la falta de tarjetas amarillas por parte del colegiado favoreció esa dureza e intensidad defensiva del Sant Andreu, que no permitió jugar a los blanquinegros. Eso sí, como estamos hablando de fútbol. Una jugada a balón parado en el último segundo antes de llegar al descanso dio esperanza de cara a lo que estaba por venir. 

La puso Miguelito en diagonal, para que Marco Tulio recibiera entre dos defensores y controlara, rematando de forma imparable para el guardameta local.

Hasta el momento, el Salamanca no solo no había tirado entre los tres palos, tampoco se había acercado al área rival. Con una presión muy adelantada, dificultaba la salida de balón de su rival y generaba, especialmente por el perfil zurdo, colgando balones en búsqueda de Arranz. Faltaban ayudas a Javi Navas, aunque los dos centrales, especialmente Souley se mostraban seguros atrás. 

El primer gol del partido, sin embargo, llegó tras robo. La defensa del conjunto charro anduvo lenta y totalmente desordenada sin salir al paso de Carreón, sólo pudo mirar el zapatazo del jugador del equipo local que sorprendió a Jon. El guardameta, a pesar de que llegó a tocar el balón, no consiguió evitar que entrara. 

Los del barrio de Sant Andreu se vinieron arriba y dos ocasiones más de Arranz pusieron contra las cuerdas al Salamanca. La primera un disparo desviado, que se marchó a la derecha de la portería de Jon y, la segunda, un disparo dentro del área pequeña, tras un milimétrico pase de Rodríguez que consiguió salvar Jon. 

Sin embargo, poco conoce al Salamanca el que diga que a la primeras de cambio se da por vencido. Los últimos cinco minutos fueron los mejores de los visitantes, que con un disparo de Gabri (espectacular) y un saque de esquina muy envenenado, aunque sin rematador, avisaron de lo que estaba por venir: el gol. 

OTRA HISTORIA EN LA SEGUNDA MITAD 

El segundo capítulo de la historia fue bien distinto. Los blancos mostraron otra cara, con intención de jugar el balón, encontrando a Gabri Salazar y apareciendo Diego Benito en decisiones ofensivas. Además, con las líneas más juntas en defensa y un paso adelante, llegando a presionar al jugador con balón, impidieron crear a sus rivales. 

Eso sí, pese a esa intentona inicial, las fuerzas parece que duraron poco a los charros, que se centraron únicamente en defender. Con el fin de cambair la dinámica, Diego Benito se sentó por Mati y adelantó la posición Antonio Amaro y, además, en el 74 entró David Franco por Alvarito. Finalmente, entraron Peli y Padilla, por Marco Tulio y Gabri Salazar. 

Poco más que contar en la segunda parte, tocaba y tocada el Sant Andreu, pero ahora sí, el Salamanca no dejaba huecos; ni una jugada peligrosa creo el equipo local, ni un tiro entre los tres palos. El Salamanca era un muro y quería mantener el empate.