En el Aeropuerto de Salamanca se encuentra la Escuela de Pilotos más antigua y de mayor consideración de España. En 1974 se bautizó con el nombre de Escuela Nacional de Aeronáutica (la ENA) y desde el año 2000 se denomina Adventia, European College of Aeronautics.

En 2011 la Escuela se encontraba en poder del Grupo MRS cuando el emporio empresarial entró en concurso. Y la Cámara de Comercio y la Confederación de Empresarios (hoy CEOE CEPYME) de Salamanca, lograron salvarla comprándola por menos de 500 euros. A partir de 2012, gracias a un nuevo impulso en la gestión y al apoyo de la Universidad de Salamanca y de SENASA, la USAL se comprometió a respaldar sus títulos como Centro Adscrito, y el Rector Ruipérez y Juan Antonio Martín Mesonero (Presidente de Cámara de Comercio y de la patronal de Salamanca) lograron que el Consejo de Ministros en su sesión de 18 de julio de 2014 reconociera por primera vez en España el título de Grado Oficial en Piloto de Aviación Comercial y Operaciones Aéreas. Todo ello a pesar del riesgo que estaban asumiendo sus administradores puesto que la Escuela seguía encontrándose en un momento económico muy complicado, cercano a la causa de disolución.

Ahora, más de una década después de una compra simbólica para salvar una Escuela que tenía dos millones de euros de deudas, en un ejercicio del 'más difícil todavía', la directiva de CEOE CEPYME Salamanca encabezada por Diego García, Elena Borrego, Sergio Pérez ha pretendido su venta a través de un consultor de dudosa reputación que prometía dos millones de euros por su venta en septiembre de 2022 a cambio de una jugosa comisión.

Entenderán los lectores el malestar que expresan numerosos representantes empresariales y académicos ante las últimas noticias que se van conociendo sobre la controvertida gestión de venta de la escuela de pilotos ADVENTIA, ante el incuestionable dato de su pérdida de valor durante el último año de gestión del nuevo consejo de administración. De las iniciales ofertas, no aceptadas, cercanas a los 2.000.000 de euros, a la última 'viva' de 500.000, se han 'esfumado' 1.500.000 euros, patrimonio de los Empresarios de Salamanca agrupados en CEOE Cepyme por obra y gracia de las decisiones de los responsables en los que se había depositado la confianza para su administración. No se ha de olvidar que es CEOE Cepyme quién designa a la presidenta y resto de miembros del Consejo de Administración de la Compañía.

Pese a algunas intencionadas informaciones siempre interesadas, la realidad de los datos se impone demostrando tanto la solvencia del proyecto como la desidia (queremos pensar, para no elucubrar sobre otros motivos más espurios) de quienes están demostrando su incapacidad de darle la adecuada continuidad y de ser igualmente incapaces de manejar un problema generado por ellos mismos.

ADVENTIA, UN MODELO DE GESTION

En abril de 2012, la Fundación Salamanca Progreso, previamente constituida por Confaes (hoy CEOE CEPYME) y la Cámara de Comercio adquiere ADVENTIA por un precio simbólico. La idea era salvar de la quiebra una empresa emblemática para Salamanca, que por aquel entonces arrastraba pérdidas de 2,7 millones de euros, mantener más de 50 puestos de trabajo y colaborar a la actividad del Aeropuerto civil.

Con la inestimable colaboración de la USAL se consigue, en menos de un año, dotar a la Escuela del titulo de 'Grado de Piloto de Aviación Comercial y Operaciones Aereas'.

Sumado al Grado, una adecuada gestión y la colaboración estrecha con los principales actores del sector aeronáutico: Compañías aéreas, Senasa, Sepla, etc, se consigue posicionar, en un corto espacio de tiempo, a ADVENTIA en los puestos más altos del ranking europeo y una de las más prestigiosas a nivel internacional (Ranking Garofali).

A muy corto plazo este conjunto de acciones consigue revertir la situación de 'quiebra técnica' manteniéndose en todos los ejercicios posteriores saldos altos de tesorería acreditándose los buenos resultados a través y como demuestran las prescriptivas Auditorias. A ello se suma una rápida recuperación de las cifras de matriculaciones que se encontraban bajo mínimos en el momento de la adquisición. De ello se derivó el aumento del 100% de las horas de vuelo y por consiguiente de utilización del aeropuerto que se convirtió en uno de los de más actividad del Oeste español.

¿Y, AHORA QUÉ ESTÁ PASANDO CON ADVENTIA?

Los datos, son incuestionables?, y públicos? Entonces, sorprende la postura de quienes, desde los Órganos de Gobierno de la Confederación, deciden deshacerse de la Compañía nada más ser nombrados hace poco más de un año, desprendiéndose de un importante patrimonio legado por sus antecesores en sus puestos de una propiedad compartida con cada uno de sus asociados.

Probablemente no habría objeción a los acuerdos, acertados o no, tomados de forma estatutaria por los Órganos correspondientes.

Pero muchos se preguntarán con qué criterios y con qué derechos se permiten privar a los empresarios a los que dicen representar, de los más de un millón y medio de euros que han perdido (cómo explicamos al principio, de las ofertas iniciales cercanas a los dos millones, se ha llegado en esta fecha a una única de quinientos mil).

Y todo ello con formas cuando menos cuestionables y hasta cierto punto extrañas como la contratación de un consultor para negociar la venta sin que hasta el momento se conozcan sus honorarios y su actividad (cómo dato, es importante conocer que este profesional, según datos públicos concurrió al concurso que dotó al Ayuntamiento de Salamanca del técnico, recientemente cesado por el escándalo de los Jeques, obteniendo la puntuación más baja de todos los aspirantes). Y a mayor abundamiento, recordar también la rocambolesca situación de la facilitación de documentación reservada a la competencia directa de la Escuela y los presumibles acuerdos de venta con ellos en diciembre del 2022.

En fin, llegados a este punto parece que el asunto comienza a quemar en las manos de quienes, alegremente, abordaron una operación que seguramente no llevarían a cabo en sus propias empresas, contemplando como, un bien valioso que deberían custodiar por obligación, se deprecia por días sin querer asumir ninguna responsabilidad sobre materias claves, como la compra de aviones nuevos, que tendrá que afrontar el nuevo titular de la Escuela.

Y aparece ahora la opción de que la Universidad pudiera hacerse cargo del desaguisado posibilidad a la que se aferran como a un clavo ardiendo por imprudencia ignorando que 'las cosas de palacio van despacio'. Conste, que ante la incapacidad demostrada por los directivos de Ceoe Cepyme en este último año, sería una de las opciones de salvar para Salamanca la Escuela, pero surgen algunas preguntas: desde el punto de vista empresarial, ¿qué cantidad podría aportar la Universidad?.

Conociendo la lentitud administrativa, ¿para cuándo la decisión en firme por parte de la USAL?. en estos plazos ¿puede deteriorarse o perjudicarse más la escuela?

En definitiva, a los pobres socios de la Confederación de Empresarios sólo les queda la incertidumbre de si van a recuperar algo de lo dilapidado por sus representantes que han querido jugar a las empresas como jugábamos a 'las cocinitas' cuando éramos infantes y si, al final Adventia, la Aduana de Salamanca (casualmente filial de Adventia, llamada CITYCESA y con acciones a su vez en el Centro de Transportes), y alguna más no acabarán 'gratis total', en manos de los de siempre.

Los experimentos con gaseosa.