Un espacio innovador dentro del centro comercial que apuesta por la cultura y el entretenimiento en directo
El Clínico en el recuerdo: "Se ha quedado pequeño para un montón de especialidades que no existían antes"
El que fuese fotógrafo del Complejo hasta 2016, Andrés Arroyo, espera "que el salmantino se sienta identificado y lo sienta como algo suyo"
Las paredes que acogieron el primer llanto de varias generaciones de salmantinos y el último de otros tantos caen, poco a poco, después de casi 50 años en pie. Los hospitales son lugares de alegría y tristeza, de nacimiento y muerte, de investigación, cura y profesionalidad. También guardan miles de historias y han presenciado momentos clave en la vida de las personas. Momentos que se asocian a un lugar que, con nuevos tiempos, pone la vista en nuevos desarrollos.
Pero para asimilar su importancia, es necesario conocer su historia. El edificio del Hospital Clínico fue un gran adelanto para Salamanca. El 13 de octubre de 1970 fue puesta la primera piedra de un centro que sería clave para la ciudad y que ahora se encuentra en plena demolición.
Los planos del arquitecto Martín José Marcide Odriozola, quien falleció en 1972, tres años antes de la inauguración del centro, fueron la hoja de ruta para levantar este edificio. Arquitecto de la Seguridad Social, Marcide Odriozola contaba con amplia experiencia en la construcción de hospitales, siendo el encargado de hacerlo en gran parte de los que se levantaron en este país a mediados del siglo XX.
El origen del Complejo Asistencial Universitario de Salamanca (CAUSA) se remonta a 1965, cuando se inaugura el primer centro hospitalario, Virgen de la Vega, y el Centro de Especialidades anexo al mismo, compuesto por varios centros. Fue en 1975 cuando se pone en marcha el edificio Materno-Infantil y el Hospital Clínico, dependiente de la Universidad Civil de Salamanca hasta 1987, cuando se integra en la red de la Seguridad Social. Con el paso del tiempo, comenzaron a formar parte del complejo el Hospital Virgen del Castañar de Béjar en 1999, el Hospital de Los Montalvos en 2003 y el Centro de Especialidades de Ciudad Rodrigo en 2006.
El Hospital Clínico de Salamanca comenzó a funcionar después de una inversión de un presupuesto de 428.926.998 pesetas, y con una apertura escalonada por secciones. Así lo recuerda a Ical el que fuese fotógrafo del Complejo hasta 2016, Andrés Arroyo, y resalta el valor que tuvo el desarrollo de las especialidades en este centro. Cuando todo comenzó, traumatología y cirugía aún no se habían separado, y oncología estaba comenzando.
"El Clínico se ha quedado pequeño para un montón de especialidades que no existían antes y que se han ido creando ahí dentro y necesitaban más espacio", relata, sobre el edificio que fue "un gran referente para la ciudad".
Arroyo recuerda de manera anecdótica la convivencia entre el Clínico y el Virgen de la Vega. El segundo, de mayor antigüedad, era la "masa madre", y en el arranque del segundo no se libraron de "disputas" entre los médicos de uno y del otro por considerar "quiénes eran los mejores". Asimismo, en su comienzo, existió una duplicidad de servicios muy competitivos. Pero cuando se unieron, pudieron beneficiarse del trabajo y de la categoría de ambos.
Los muros que han sido casa y han recogido anécdotas, historias y vivencias para trabajadores como Andrés Arroyo desaparecen poco a poco. El paso del tiempo ha castigado a esta estructura que, el antiguo fotógrafo del CAUSA considera que las personas encargadas del mantenimiento cuidaron de la mejor manera posible. El problema no fue ese.
Las paredes del Hospital Clínico guardaron "muchos años muy buenos y muy fructíferos" y de ellas "ha salido gente muy buena", afirma Arroyo. Pero también relata cómo en su recta final el personal sólo quería que comenzara la actividad en el nuevo para poder contar con más espacio, calidad y material para trabajar. "Antes teníamos algunos servicios muy buenos a nivel nacional e internacional, pero ahora cada vez nos estamos saliendo de ello", explica.
"Tenemos un hospital que es impresionante, tanto el centro como el personal. El problema es que, por la razón que sea, políticamente, lo pueden dejar caer", señala, con la esperanza puesta en que esto no suceda.
Con el recuerdo en este "gran referente", trabajadores como Andrés Arroyo no han querido ver cómo cae poco a poco su estructura. "Son muchos años, mucha gente y muchas historias" reconoce, además de que a más de uno "se nos caen las lágrimas" cuando pensamos en ello.
"Espero que el salmantino se sienta identificado y lo sienta como algo suyo. Aun con todos los problemas que hay, mucha gente del hospital lo entiende como una cosa suya, como una de las cosas buenas que tenemos y que hemos solucionado", cuenta Arroyo sobre el lugar donde nacimos. Ahora, el nuevo edificio, "que está tirando para arriba de una manera impresionante", supone un nuevo lugar que seguirá acogiendo esos primeros y últimos llantos, cura, esperanza e investigación en un referente de la sanidad.
Se aconseja el uso de cadenas en caso necesario y mantenerse informado sobre el estado de las vías
Precauciones, recomendaciones y cadenas para afrontar la nieve en carretera sin riesgos
La concejal María Carpio y el procurador Javier Teira recogen inquietudes del barrio, como el impacto en la seguridad y la calidad de los servicios públicos