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El CENIE y la USAL recogen en una guía los retos de la intergeneracionalidad

La publicación ha sido presentada en la sede del Consejo Económico y Social de España (CES) en Madrid

El CENIE y la USAL recogen en una guía los retos de la intergeneracionalidad
V.T.P.C
V.T.P.C
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La Fundación General de la Universidad de Salamanca, a través del Centro Internacional sobre el Envejecimiento, ha presentado la 'Guía para la Intergeneracionalidad: convertir los retos de las sociedades longevas en oportunidades', una investigación realizada en el marco del 'Programa para una sociedad longeva', cofinanciado por el Programa Interreg, España-Portugal, POCTEP, 2014-2020, del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER), y que ha llevado a cabo la consultora mYmO, a instancias del CENIE, en la que han colaborado algunas de las voces más prestigiosas del país en el ámbito del estudio y la aplicación de políticas de intergeneracionalidad.

La presentación de esta guía ha tenido lugar en la sede del Consejo Económico y Social de España (CES) y ha contado con la apertura institucional de su presidente, Antón Costas, quien ha reconocido que "el aumento de la esperanza de vida a partir de la segunda mitad del siglo XX es el mayor logro de la humanidad. Tenemos que preservarlo, extendiéndolo a todos los grupos sociales, al margen de su 'código postal' donde viven puedan beneficiarse de este progreso social y evitando que crisis económicas como la de 2008 o la crisis de la COVID-19 puedan hacer retroceder este logro especialmente para grupos sociales frágiles".

Además, Costas ha afirmado que "la esperanza de vida con buena salud aparece como la palanca más importante a la hora de medir los factores que determinan la capacidad de las sociedades para aumentar la eficiencia en la generación de bienestar. Su impacto es mayor que los otros factores analizados: renta per cápita, apoyo social, libertad de elección, ausencia de corrupción y generosidad. Las poblaciones con vidas más saludables son las que mejor aprovechan los recursos de los que dispone una sociedad. Es necesario invertir más en salud no sólo porque afecta más al bienestar de la población, sino también porque contribuye a un uso más eficiente de los que depende el bienestar. Y, especialmente, invertir en la infancia".

Por su parte, Óscar González Benito, director de la Fundación General de la Universidad de Salamanca, quien ha acompañado al presidente del CES en la apertura, ha asegurado que "hemos desarrollado el CENIE para abordar todos los retos de la transición demográfica puesto que vivimos más años que deben de ser. Somos el Centro Internacional sobre el Envejecimiento, pero escapamos de todas las connotaciones negativas que tiene el envejecimiento. A través del proyecto 'Nuevas Sociedades Longevas', promovemos todos los aspectos positivos y connotaciones que tiene el aumento de la esperanza de vida. Pensamos en términos de oportunidades y no amenazas. Los retos son importantes, pero tenemos que aprender a vivir con la nueva estructura demográfica que es la intergeneracionalidad".

El constante crecimiento no solo de la esperanza, sino también de la duración de la vida, es la causa de que, por primera vez en la historia, cinco generaciones distintas, coincidan en un mismo espacio temporal. "Nuestra sociedad es más multigeneracional que nunca, y por ello, consideramos ineludible la necesidad de contribuir a una mejor comprensión de lo que ello significa, siendo este el principal objetivo de la Guía para la Intergeneracionalidad. Gracias a ella, además de definir correctamente lo que hoy debemos de entender por intergeneracionalidad, nos sirve para analizar las oportunidades e identificar las claves, herramientas y estándares intergeneracionales, para su aplicación directa en las distintas áreas de actuación que tiene CENIE", ha manifestado Eleonora Barone, autora e investigadora principal de la guía y CEO de mYmO durante la primera mesa de debate, titulada 'Guía para la Intergeneracionalidad: estimular el debate en la sociedad'.

Por su parte, la arquitecta Paz Martín ha reconocido que "está demostrado que un hábitat defectuoso o mal diseñado, favorece el aislamiento, la segregación y la soledad no deseada, disminuye la participación y el arraigo, deteriora nuestra salud y reduce nuestra esperanza de vida, afectándonos a todos por igual y en especial a las personas mayores".

La guía recoge los puntos de vista y opiniones de personas provenientes de áreas muy diversas; entre los que se encuentran académicos como María Luisa Forniés Arranz, Naiara Fernández Gutiérrez, Paloma Navas Gutiérrez, Francisco Olavarría Ramos y Matxalen Acasuso Atutxa; docentes como Mariano Sánchez Martínez, José Antonio Herce San Miguel, Sacramento Pinazo-Hernandis, Ignacio Chato Gonzalo, Cristina Montes Pastrana y Paz Martín Rodríguez; investigadores como Eduardo Madinaveitia Foronda, y emprendedores como Alfonso Basco Garrido-Lestache, Iñaki Bartolomé Martín, Beatriz Roca Albertos, Marta Sanz Massa, Meritxell Valls Martí, Beatriz Santamaría Trincado, Marichu Calvo de Mora González y Pedro Pomares Abad; que han contribuido a proyectar una mirada crítica, sobre las convenciones culturales, ideológicas y sociales negativas asociadas a la edad.

La presentación de la guía ha servido para abordar los nuevos escenarios derivados del aumento en la esperanza de vida, ya que entre todas las palancas que hacen posible el cambio en la percepción de la longevidad, la Intergeneracionalidad juega un papel clave, ya que es una herramienta fundamental para convertir los retos de las sociedades longevas en oportunidades.

DECÁLOGO

Entre los datos destacados, los expertos enfatizan el decálogo que recoge la guía:

1.- La creciente extensión en la duración de la vida es la causa de que, por primera vez en la historia de nuestra especie, no menos de cinco generaciones distintas, ampliamente representadas cada una de ellas, coincidan en un mismo espacio temporal. Nuestra sociedad es más multigeneracional y multiétnica que nunca.

2.- Pero dicha circunstancia no es en absoluto garantía de interacción, intercambio y colaboración entre generaciones. Se exige algo mucho más dinámico y profundo para que la cohabitación de varias generaciones derive en un auténtico ejercicio de aprendizaje y progreso mutuo. Ahí radica la necesidad y el sentido de la Intergeneracionalidad.

3.- Los programas y proyectos intergeneracionales posibilitan experiencias de relación y cooperación entre personas de diferentes edades a través de la transmisión y la vivencia conjunta y activa de conocimientos, habilidades, actitudes y valores.

4.- Una sociedad intergeneracional es más rica y capaz; se sustenta en la responsabilidad y el esfuerzo en común; y, por ello, se forja como una comunidad más cohesionada, resiliente y capaz de afrontar cualquiera de las transformaciones de su entorno, pues se basa en la experiencia y disposición de todos sus miembros.

5.- La Intergeneracionalidad pone a la ciudadanía en el mismo núcleo de su acción. Es su método y su fin, gracias a la potenciación del capital social incentivado por el aporte de una relación entre las personas basada en los principios del respeto, la escucha, la cooperación y los logros compartidos desde la gratuidad y la voluntariedad.

6.- La Intergeneracionalidad es el mejor antídoto contra el feroz individualismo que nos aísla, nos separa y nos empobrece. Contra cualquier forma de segregación o discriminación, sea por edad, condición social o económica, procedencia geográfica o falsas convenciones culturales, ideológicas o sociales.

7.- Solo las sociedades basadas en la inclusión, en la igualdad de derechos y deberes de los ciudadanos pueden aspirar con legitimidad a ser más justas y solidarias. Más fuertes por fundarse en el espíritu cívico de sus miembros, en la consciencia y conciencia de sus responsabilidades. Y en la potencia extraordinaria de la inteligencia y la innovación

8.- Las acciones intergeneracionales no se basan en el esquema básico de cualquier transacción -no enseña y otro recibe- sino en el ganar-ganar para todos; en una auténtica mutualidad, donde todos reconocen sus obligaciones y se hacen sabedores de sus aportaciones y sus logros.

9.- La Intergeneracionalidad supone la puesta en marcha de una acción, prolongada y sostenible, fruto no solo de la voluntad o el deseo, sino de una planificación rigurosa, de un proceso formativo e informativo constante, de una participación plena de todos sus participantes, incluido el imprescindible ejercicio de la medición y evaluación de los resultados. La Intergeneracionalidad nunca es una labor individual y sí permanentemente compartida.

10.- La dinámica intergeneracional posibilita la incorporación a la misma de las personas de edades avanzadas, enriqueciendo su autoestima, la puesta en valor de sus conocimientos y experiencias, al tiempo que disuelve las diferencias o estereotipos que pueden separar o enfrentar a las generaciones y les proporciona un sentido vital y social, un bienestar psicológico y una sustancial mejora en su calidad de vida.