Unionistas no acabó de encontrarse en el Cerro del Espino, en un encuentor en el que sí, es cierto, tuvo ocasiones, pero las llegadas fueron 'descafeinadas'. Faltó profundidad, faltó creatividad en el centro del campo y el Rayo fue eficaz en la que tuvo en la primera mitad. Tres puntos de oro que se pierden y vuelta a la pelea con uñas y dientes en la zona baja de la tabal. 

Resultaba extraño no ver ni a David Vicente ni a Jon Rojo en el once inicial. Las circunstancias, la salida de uno y la sanción por acumulación de tarjetas del otro, obligaron a Raúl Casañ a poner de inicio al recién incorporado Fran Rodríguez, además de la continuidad de Ramón Blázquez, que compartía banda con Juampa Barros. Pareja en el centro del campo; Beneit y Óscar Sanz, optando en banda derecha por Chapela. En la primera mitad, Borja Díaz hacía las veces de media punta, con De Miguel como hombre más adelantado. La portería volvió a ser para Alberto Sánchez, junto a Leal y Ramiro como centrales. 

Este dibujo provocó cierta inestabilidad en cuanto a posesiones largas y creatividad por parte de Unionistas que tan solo tiró a puerta en dos ocasiones, la primera en el minuto cinco de partido tras una falta lanzada por Ramón Blázquez. El esférico, directo al área, fue rechazo, cayendo en botas de Chapela, que golpeó de empeine, estrellando la pelota contra el poste de la portería local. Primer aviso que, sin embargo, fue respondido de la manera más cruel por el rival, el Rayo a los tres minutos anotó el primer gol, en un fallo de Unionistas. 

Alberto sacó de puerta, ganando el rechace el Rayo Majadahonda, en pérdida de Óscar Sanz, lo que pilló al equipo demasiado pasivo y totalmente solo Javi Ros, no solo se hizo con la pelota, sino que avanzó sin marca, para acabar disparando con pierna derecha, botando el balón en el momento en el que Alberto trataba de despejar. 

El partido así, comenzó con un ritmo elevado, llegadas al área continuas por parte de ambos conjuntos, que trataban de buscar superioridades con jugadas rápidas. Sin embargo, desde el tanto de Ros, poco a poco, el ritmo bajó y el Rayo, a pesar de que seguía teniendo la mayor posesión de balón, buscaba a Unionistas al contraataque. 

Beneit es todoterreno, pero tuvo menor presencia en ataque que en otras ocasiones, mientras que De Miguel no daba un pase la derechas. El centro del campo no daba sustento al equipo, mientras que atrás, eso sí, la solidez imperaba, sin ocasiones por parte de los vallecanos. De hecho, fue de Juampa Barros, la última ocasión de la primera mitad. En largo la puso Leal al desmarque de Juampa, que ganando la espalda a su defensor, se inventó un centro chut que acabó golpeando en el travesaño de la portería local. 

Nada más que contar con toda la segunda parte por jugar. Unionistas salió a empatar, valiente y a base de centros al área con más incorporaciones de Beneit, pero sobre todo, desde la banda derecha con Chapela. Además, Ramiro no continuó el partido, entrando en su lugar Pedraza. A este movimiento se unió posteriormente el de Losada por Fran Rodríguez, que además recibió su primera tarjeta amarilla con la camiseta de Unionistas. Provocó una peligrosa falta, solventada con un centro rematado de cabeza por De Iriondo, totalmente solo. 

Ese cambio en el minuto 65 volcó casi por completo a Unionistas en el área rival. Juampa Barros retrasó su posición y Blázquez cambio de lateral, pero Losada suponía un hombre más arriba. De hecho, su energía y capacidad para presionar la salida del balón, dio un chute de energía general al equipo, acrecentado por una incansable grada que se escucha desde Salamanca. 

Anteriormente y rozando los primeros diez minutos de segunda parte, primera clara ocasión de Unionistas. La puso Juampa Barros rasa al primer palo a la llegada de De Miguel, que llegó más tarde que su defensor y este envió el balón a córner. Sin embargo, de nuevo, respuesta clara del Rayo. Falló en el mano a mano el recién incorporado Jeisson, que ganó la espalda a sus rivales y recogió el pase en profundidad de Llamas, pero la envió demasiado larga. 

Faltaba un plus que trató de solventar Casañ con la incorporación de Unai Veiga por Borja Díaz, pero quedaba poco tiempo. Y a contrarreloj trabajó Unionistas, volcándose con todos sus jugadores al ataque. Centros, córners, jugadas ensaydas a balón parado... pero ningún remate. De hecho, David Rodríguez falló un mano a mano clarísimo que pudo significar la sentencia definitiva para Unionistas, aunque no definió bien y Alberto Sánchez, que supo aguantar, rechazó el balón.