La Antigua CB Tormes no pudo con la fortaleza bajo aro de Melilla (67-85) en un encuentro que quedó definido por el dominio del rebote del conjunto visitante que aprovechó tanto para correr en transiciones tras capturar en su aro como para sumar en segundas opciones cuando lo hacía en el rival. 

Aunque no fue un duelo con grandes diferencias en los cuartos, sí que Melilla ganaba los tres primeros con claridad, sobre todo el segundo, en el que Orrit, en la dirección y metiendo la velocidad necesaria en cada momento, y los pívot visitantes mantuvieron siempre el partido controlado con un Ndiaye que se lucía en diferentes aspectos del juego.  

Todo parecía resuelto al finalizar el tercer cuarto con 16 arriba para los visitantes pero La Antigua hizo un último intento a base de triples y velocidad de la mano de Navarro y García y sumaba un parcial que daba esperanzas y dejaba en el luminoso el 59-68. Pedía tiempo muerto Melilla para resituar piezas y volvía a coger las riendas Orrit para despejar dudas. Nuevo arreón visitante aprovechando que los tiros lejanos de La Antigua no estaban bien elegidos y el duelo quedaba claramente decidido.