La Alianza UPA-COAG ha dado un paso más en su objetivo de defender los derechos de los ganaderos que, según declaran, llevan "sufriendo trabas para destinar sus ternenos al cebadero" desde el pasado 1 de enero en Castilla y León. Por ello, han puesto en manos de su gabinete jurídico la posibilidad de emprender medidas legales ante las distintas administraciones. 

La Alianza advierte así, actuar contra quienes han sacado esta norma "tan absurda e incongruente" e insiste en reclamar "sentido común" para buscar que todas las medidas que se adopten en relación al saneamiento ganadero sean un avance en la buena dirección que permita una mayor flexibilidad para las explotaciones y una mejor salida al mercado de las producciones ganaderas de la comunidad.

A esta "posible actuación" a nivel de legal, se suma el comienzo de las gestiones tanto en Bruselas como en Madrid para que se actúe de "inmediato" eliminando desde Europa la obligación que existe de realizar pruebas de saneamiento en los movimientos de terneros cuando estos se vendan a cebadero cuyo único destino es el matadero.

Según cuentan, "el perjuicio es tan grave que cuando una semana normal en un mercado tan importante como el de Salamanca estaban entrando miles de terneros, en la última semana los animales que han llegado apenas ha sido un centenar, lo que demuestra el perjuicio que están sufriendo los productores". 

Ante este daño económico, la Alianza UPA-COAG asegura que "va a llegar hasta las últimas consecuencias a la hora de reclamar indemnizaciones", además de "analizar las posibles repercusiones que a nivel legal tiene que desde las administraciones públicas se esté imponiendo una obligatoriedad que es irracional y que supone una aberración  desde todos los puntos de vista". 

La organización define esta situación como "incongruente", desde el punto de vista de la eficiencia. "Estamos ante una aberración administrativa en forma de imposición, que supone a efectos prácticos que desde primeros de año los profesionales del sector tengan que sanear a los terneros que van a ir al cebadero con 30 días de antelación, o durante el saneamiento de la explotación seis meses antes del movimiento", señalan. 

Y continúan en el comunicado: "Una vez más, estamos ante políticas irracionales y que vuelven a caer en el mismo error repetido en los últimos años de buscar cualquier resquicio burocrático para perseguir y poner al límite de su resistencia a los ganaderos. Los mismos que actúan con esta severidad ejecutan su ligereza mirando para otro lado al permitir campar a sus anchas a la descontrolada fauna silvestre, que provoca accidentes mortales a diario en las carreteras, y que además es la causante de un porcentaje elevadísimo de los casos positivos que sufre la cabaña ganadera".