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La Universidad de la Experiencia, la oportunidad para que los mayores reciban clases en la USAL
Más de 1.200 personas mayores de 55 años se forman en las distintas sedes que el programa tiene en Salamanca, Zamora y Ávila
Van a clases, asisten a charlas, conferencias y actividades culturales, tienen una asociación de alumnos y disfrutan como el que más de la vida universitaria. Pero, en este caso, el acceso a la Universidad se produce cuando ya han acabado o encaran el final de su vida laboral, cuando estudiar es una oportunidad para hacer lo que no pudieron hacer en su juventud o para mantener intactas sus inquietudes formativas.
El Programa Interuniversitario de la Experiencia de la Universidad de Salamanca es la apuesta por fomentar el envejecimiento activo para los mayores que quieran acceder a la formación universitaria. Se trata de un programa organizado por las universidades de la Comunidad y que financia la Junta de Castilla y León. En la caso de Salamanca, las dos universidades de la capital charra se han adherido a este programa.
"En la USAL lleva ya un par de décadas implantado y tiene una aceptación muy grande. Cada vez son más los alumnos que quieren participar, siempre hay gente que se queda fuera y es porque ofrecemos una variedad de formación con asignaturas en todas las áreas de conocimiento", cuenta Francisco Javier Rubio, director del programa en la Universidad de Salamanca.
Y es que en esta Universidad de la Experiencia pueden participar personas mayores de 55 años. "Son personas que encaran el final de su vida laboral y quieren reengancharse a la formación. Antes era un poco más tardía la incorporación al programa, pero se vio que quizá si la gente se engancha antes de terminar el ciclo laboral luego es más fácil continuar. Vemos un espectro de personas desde los 55 años hasta mayores de 90 que llevan más de 15 años cursando el programa", explica su director.
De hecho, el perfil de los participantes es muy variado. Tanto personas que sí pudieron estudiar y quieren seguir ampliando su formación como personas que nunca pudieron acceder a los estudios o solo tienen estudios básicos y quieren acudir a la Universidad. "Para ellos acceder a la Universidad de Salamanca es un reto y una ilusión", asegura Rubio.
Aunque se trata de estudios no oficiales y formación no reglada, los participantes tienen enseñanzas en varias disciplinas y durante tres años. Por un lado, hay asignaturas obligatorias para esos tres cursos: psicología e historia en primero, arte y neurociencias en segundo y literatura y derecho en tercero. Por otro, la formación se completa con itinerarios formativos, que son grupos de asignaturas en función de áreas temáticas, y se centran en un itinerario científicio, uno humanístico, un itinerario de ciencias jurídicas, uno de patrimonio y arte salmantino y otro de salud. Se trata de itinerarios optativos y se cursa uno cada año.
Según explica Francisco Javier Rubio, "la formación dura tres años, pero como la demanda era muy alta y a los mayores se le hacía muy poco estar solo tres años existen lo que se llama los diplomados o los posgraduados, que pueden seguir cursando asignaturas sine die con un programa más adaptado para una vez que terminan el equivalente al grado".
Asimismo, durante el año se organizan diferentes actividades complementarias para fomentar la participación general de todos los alumnos del programa. "En estas actividades no están segregados por clases y son sobre todo charlas y conferencias de formación general de todo tipo de temas. Estas charlas suelen hacerse los miércoles y a veces concurre mucha gente y se hace un foro de debate muy interesante. También contamos con la ayuda en un programa paralelo que no solo va dirigido a la Universidad de la Experiencia sino que a toda la ciudadanía mayor de 55 años y que financia el Ayuntamiento. A mayores, también hay talleres de idiomas, de informática, tienen un grupo de coro, de teatro y un club de lectura", añade Rubio.
El programa tiene siete sedes en tres provincias: Salamanca, Ciudad Rodrigo, Béjar, Zamora, Toro y Benavente y Ávila. En Salamanca las clases son principalmente en la Facultad de Geografía e Historia y también algunas en Traducción e Interpretación. "Tenemos una lista de espera de unas 150 personas porque para las primeras matrículas tenemos un número máximo de 90 personas", explica Rubio.
El proceso de matrícula es parecido al del resto de alumnos. Para los alumnos de nuevo ingreso en primero en mayo se abre la prematrícula a través de un formulario en internet o de forma presencial en el aulario de San Isidro. Una vez finalizado el plazo se realiza un sorteo y se van escogiendo por orden alfabético. A partir de segundo la matrícula está asegurada. El precio de la matrícula es de 80,10 euros al año para primero, segundo y tercero y de 55,10 euros para los antiguos alumnos. Tienen carné universitario con acceso a párking, descuentos, acceso a museos, etc.
ALUMNOS
El perfil de los alumnos es muy variado. "Hay mayoría de mujeres que de hombres y en algunas sedes las mujeres son casi totalidad. Esto es porque en décadas anteriores, por desgracia, la mujer no pudo estudiar y ahora han visto la oportunidad de hacerlo. Por edades, hay personas que casi no se han jubilado y otros muy mayores, la media de edad ronda los 65-70 años. En cuanto al nivel de estudios, al principio se suele hacer una encuesta, pero eso no influye porque las clases son participativas, abiertas, divulgativas, no se hacen exámenes, no se pasa control de asistencia, etc. El nivel de estudios es variado y hay de todo, desde personas licenciadas a gentes sin estudios. Las clases son accesibles para todo el mundo y los profesores son profesores de la universidad y expertos", cuenta el director del programa.
"Su experiencia es muy positiva y, por lo general, la gente está muy contenta. Siempre hay cosas que gustan más y que gustan menos, pero, en general, están recibiendo clases de profesores de la Universidad de Salamanca y ellos lo reconocen y están contentos. El programa marcha bien y la respuesta de los alumnos es muy positiva", asegura.
El programa ha vuelto a la normalidad este curso tras dos años difíciles por la pandemia en los que tuvo que transformarse, la igual que el resto de la educación, a formación online. "Nos supuso un reto tratándose de las personas a las que va dirigido, pero fue muy existoso. Evidentemente, las cifras de matrícula descendieron muchísimo y no todo el mundo tuvo la capacidad o las ganas de ponerse a descubrir estas herramientas digitales, pero el éxito fue bastante importante porque pudimos continuar con el programa, que era la idea. Consistía en hacer clases virtuales con una conexión que era común a varias sedes".
"Una vez superado ese escollo el año pasado fue semipresencial, sobre todo a partir de enero de 2022, que comenzó con cierta normalidad, y este año se ha vuelto a la normalidad. Hemos casi recuperado cifras prepandemia. Todavía hay trabajo por hacer, pero estamos muy contentos", concluye Rubio.
Y es que, este programa permite a muchos mayores mantener un envejecimiento activo y otros muchos cumplir un sueño que, diferentes circunstancias, no pudieron cumplir en su juventud. Hoy, la Universidad de Salamanca es un espacio abierto en el que hay alumnos de todas las edades para mantener formación a lo largo de la vida.
Ambas universidades han firmado un acuerdo por el que pondrán en marcha actividades conjuntas
El programa se desarrollará del 17 de marzo al 4 de abril y contempla torneos deportivos, jornadas de emprendimiento y un karaoke
La simulación de un juicio por parte de los alumnos ha sido una de las principales novedades.