Que el Racing Ferrol alcance a undécima jornada como colíder no es casualidad. No es que lo haya dicho Raúl Casañ, es que casi todos los técnicos que han ido midiéndose al equipo gallego han ido afirmando que los de Cristóbal son el equipo que, hasta el momento, mejor fútbol estaba realizando en el grupo. Un conjunto con continuidad respecto a la pasada temporada y que maneja sus movimientos ofensivos de memoria con auténticos puñales desde las bandas y jugadores muy peligrosos en llegada de segunda línea. Por eso, y porque además venía de perder en Córdoba y ante su afición era de esperar el que quisieran sacarse la espina, seguro que a Unionistas no le sorprendió el intento de salida en tromba de los del Racing de Ferrol.

De hecho el equipo salmantino se situó sobre el terreno de juego dispuesto a aguantar el chaparrón inicial, replegado alrededor de su área con un once que se protegía especialmente por dentro con tres novedades respecto a Ceuta en los nombres de Chapela, Nespral y Borja Díaz.

Las llegadas por banda, tanto por la de Vicente como por la de Pena eran constantes en esos minutos iniciales porque el Racing tenía mucha posesión. Con una presión alta recuperaba pronto y Unionistas tenía problemas para salir principalmente porque incorporaba pocos efectivos. Hubo algunos envíos peligrosos sobre el área de Salva, que generó alguna incertidumbre con un par de salidas arriesgadas, pero el dominio local no se traducía en ocasiones claras y Unionistas, bajo la dirección de Nespral que también casó a la perfección con Óscar, poco a poco se iba a asomando a campo contrario.

Comprobó que en la salida de balón podía provocarle alguna indecisión a su rival y así nació la que iba a ser su primera ocasión y además el primer gol. Un robo en zona de tres cuartos, toque rápido buscando entre líneas la espalda de la defensa y un balón que parecía irse escorado buscando la línea de fondo pero que De Miguel bregó para alcanzar y sorprender a todos con un disparo de primera que le salió perfecto porque sorprendió al portero que veía, situado en el primer palo, como se le colaba entre su cuerpo y la madera hacia el fondo de la portería.

El tanto dejó sorprendido al Racing que pasó algunos minutos de incertidumbre que dieron para varios envíos sobre su área y un chut de Beneit que buscaba el travesaño y el guardameta envió a córner. El partido se abría porque Unionistas se había soltado hacia arriba y en esa aparición de espacios sí que el Racing mostraba que tiene colmillo sobre todo en la figura de Heber.

Suyo fue un centro chut peligroso y ya en el tramo final del primer tiempo, con el Racing más volcado, aparecía Salva de la Cruz para evitar que se moviera el marcador con dos acciones. Primero ante una falta en la frontal golpeada por Pascual y después a un remate de Justo que buscaba de volea el primer palo y envío a córner. Entre medias también una llegada con peligro de Unionistas pero Chapela no pudo golpear bien en el área y todo quedó tal cual estaba cuando el colegiado pitó el descanso.

Con 45 minutos por delante no se debía conformar Unionistas aunque parecía evidente que el Racing iba a intentar meter más ritmo al partido, algo que los de Casañ no acababan de permitirles. La pena fue no poder concretar una oportunidad clarísima en una contra en superioridad tres para dos que acabó con disparo al lateral de la red de Beneit.

Ante un Racing Ferrol que cada vez se veía más ansioso por llegar al área, Unonistas trabajaba de forma estajanovista en tareas defensivas, sobre todo en la presión sobre la zona de creación de su rival que cada vez podía elaborar menos y buscaba más las llegadas directas o acciones personales como la protagonizada por Heber que acabó pidiendo penalti sin que el colegiado dudara en señalar continuidad al juego.

El achuchón final de los gallegos era lógico pero Unionistas aguantó de pie aunque tuvo que ver como esta vez la madera se convertía en aliada y repelía el cabezazo de Vicente en el descuento y el rechace de Padilla en área chica tampoco se concretaba. Lo que en otros partidos se fue en los instantes finales, esta vez se quiso quedar con los de Casañ saldando así cierta deuda. Unionistas lo hizo: volvió a ganar en A Malata, que veía marcharse los tres puntos por primera vez este año, y sigue creciendo. Sigue puliéndose y ya se ve brillo, como el de su elástica dorada.