Era el partido para ganar de una vez en casa. A pesar de las bajas, las ganas de ganar delante de la afición alimentadas durante toda la semana, invitaban a ser optimistas, pero ay cómo se empezó y menos mal que se mejoró. El San Fernando dominó en la primera media hora de encuentro, se vino abajo después de la primera mitad y ahí Unionistas encontró su juego. 

Con la baja médica de Ramón Blázquez y la sanción de David Vicente, Raúl Casañ apostó de inicio por Antonio Leal en el lateral derecho, mientras que los centrales se mantuvieron; Mario Gómez y Ramiro, situando de nuevo a Jon Rojo en el lateral izquierdo. El medio del campo, sin recambio claro por la baja de Nespral, para Óscar Sanz y Tropi, más protagonista en el terreno de juego; las bandas para Chapela y Beneit, y arriba Losada y Carlos de la Nava. Habitual 4-4-2 para comenzar le encuentro con lluvia en el Reina Sofía y un tanto retrasado el equipo, que no presionó de primeras, más pendiente de las ayudas en el centro del campo. 

De manera enérgica y en apenas dos minutos, ocasiones para ambos equipos. Primera jugada de ataque para los andaluces con un disparo de Chaira, que rechazó Salva de la Cruz, bien colocado y atento a pesar de la que estaba cayendo. Seguidamente, hasta dos córners forzó Unionistas, únicas llegadas al área en media hora de los charros. El que tenía el balón era el equipo a las órdenes de Salvador Ballesta y, por tanto, el que tenía las opciones de generar peligro. 

Más concretamente, las acciones de peligro se concentraban en la banda izquierda, donde Antonio Leal aprobó el propósito impuesto. Sin embargo, lo que no se conseguía era combinar, los balones en largo no tenían destinatario, no se encontraba cómodo el conjunto charro con balón y además, sufría sin él. Así, llegó el tanto del San Fernando CD. En una buena jugada por derecha iniciada por Rubén del Campo, Lanchi remató totalmente solo dentro del área para batir sin dificultad a Salva de la Cruz, quien no pudo hacer nada.

La respuesta local llegó con un disparo fuera del área de Óscar Cruz, desviando a córner el esférico Perales y fue a través de disparos como Unionistas conseguía poner a prueba al guardameta del equipo local. Ahora bien, poco a poco y con paciencia, rozando la media hora de partido, los blanquinegros empezaron a jugar en campo rival. Primera jugada: centro al centro del área desde la banda derecha de Losada, que ganó la espalda de los jugadores del equipo rival y por muy poco no llega Beneit. 

Segunda oportunidad: tras una falta cometida por Farrando, que le costó la primera amarilla del partido, Chapela disparó directo, haciendo volar a Perales. La sintonía se repetía, llegó poco el equipo andaluz, pero transformó la más clara que tuvo y Unionistas no. 

De nuevo y ya a punto de acabar la primera parte. Chapela tuvo en sus botas el empate. Taconazo de Tropi en el pico del área para la llegada del extremo diestro que roza el palo largo de la portería de Perales. Unionistas se hizo con el dominio en los últimos minutos, pero de poco le sirvió, el luminoso no se movió (0-1).  

La segunda mitad comenzó con la misma intención que el final de la primera: empatar. De hecho, no espero ni cinco minutos el entrenador de Unionistas para introducir cambios en el terreno de juego. De Miguel cambió por Losada en el 50 y pasados los primeros veinte minutos modificaciones todavía más ofensiva; Leal se sentó y entró Juampa Barros, mientras que Chapela hizo lo propio por Mawi. 

Y una acción tras otra con un Unionistas volcado, el gol debía y tenía que llegar. Después de un primer gran acercamiento de cabeza de Ramiro en un balón colgado al punto de penalti, llegó el tanto charro de la manera, quizás más fea, pero que vale igual. Centro desde la banda izquierda de Juampa. No consigue atrapar Perales y Tropi, dentro del área, la enchufa al fondo de la portería consiguiendo el empate. 

Después de la primera meta conseguida, Unionistas no se conformó. Con continuas incorporaciones al ataque de Juampa Barros se siguió creando especial peligro y la tuvo en seguida De Miguel para poner el segundo en el marcador. Voló sobre el borde del área pequeña para cabecear abajo. Buenos reflejos en esta ocasión de Perales, que devolvió a su equipo la que antes había fallado. 

El partido se puso feo en los últimos compases. Muchas interrupciones, mucha pérdida de tiempo y un colegiado que veía como se le marchaba de las manos poco a poco el control del partido. Expulsó al entrenador del San Fernando, Salva Ballesta. 

Se pudo ganar, se mejoró en la segunda parte, pero no fue suficiente para pasar del empate. De nuevo, Unionistas se queda con ganas de más, no por cómo se empezó, sino por cómo se acabó. Los cambios mejoraron la versión del equipo y el empate vuelve a demuestra que se compite contra cualquiera.