La comparación es algo en lo que caemos de manera constante de manera errónea, tanto si nos miramos al espejo viendo el reflejo de otros como si buscamos el propio en otras fases de nuestra vida. Cuando una temporada comienza es inevitable que en los primeros pasos surja la comparación con lo visto el año anterior y más cuando se vienen de éxitos como los acumulados por Perfumerías Avenida y además se está en una campaña en la que la plantilla ha sufrido una remodelación importante, con varias caras nuevas y entre ellas la mayoría en su primer aterrizaje en la Liga española.

Este Avenida necesita paciencia y tiempo y eso es algo con lo que no es sencillo que conviva un equipo que tenga las caras que tenga siempre es el rival a doblegar y tiene un punto de autoexigencia más allá del que se plantean otros. El crecimiento se hace mejor desde las victorias y también desde las sensaciones y este Avenida aun está en la búsqueda de las segundas porque tiene demasiadas jugadoras que no han encontrado su lugar y eso impide al equipo rodar como tal. 

Se ganó a Canarias pero sin acabar de encontrar fluidez que es evidente que tampoco hubo ante Valencia ante Supercopa. Hace falta tiempo, entrenamientos y que las jugadoras se vayan encontrando aunque la competición no perdona y somete a un examen continuo que en Lugo ponía de nuevo a prueba al equipo salmantino que además en el Pazo no contó apenas con las dos piezas que ahora mismo son las que determinan sus posibilidades.

Avisaba Íñiguez tras la primera jornada de que este equipo ahora mismo no está para ganar partidos por decenas de puntos y va a tocar sufrir y es el propio conjunto el primero que debe tomar conciencia de ello.

Aun con la ausencia de Julia Reisingerova, ahora mismo la única referencia interior totalmente solvente y diferencial de la plantilla-, Durán Maquinaria Ensino plantó de inicio una zona 2-3 que se le atravesó a las de azul desde el inicio y marcó su devenir ofensivo todo el partido.

Faltaba movimiento, también velocidad en la circulación y cuando se encontraba la opción de tiro no encontraba aro ante un Ensino que con transiciones rápidas y cargando muy bien el rebote ofensivo -debe también de Avenida que no cerraba bien y se mostraba blando atrás-, cogía el mando en el marcador y obligaba al tiempo muerto de Íñiguez, 11-6.

Tras la segunda de Fasoula, Crvendakic entraba al cuatro y, aunque más al 'tran tran' que de manera fluida, poco a poco Avenida iba encontrando puntos. McCall anotaba el primer triple para el 15-13 y poco después la que sumaba de tres era Leo Rodríguez para el 17-16 con el que finalizó el primer cuarto.

Esos primeros aciertos desde larga distancia a los que se sumó Crvendakic parecieron tranquilizar al equipo al menos en ataque porque atrás seguían apareciendo desajustes que permitían acciones de ataque sencillas para Lugo y el marcador se mantenía así equilibrado. Una buena acción defensiva tras saque de fondo, con recuperación y canasta de Jefferson situaba el 28-31 a favor de Avenida y provocaba el primer tiempo muerto de Pernas.

Un triple de Blanca Millán, en uno de esos saques de fondo o banda que aun pilla en algún despiste a la defensa azulona, con respuesta de Jefferson dejaba el marcador al descanso en 31-35 con la mala noticia de ver a Silvia Domínguez irse al banquillo echándose la mano a la zona de los isquiotibiales.

Comenzó el segundo tiempo con dos pérdidas de McCall que resarció con un triple para poner la máxima hasta el momento para Avenida que de manera definitiva no iba a poder contar con Domínguez, claramente coja cuando regresaba de vestuarios. Mandaba el equipo salmantino pero sin conseguir romper en el marcador y tras tres ataques errados en tiros aparentemente cómodos aunque igual precipitados, pedía tiempo muerto Íñiguez. Había que seguir atacando esa zona 2-3 de Lugo y, sobre todo no perder el orden atrás porque en situaciones de tiro Blanca Millán o Roundtree no perdonaban.

Con las interiores sin encontrar opciones claras en su zona de influencia tampoco entraban los tiros exteriores que buscaba Gulbe en un final de cuarto raro con varias faltas dudosas e interrupciones continuas que dejaban todo abierto para el tramo final, 46-51. 

En un momento en que el equipo sigue buscando su autoestima el gran problema llega cuando el aro cada vez se hace más pequeño y a Avenida se le acentuó ese problema en el inicio del último parcial con una sucesión de errores que primero facilitó que Ensino se le echara encima y después le abocó a un final en el que no era fácil adivinar quién era la mejor para tener el balón porque se sucedían malos tiros y pérdidas. Con Lugo tres arriba se entraba en los últimos dos minutos a los que Avenida llegaba con solo cuatro puntos sumados en el cuarto. 

Con la mano absolutamente encogida cualquier intento fue en vano y Avenida se dio de bruces con su actual realidad y es que hay por delante mucho más trabajo del que cabría pensar.