La Supercopa, ese torneo al que parece que se le da mayor o menor relevancia en función del resultado que obtenga Perfumerías Avenida, ya tiene primer finalista: Valencia ganó porque tuvo más callo, supo entender mejor el partido, y además contó con la inspiración de una Salvadores, literalmente imparable. Se puede decir que hoy por hoy va veinte niveles por encima del resto. 

Al duelo le costó entrar en temperatura porque falló la tensión pero no la de los dos equipos si no la destinada a generar la luz en el pabellón de Mendizorroza lo que obligó a parar el juego con 0-3 en el marcador primero y después en el inicio del segundo cuarto. Frenazos que después de un pitido inicial siempre pasan factura y en este caso, sobre todo en el inicial que fue más largo y se marchó casi al cuarto de hora, afectó más a Perfumerías Avenida que comenzó errático en el tiro y se fue a un porcentaje muy bajo en el primer cuarto. Mucho más metido Valencia o por lo menos a dos jugadoras del equipo ché y es que entre Cox y sobre todo Salvadores capitalizaron los puntos de su equipo en el primer parcial, 17-12.

Un primer cuarto en el que Avenida tuvo que ver muy pronto como una pieza importante como Crvendakic se iba al banco con dos faltas y en la rotación exterior nadie daba con la fórmula para evitar los tiros de un acertada Salvadores, que muy rápida, aprovechaba cualquier bloqueo para sacar ventaja. Avenida sumaba desde dentro gracias a la superioridad de Reisingerova aunque las dos faltas de Carrera llevaban a Valencia situar a sus dos torres dentro y ahí aparecían menos situaciones favorables.

Salto inicial (Foto: FEB)

Valencia había aprovechado en el primer cuarto el poco acierto de Avenida para rebotear y correr así que tocaba aplicarse tanto en el balance como intentar mejores situaciones de tiro y Avenida se fue entonando a medida que avanzaba el segundo parcial. Primero apareció Leo Rodríguez, después Gulbe respondía al triple de Gulich demostrando que las grandes de Avenida también las saben meter y Avenida remontaba para situarse por delante y obligar al primer tiempo de Burgos que devolvía a Salvadores a la pista.

La alero rompía la sequía de su equipo que durante unos minutos volvía a madnar en el duelo. Íñiguez daba entrada a la pista a Silvia Domínguez y Yoyo Nogic  que en su primer ataque sumaba un 2+1 mientras que la capitana leía perfectamente la situación y buscaba a Reisingerova que emergía con todo el potencial que se le reconoce para ganar varias situaciones en la zona.

Sumado todo ello a un triple de McCall, muy activa al rebote, Avenida lograba irse al descanso con su máxima renta hasta entonces, 36-43.

McCall junto a Ouviña (Foto: FEB)

En la reanudación la defensa zonal 2-3 de Valencia para intentar solventar los problemas ante Reisingerova, funcionó lo que sumado a dos buenos ataques, de nuevo con Salvadores y este caso Gulich como protagonistas, le permitió sumar un 8-0 de parcial favorable que rompía 'Mo' Jefferson con un triple. No era la dinámica que le gusta a Roberto Íñiguez que veía a las suyas demasiado pasivas en el movimiento de balón y tras el tiempo muerto se subió un punto la intensidad y Avenida reaccionaba con canastas de McCall y Crvendakic.

El duelo repleto de alternativas, también de algunas imprecisiones, caminaba hacia una resolución igualada y seguramente resuelta favor del que más constancia defensiva lograra mantener. Valencia apostaba por un exterior de jugadoras similares Romero-Casas-Salvadores que merced a su intensidad y movilidad le daba buen resultado para entorpecer la circulación de balón de Avenida y en ataque las penetraciones de Salvadores, seguramente en su mejor partido, no encontraban freno. Ganaba fácil esos 1x1 y de su mano Valencia abría hueco antes de los últimos diez minutos, 63-56.

Reisingerova lanza a canasta (Foto: FEB)

Buscaba el equipo azulón fórmulas para frenar a la que parecía una irrefrenable Salvadores -acabó con 31 puntos y solo tres errores en tiro-, mientras que su rival se apoyaba en su acierto para centrarse en su defensa alterna de individual a zonal y Avenida agotaba su posesión en dos ataques sin conseguir lanzar. Una señal de alarma empezaba a sonar pero hubo una buena reacción primero con dos buenas defensas y después con siete puntos consecutivos de Cazorla, Reisingerova y Leo Rodríguez que obligaban al tiempo muerto de Burgos. Errores y aciertos, intercambio de golpes entre dos equipos aun saliendo de pretemporada pero acostumbrados a competir que entraban en los cinco últimos minutos con ventaja de dos puntos para las naranjas que los supieron jugar mejor. 

Se conocen mejor entre ellas y también tienen ese conocimiento de quien ha competido mucho en esta Liga y sabn que no hay que regalar un segundo -algo que tras este duelo seguramente aprendan también varias de las recién llegadas a Avenida-, y ahí fueron clave tanto un robo de Ouviña como una falta forzada y apretar al límite en defensa, bloqueando sobre todo los balones a Reisingerova, al comprobar que se permitía desde la tripleta. Aseguró el triunfo antes de entrar en la recta definitiva para alcanzar la final y dejar a Avenida sin posibilidad de título por segundo año consecutivo.