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Convivir con el Alzheimer: "Lo más difícil es distinguir que es la enfermedad la que hace estas cosas y no tu madre"

Una enfermedad degenerativa que acaba con la mente y después con el cuerpo. El diagnóstico precoz es la forma de ralentizar el proceso. Y las ganas de vivir

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Convivir con el Alzheimer: "Lo más difícil es distinguir que es la enfermedad la que hace estas cosas y no tu madre"
Tamara Navarro
Tamara Navarro
Lectura estimada: 2 min.

Muchas personas mayores se olvidan del nombre de alguien o pierden cosas de vez en cuando. Este tipo de olvido es normal. Pero, olvidarse de cómo llegar a casa, confundirse en lugares que una persona conoce bien o hacer preguntas una y otra vez pueden ser señales de un problema más grave. 

Lo cuenta al otro lado del teléfono la salmantina María, su nombre ficticio detrás de esta historia. Su madre ha cumplido 84 años y padece Alzheimer desde hace seis. Tiene alojada en su cerebro una 'bomba de relojería' que late lentamente. Nadie sabe cuándo explotará. Pero ya le ha condicionado su vida. A ella y a sus familia.

"Mi madre ha sido farmacéutica toda la vida, ha tenido un 'coco' excepcional, pero nos ha tocado tener Alzheimer", lamenta con la voz entrecortada. Los médicos le han diagnosticado una demencia, "estamos pendientes de que nos hagan un escáner desde el mes de febrero en la sanidad pública", todavía no les han dado cita.

Se queja de las pruebas que se realizan en Atención Primaria, son unas preguntas muy básicas, al final "si no conoces a la persona, tiene recursos para salir del paso... y vaya que sale". Cuenta que "es súper metódica y una luchadora nata, muy trabajadora, cuando fuimos al médico la primera vez y nos dijo lo que había no paró de ejercitar su mente para que la cosa no fuera a más". 

Primero fue una leve pérdida de memoria. Nada importante. Despistes. Citas olvidadas. Pequeñas meteduras de pata. Luego llegó la confusión, depresión, apatía... Se encuentra en una fase leve-moderada de la enfermedad. A mitad de camino. Su vida cotidiana ha dejado de ser normal. No pueden estar sola. "Lo más difícil es distinguir que es la enfermedad la que hace estas cosas y no tu madre, es súper complicado, una guerra", dice su hija. 

Aun así, se mantiene estable gracias a los medicamentos y a la estimulación de su memoria. Ahora se encuentra en la residencia Boni Mediero mientras sus cuatro hijos tratan de mantener vivos sus recuerdos. En el caso de María "intento que no se olvide de sus hermanos, de sus hijos, nietos... le llevo fotografías". 

Asegura que al principio no sabes qué hacer. "Me orientaron mucho en el CRE Alzheimer y en AFA Salamanca y me dijeron que debía hacer en ciertas situaciones. Por mucho que te esfuerces en cada persona el Alzheimer es un mundo", añade como consejo para otras familias que pasan por la misma situación. 

Ésta es una historia de gente corriente. De gente que sufre. La de 800.000 personas en toda España. Cada año se diagnostican en España unos 40.000 nuevos casos de esta enfermedad. En 2050 el número de pacientes ascenderá hasta los casi dos millones de personas en España. Más del 50% de los casos que aún son leves están aún sin diagnosticar. 

La vida es como un tapiz, tejido con recuerdos de personas y eventos. El tapiz exclusivo de tu vida te recuerda quién eres, dónde has estado y qué has hecho. Las personas que se encuentran en las primeras etapas de la enfermedad de Alzheimer y otras demencias suelen tener dificultades para recordar eventos recientes, pero luchan cada día por ser felices.

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