Si algo ha demostrado Raúl Casañ es sus ganas de hacer lo más versatil al equipo y, con ello, explotar los puntos fuertes de todos sus jugadores. En este caso y a sabiendas de las bajas en la zona más defensiva de su rival, el entrenador de Unionistas colocó a Mawi y Carlos de la Nava juntos como hombres más adelantados y las bandas para Beneit y Chapela. En el centro del campo volvió a cambiar ficha, optando por Tropi en vez de Óscar Sanz, junto a Nespral. En la línea de atrás Jon Rojo y David Vicente, y cambio de centrales. Mario Gómez se mantuvo en izquierda y Ramiro entró por Leal. 

El 4-4-2 se transformaba en defensa en un 4-3-3 con la incorporación de Beneit al medio del campo. El 'multiusos' del equipo blanquinegro es protagonista en todas las facetas del juego, su desgaste es ejemplar y las ayudas al lateral importantes. Otro nombre a destacar en la primera parte, el de Carlos de la Nava. Es cierto que no encuentra gol, pero lo que genera el capitán de Unionistas, su visión de juego y su presión adelantada en la salida de balón del rival, lo convierten en imprescindible. 

De hecho, la primera ocasión local llegó en botas de De la nava. De espaldas y de tacón dejó el balón a Mawi, que circuló a gran velocidad para la apertura de balón a la banda derecha. Chapela en velocidad remató y Pol despejó. Solo habían pasado tres minutos de partido. Y la tónica se mantuvo en un toma y daca. Ocasiones en ambas áreas, llegadas de ambos conjuntos, pese a que Unionistas tenía más balón. 

Susto en esa primera llegada al área del Fuenlabrada, pues de nuevo la delantera visitante ganó la partida a la defensa charra. Error que ha costado puntos en otros partidos (aunque con posible fuera de juego) y buena intervención de Salva de la Cruz al disparo de Diego García. El portero de Unionistas fue constante, tuvo varias paradas a lo largo de la primera mitad y su voz resonó en el estadio cada vez que debía comunicarse con la defensa. 

Sí se llegaba, sí se generaba, pero no se tomaban buenas decisiones finales. Faltaba un último paso con decisión. Disparo de Jon Rojo, escorado en banda derecha; casi llegada de Beneit en carrera al balón puesto desde el lado contrario por De la Nava; Mawi desde la banda izquierda en un centro-chut... el 'casi' estaba servido, pero Unionisas se deshinchó al borde de la primera media hora. 

Se crecieron los de Fuenlabrada, que con varios disparos forzaron a Salva de la Cruz, seguro en todas las ocasiones. Disparo de Javi Robles, de Salvador... todas con el mismo final. 

Y llegó el gol. Por primera vez Unionistas se adelanta en el marcador en lo que llevamos de liga en una nueva incorporación al ataque de Jon Rojo. El lateral de Unionistas con alma de extremo, recibió un balón atrás de Carlos de la Nava y definió a la perfección: raso y ajustado al palo puso el primero en el luminoso. 

Con el chute de verse por delante en el marcador, Unionistas salió a sentenciar el partido cuanto antes. Totalmente descolocada la defensa del Fuenlabrada, el equipo a las órdenes de Raúl Casañ vio espacios por todos los lados y con la rapidez del césped metió una velocidad más al partido. Primero Chapela, segundo también Chapela: Mawi en el círculo del medio del campo metió un pase interior a la carrera de Chapela, que no acertó en el disparo; posteriormente, al travesaño en una nueva salida de balón de Mawi. 

Y este último no solo reparte juego, sino que también las tuvo en sus propias botas: pase interior de Nespral a la carrera de Mawi, que se planta solo delante del portero, pero lanza al bolo. El desgaste era evidente y junto a un Tropi menos participativo con errores en la salida del balón, fueron los primeros en cambiar. En su lugar entraron Mario Losada y Óscar Sanz. 

De nuevo, no se ganó con los cambios. El equipo jugó sus peores minutos de partido volviendo a conceder espaldas y cediendo el control del balón. Al final, al contrario que en otros encuentros, el equipo se recogió, no quería arriesgar en demasías, pero se sufría. De hecho, Raúl Casañ cambió a Chapela en el 83 con la incoporación más defensiva de Juampa barros. 

Pero... se venía venir y llegó. No se sentenció cuando se pudo y se volvió a pagar caro. En una jugada a balón parado llegó el empate del Fuenlabrada. Centro desde la banda derecha y Bolaño remate en la línea del área pequeña. 

Por fin Unionistas se pudo adelantar en el marcador, pero no fue suficiente. No pudo controlar el marcador en los minutos finales, no supo matar el encuentro y, de nuevo, sensación de que se pudo hacer más, pero no se consiguió.