El precio de los carburantes ha sido uno de los grandes quebraderos de cabeza de la economía en los últimos tiempos, junto con el resto de energías (electricidad, gas), pero tras alcanzar en junio precios desorbitado hace ya 40 días que gasolina y diésel bajan casi sin descanso. El resultado, los precios más bajos en mucho tiempo, tanto que están en el mismo nivel que tenían cuando se anunció la rebaja de 20 céntimos en cada litro de carburante.

El día que el Gobierno anunció la bonificación de 20 céntimos, la gasolina costaba de media 1,846 euros/litro en la provincia y el gasóleo estaba en 1,887 euros/litro. En ambos casos, estaban en máximos históricos o casi. Para cuando llegó el primer día de aplicación de la medida, el 1 de abril, habían empezado a bajar y se abarataron hasta el límite de los 1,8 euros/litro, pero después iniciaron un largo ascenso; sin descanso en el caso de la gasolina, que no dejó de subir hasta su récord de 2,175 euros/litro en junio; en el caso del gasóleo, la curva se estabilizó y llegó a bajar durante mayo para alcanzar su récord, 2,12 euros/litro, a finales de junio.

Desde entonces, los precios de los carburantes han caído y según los datos del portal del ministerio están ya prácticamente al nivel del día en que se anunció la bonificación de 20 céntimos. Según el ministerio de Transición Ecológica, la sin plomo cuesta hoy 1,858 euros/litro y el gasóleo, 1,861 euros/litro. Es decir, los principales carburantes de automoción han regresado a los precios de antes de la bonificación y todo apunta a que bajarán a su menor nivel de la crisis... que en ningún caso será barato: hay que recordar que este mismo enero de 2022, hace ocho meses, el gasóleo costaba 1,3 euros de media en Salamanca y la sin plomo, 1,5 euros/litro.

La bonificación se aprobó para un primer período hasta el 30 de junio y, dado que para entonces los carburantes estaban en máximos, se prorrogó hasta final de año y ha sido en este período en el que parece que ha empezado a surtir efecto. Con los precios de los surtidores al nivel del día que se anunció la medida, la bonificación supone un ahorro extra tras muchos meses en los que los precios se han 'comido' su efecto.

El diésel, otra vez más caro que la gasolina

La otra consecuencia de la evolución de los precios ha sido el nuevo 'sorpasso' del diésel a la gasolina. El combustible que mueve el transporte y buena parte del parque de vehículos particulares ha superado este 6 de agosto en Salamanca el precio medio de la gasolina sin plomo. Esto es algo que sólo había ocurrido una vez en la historia.

Fue precisamente entre finales de marzo, antes de la bonificación, y principios de mayo. Entonces se explicó que su alza de precios se debía a la reducción de envíos de petróleo ruso. Después se abrió una brecha de 20 céntimos o más el litro entre diésel y gasolina, pero durante julio la sin plomo ha bajado con más fuerza y los precios han vuelto a igualarse este comienzo de agosto.