Salamanca va a sentir en sus carnes los efectos del Real Decreto de medidas de ahorro y eficiencia energética aprobado por el Gobierno. El citado documento dice textualmente que el "alumbrado de edificios públicos" que estén "desocupados" a las 22:00 deberá apagarse y que lo mismo pasará con los escaparates de las tiendas. No hay alusiones directas a las luces monumentales, pero doctores tiene la Iglesia y la ministra Teresa Ribera ya dio por sentado al presentar el Real Decreto que también están incluidas en el paquete. El propio alcalde de Salamanca lo asumía al ser pregutnado. En resumen, todo apunta a que dentro de una semana, cuando el Real Decreto entre en vigor, Salamanca tendrá que desenchufar su iluminación artística a partir de las 22:00 horas. A día de hoy se apaga a medianoche (1:00 durante los fines de semana).

Los efectos que puede tener una decisión semejante en una ciudad patrimonial como Salamanca están cantados. Los edificios públicos como pabellones deportivos no tendrán problemas de iluminación mientras haya equipos jugando o entrenando y nadie espera que haya quejas por apagar las sedes administrativas cuando anochezca, pero si hablamos de la Plaza Mayor, Anaya o San Esteban, la cosa cambia. El concejal de Turismo, Fernando Castaño, admitía a este medio que la media tendrá impacto en la ciudad porque el turismo 'nocturno' es esencial y que dejarles a oscuras será "malo", sin ambages. El alcalde, Carlos García Carbayo, esgrimia públicamente que la "Salamanca de noche" es una ciudad distinta a la de día y que "vivimos también de la iluminación artística".

En esta línea, aclaró que la ciudad "ya redujo las horas de luz artística" motu proprio y antes de que fuera obligatorio, ahorrando además por el camino. En lo que va de mandato municipal, según los datos facilitados por el Consistorio, se han renovado 3.233 luminarias del alumbrado público, con un ahorro anual de 382.000 euros; 1.155 luces artísticas, con un ahorro anual de 30.000 euros; y otras 1.300 bombillas en los edificios municipales que han reducido el gasto de cada ejercicio en 38.000 euros. Las instalaciones municipales, además, se nutren con energía fotovoltaica y ahorran 35.000 euros anuales con dicha medida.

Y aún hay más. Una circular interna del Ayuntamiento fechada el 15 de julio ya ordenaba a los empleados públicos que adoptasen medidas para la "racionalización del gasto energético". Entre ellas, ajustar las persianas y estores en función de la luz solar; apagar todos los equipos informáticos al acabar la jornada y mantener los despachos vacíos con las persianas echadas, la luz apagada y las puertas cerradas.

El regidor adelantó durante su comparecencia pública que "en el futuro, si fuera necesario, tendremos que seguir tomando medidas de reducción", pero "en principio creo que con las que hemos adoptado son más que suficientes". El tiempo dirá si es el aviso de una 'rebelión' al estilo Ayuso, quien ya ha dicho que no piensa apagar las luces de Madrid.

En el caso de la Junta, en el ESAUM hace tiempo que se tomaron medidas para evitar que hubiera gasto energético en el edificio por las tardes, edificio que no cuenta con una gran iluminacion exterior al margen de la que sale por las cristaleras.

Los comercios piden sensatez

El sector comercial también estudia con detalle cada palabra del Real Decreto, porque la nueva legislación obligará a apagar los escaparates a las 22:00 horas. Consideran que la iluminación "es el primer punto de contacto visual que tiene un comercio y que nos ayuda a atraer a clientes a nuestro punto de venta", además de iluminar, aunque sea indirectamente, las calles de Salamanca. Los comerciantes afirman que son conscientes de que el ahorro de energía es "prioritario", pero consideran que el Gobierno debería impulsar medidas "sensatas para los comercios y efectivas para lograr realmente la eficiencia y el ahorro energético".

El alcalde de Salamanca también tuvo palabras ayer para este gremio: "las primeras reacciones del comercio y el transporte no son nada favorables. Comprendemos las dificultades y queremos colaborar, siempre que se pongan en común. No se puede con un decreto y de un día para otro. Hay que hablarlo con mucha gente, con hostelería, comercio, empresas... no parece que las medidas estén siendo muy bien recibidas y se puede apreciar cuánto descontento hay en todos los ámbitos por la forma de comunicarlas y de disponerlas".

Adiós al 'fresquito' de las tiendas

Algo parecido ocurre con la climatización. Hace años que los comercios, desde los minoristas a los grandes del textil, decidieron autorregularse en materia de aire acondicionado y calefacción, pero es más que probable que tengan que hacerlo de nuevo y subir unos grados la temperatura. En las tiendas de las grandes marcas en calle Toro y Zamora el aire acondicionado rondaba este martes los 25 grados, una isla de 'fresquito' en plena ola de calor. Muchas tienen también puertas que se cierran automáticamente y evitan el despilfarro de enfriar una tienda mientras entra el calor de la calle, pero en el caso de los comercios pequeños no es habitual: la inversión necesaria no hace gracia.

En cuanto a edificios municipales, la consigna en el Ayuntamiento es mantener el aire acondicionado entre 22 y 25 grados y evitar todo tipo de 'fugas' de frío: se recomienda bajar estores, cerrar puertas y, por supuesto, apagar el aire acondicionado si se abren ventanas. Con todo, parece que habrá que subir un par de grados el mínimo del aire acondicionado para cumplir. En muchos despachos y dependencias municipales, como los de los grupos políticos, la sensación no es de abuso del aire acondicionado y en lugares como el salón de recepciones suelen hacer 'calorcito'.

En el caso de la Junta, fuentes de las subdelegación indican que esperan instrucciones por parte de la administración regional, que no parece que se vaya a oponer. Y aclaran que centros como el ESAUM cumpirán las medidas decretadas. En este edificio ya existe una regulación sobre la climatización, que tendrá que adaptarse (ronda los 25 grados de aire acondicionado).