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Un paseo por la vida de Luis Ayllón antes y durante su llegada a Salamanca: "Los jugadores demandan trabajo"

En profundidad y sin mirar el reloj de por medio. Tras irse y volver de Bajadoz para ver a su próximo rival, Luis Ayllón habla de su llegada a Unionistas y valora nombres propios de la plantilla. ¿Se quedará un año más? ¿Opina en la renovación de jugadores? ¿Cuánta presión tiene? ¿Ha sentido confianza en tu trabajo tanto por parte de la directiva como de los jugadores? 

 

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Un paseo por la vida de Luis Ayllón antes y durante su llegada a Salamanca: "Los jugadores demandan trabajo"
Lectura estimada: 6 min.

Equipo nuevo, ciudad nueva y compañeros de trabajo nuevos. Luis Ayllón llegó a Salamanca después de estar casi un año sin equipo, comenzó la temporada sin dirigir y en el mes de marzo tomó las riendas de un equipo, Unionistas, que acumulaba cuatro derrotas consecutivas y caía en la tabla después de estar la mayor parte de ella entre los cinco primeros. Con el fin de cambiar la mala racha y de ganar en ambición, según puntualizaba Toni García, director deportivo, en la rueda de prensa de su presentación, llegó, se podría decir, con cierta presión y un contexto desfavorable. Sin embargo, para llegar al presente más inmediato, en el que Ayllón afirma "quiere centrarse", hacemos un recorrido por su pasado hasta llegar a un club de Primera RFEF y lo que espera del mismo en el futuro. De momento, ya ha cambiado algo, implementar las reuniones de cuerpo técnico y cita a los jugadores por la tarde para visualización de aspectos específicos. 

 

¿Cómo es para un entrenador estar sin equipo? ¿Hasta qué punto te afecta mentalmente? "He pasado por muchas etapasMe fui del Navalcarnero por iniciativa propia, pero previamente sufrí un despido en el Conquense después de subir con el equipo y estar bien en Segunda B. Fue en la primera jornada en la que entramos en descenso. Con respecto a mi última experiencia, es cierto que soy yo el que lo decide y que dentro de una situación cómoda, porque al final estaba en Madrid junto a mi familia, decido marcharme porque necesitaba un cambio de aires. Quería cerrar una etapa bien y sin tener nada detrás. Es cierto que me llegan cosas, pero de muy lejos y no quería irme solo. No es fácil compatibilizarlo cuando tienes una familia y yo le doy mucha importancia. Eso sí, yo me hice a la idea de que ya no entraba esta temporada. Así, he tenido momentos de estar resignado, de ver muchísimo fútbol los fines de semana y, sinceramente, de no pasarlo nada bien". 

 

Al final, la vida del entrenador está sujeta a una continua incertidumbre: "Siempre y muchas veces eso te lleva a preguntarte si realmente te compensa, pero es como una droga, una adicción. Es muy difícil renunciar a ello a pesar de que tienes más momentos negativos que positivos, pero los positivos compensan todo lo malo que te ha pasado. Solo el conseguir la victoria... yo frente al Zamora me quité un peso de encima muy grande"

 

¿Pesaba mucho la mochila que traías? "Podría decirse que me quité contra el Zamora la mochila que yo traía no la que me hayan puesto. Creo que el que más presión se está metiendo soy yo. No noto una presión externa. Somos entrenadores, no somos magos. Claro que me hubiese gustado ganar frente al Valladolid Promesas, pero es una semana de cambios y hay que tenerlo en cuenta. Me he encontrado, eso sí, un grupo muy receptivo. Los jugadores demandan trabajo. Quieren crecer y progresar. A día de hoy he visto todos los partidos del equipo y es cierto que se estaba convirtiendo en un equipo muy previsible. Y si eres previsible en segundas vueltas... mal. No digo que sea mejor o peor, pero desde mi punto de vista no es bueno, porque los rivales te conocen y te cuesta más ganar los partidos. Creo en el trabajo a medio y a largo plazo", responde. 

 

 

Las expectactivas, ¿han superado la realidad de Unionistas? "Uno de los problemas del fútbol es la inmediatez. Al final, se habla de expectativas, pero el fútbol es presente. En el fútbol se vive de las expectativas, pero muchas veces te atropella la realidad y por eso me centro en el trabajo diario. Soy una persona que cree en los procesos de trabajo y disfruto mucho del día a día y del entrenamiento. De hecho, en un entrenamiento disfruto igual o más que en un partido. Eso sí, no debemos confundir ambición y expectativas. Se ha de tener ambición dentro de las posibilidades. ¿Se puede crecer? ¿Se puede mejorar? Sí. Unionistas tiene el gen de querer crecer respaldado del mayor activo del club que es su gente". 

 

Y continúa: "En el Navalcarnero tenía mejores instalaciones que aquí y mejores recursos materiales. Pero Unionistas tiene algo mejor. Aquí el día a día te lo facilita la gente, no los elementos, sino los recursos humanos. Creo que sonb rutales y no he visto ni me he encontrado con esta situación, el ver tanta gente volcada con el equipo. Llevo cuatro semanas y todavía estoy conociendo gente. Sobre eso un club puede crecer y lo creo de verdad. Al final, somos personas y nos gusta que nos atiendan y estén atentos. Cuando alguien te está dando todo lo que tiene... las limitaciones en cuanto a infraestructuras o económicas son más pequeñas y con ello tienen mucho que ganar. Es un club muy humano". 

 

¿Y se puede crecer como club humano dentro de un mundo futbolístico deshumanizado? "Bueno, te hace ser diferente, aunque no te asegure el éxito. El éxito tampoco te lo asegura el dinero. No por tener mucho dinero te vas a acercar más a tus objetivos. Las cosas cuestan y por eso lo de la magia, yo no puedo llegar y que de repente el equipo juegue de una manera determinada, hay que trabajar", advierte. 

 

¿Y cómo quiere jugar Luis Ayllón? "Para cambiar falta tiempo de entrenamiento. Sé que el equipo tiene ciertas virtudes y no he inventado nada, lo que trataré es darle herramientas a los jugadores para que puedan contar con otros registros, pero sobre lo que somos nosotros fuertes. Creo que lo primero que había que cambiar era la cabeza. El equipo ha sacado muchos puntos, pero venía de una mala racha. Las malas dinámicas son más en creer en lo que haces que en el propio fútbol. Nuestro trabajo se ha centrado mucho en el mensaje". 

 

Me encantaría que esta historia tuviese continuidad

 

¿Llegas con 'letra pequeña' para un año más? "Llego con pretensión de presente, de esta temporada. He venido solo sin nadie de mi confianza y es lo que veo, la inmediatez de los resultados, de generar ilusión y de hacerlo bien. ¿Me gustaría? Claro. Me encantaría que esta historia tuviese continuidad. Estoy disfrutando, estoy contento, hago lo que más me gustado y soy un privilegiado. Me han acogido muy bien y por eso me gustaría que esto continuase. Eso sí, pasa por generar un estímulo que se note en este último tramo de temporada". 

 

¿Formas parte de las renovaciones? ¿Opinas de cara a la próxima temporada? "Es importante. Creo en los equipos de trabajo y en la comunicación entre la dirección deportiva, la secretaría técnica y el cuerpo técnico. Es clave. El entrenador y el director deportivo deben marcar unas directrices o unos perfiles de jugadores que se quieren y son secretaría técnica y la dirección deportiva las que manejan esos jugadores. Siempre he trabajado así con Toni. Al final, las decisiones se toman en consenso no unilateralmente. Tienes que construir y ser profesional, independientemente de si vas a seguir o no. Trabajas para sacar el máxmo rendimiento y creo que el trabajo del director deportivo y el entrenador se deben complementar. Cuando no casan, nomalmente la cosa no acaba bien. Siempre con los roles bien marcador", explica. 

 

Siendo así, ¿has sentido confianza en tu trabajo tanto por parte de la directiva como de los jugadores? "Sí, mucha. Lo primero que hice antes del primer entrenamiento fue hablar con los cinco capitanes. Estuvimos hablando durante una hora, simplemente para conocer a las personas con las que iba a trabajar, incluso antes de que mi cuerpo técnico me diese información sobre la plantilla. Quería conocerlos como son. Es gestión de personas, trabajamos con personas y no se nos puede olvidar. Todos los días les preguntó individualmente cómo están, hay muchos condicionantes y es importante hacer la vista gorda cuando hay que hacerla o apretar a quien haya que apretar", señala. 

 

¿Te ha sorprendido algún jugador en concreto? "Uno en concreto no, pero te puedo decir muchos. Quizás uno de los que más me haya sorprendido es Pitu y no lo he utilizado, me parece muy buen futbolista. Edu Cortina, igual. Jorge Mier me parece un chico con la cabeza muy bien amueblada y muy perseverante. Hay sido internacional... tiene cultural del trabajo, del esfuerzo y del respeto, aunque no estén siendo justos con él y eso no es fácil. El futbolista ha de respetar la decisión del entrenador, porque así estará respetando al resto de su equipo". 

 

¿Qué opinas del cuerpo técnico? "El cuerpo técnico ya estaba aquí y, a partir de ahí, he tenido que conocerles. Me parecen muy buenos profesionales y me están facilitando todo. A nivel personal voy generando un vínculo. Esto es trabajo en equipo y generar confianza. He necesitado tiempo para delegar funciones y quiero que todos se sientan importantes dentro de su trabajo. Todos tienen que tener su espacio y su hueco, sus responsabilidades. También mantenemos mucho contacto con Garcy, es el nexo de unión con la cantera, es alguien de club", cuenta. 

 

Para terminar, ¿Unionistas va a jugar el play off? "Por supuesto. Esta es la pregunta más fácil de toda la entrevista. Y por qué no se va a poder subir". 

 

Pues nada, con esto acabamos. 

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