“La manada es la fuerza del lobo”, como escribió Rudyard Kipling para ‘El Rey de la Selva’, y ya desde la temporada pasada Roberto Íñiguez comenzó a tatuar esa idea a fuego en la piel de Perfumerías Avenida. Más de uno en Salamanca reconocía a su llegada el bagaje de Íñiguez como entrenador pero le ponía en cuarentena seguramente influidos por su pasado en Valencia y Girona y por ese carácter que le aleja de ese entrenador ‘coleguita’ que además se conforma con todo y nunca eleva la voz o pone en tela de juicio no sólo lo ajeno sino también aquello que directamente incumbe y puede hacer mejorar a su propio club.

El tiempo y su trabajo, creo, han despejado dudas porque Íñiguez, con ese carácter inconformista, crítico y ganador, ha conseguido hacer crecer a Avenida en aspectos más allá de lo que queda en unas vitrinas y también ha logrado inculcar esa identidad de manada en las suyas. Lo logró la temporada pasada y si cabe aun más en esta donde solo la fuerza del grupo explica que a estas alturas estén donde están.

Históricamente, y sobre todo en este siglo XXI, Perfumerías Avenida ha sido grande y ha peleado por todo, y hasta ganado mucho con diferentes apuestas. La de ahora se centra en el grupo. Hay mucho talento, jugadoras que serían referencia en muchos otros equipos pero la fuerza de este Avenida reside en que tienen claro que la manada son todas por encima de ausencias -con siete jugadoras muchos partidos- y sólo con esa fuerza de grupo se explica que sea uno de los cuatro equipos que disputarán la 'Final Four' y que se volviera a meter en la final de la Copa de la Reina después de más de un mes de visicitudes que seguramente habrían hecho naufragar a muchos otros. 

Una vez en la final la exigencia propia de este club y ese espíritu de grupo luchador sólo daba por bueno alcanzar el título siendo conscientes de que enfrente se situaba un enemigo como Spar Girona en este momento más fuerte, en plenitud en todos sus flancos y con menos desgaste en los duelos coperos anteriores. 

Los dos se conocen de sobra y los dos equipos eran conscientes de una entrada despistada al partido podía ser determinante así que si algo hubo en la primera puesta a punto fue intensidad y concentración, con duelos directos en los que saltaban chispas. Ahí estaba el cara a cara entre Hof y Reisengorova, capitalizando los puntos, o el tremendo choque entre Silvia Domíguez y Eldebrink tras una gran acción de la capitana.

Girona, lo hemos dicho, llegaba menos desgastado a la cita y ninguna de sus jugadoras había alcanzado los 50 minutos disputados entre los dos encuentros anteriores y por eso mantener la intensidad en la entrada de la segunda unidad era importante. Respondía bien Avenida con sus cambios ante los que realizaba Julbe y cinco puntos firmados por Vilaró y Leo Rodríguez permitían irse arriba al final del primer cuarto 22-21. 

La manada es toda una pero siempre necesita de una líder que la conduzca y esa es, sin duda, Silvia Domínguez que se ponía al frente de las suyas para tomar la responsabilidad en tres buenas acciones consecutivas con las que Avenida rompía un poco la igualdad hasta entonces imperante situando un 30-24 que obligaba a Julbe a pedir tiempo muerto. Más cerradas las del equipo catalán, metiendo más físico, ante las penetraciones de Avenida que le hacían daño resolvían bien dos defensas y sumaban un parcial favorable que cerraba con un triple Onyenwere para poner por delante a las suyas 32-33.

Un partido de alto nivel con un Perfumerías Avenida que pese a no sumar más que un acierto triple en todo el primer tiempo por los cuatro de su rival sostenía el pulso con un altísimo nivel defensivo cubriendo líneas de pase al interior, con Hof haciéndose grande, y encontrando puntos de Copper en sus particulares penetraciones. Volvía a echar mano Julbe de Onyenwere, a la vez que trataba de romper el ritmo defensivo de Avenida con sus habituales protestas. No evitaba que Avenida se fuera arriba al descanso, 43-39, tras la canasta previo rebote ofensivo de Leo Rodríguez.

Endurecía su juego Girona en la reanudación, respondía con un triple Silvia Domínguez y en la siguiente acción Burke se llevaba por delante a Samuelson aunque al final la falta era para Avenida ante las protestas de todos mientras Julbe se dedicaba a pedir técnica  para Íñiguez y uno de los árbitros caía en la petición.

Se caldeaba y mucho la final en la que la figura de Emese Hof seguía creciendo aunque la ventaja de Avenida se mantenía exigua con cuatro minutos para el final del tercer cuarto porque pudo ir a más pero faltó que entraran varios tiros libres, 53-50. Pegaba un pequeño estirón con dos puntos de Copper y otros dos de Fasoula tras una tremenda asistencia de la capitana y ahí Julbe volvía a parar el partido porque más allá de los puntos era el trabajo en grupo de la manada atrás el que empezaba a determinar el choque Si olían sangre había que intentar morder más y anotaba el triple Karlie Samuelson que sumaba dos más para el 65-52 con el que finalizaba el tercer pacial. 

El aro desde larga distancia se le había cerrado a Girona y Avenida cerraba bien el rebote como otra de las claves que le permitían mandar en el marcador aunque aun no era tiempo de mirar al reloj porque quedaba mucho por delante. Había que intentar no errar ni desajustarse atrás, ante el previsible esfuerzo defensivo del rival, y de evitar esos errores como avisaba Eldebrink con un triple. 

Jugar con oficio, igualar al menos lo que hiciera Girona en intensidad y acierto y manejar los tiempos. Íñiguez daba minutos de respiro a sus piezas clave, le pedía rebote a Hof, tranquilidad a Copper, metía a sus dos bases en pista y así se entraba en los últimos tres minutos, ocho arriba. Aun mucho por remar con Girona apretando al límite ya sin nada que perder y robando un balón que le permitía ponerse a seis y hacía temblar las piernas a Avenida que erraba, y después a tres con el triple de Eldebrink. Karlie Samuelson respondía también desde 6,75. Y desde ahí volvía a sumar Burke para entrar tres arriba en el último minuto y medio. Dos tiros libres y una gran defensa para entrar en el último minuto 73-69.

Probablemente cuando más cosas ha tenido en contra, contra el rival más fuerte con el que se ha enfrentado en tiempo, con muchos deseando que cediera, cuando se había visto que en los partidos precedentes que el desgaste ya es mucho... cuando todo eran condicionantes la manada se sobrepuso y triunfo porque van todas a una, porque cuando más negro se pone, cuando cae la nieve y sopla el viento blanco, el lobo solitario muere pero la manada sobrevive.