Es la hora de apretar los dientes, la oportunidad de romper la barrera que las aragonesas han impuesto en los últimos dos años
El Guijuelo, el rigor de las desdichas, se queda sin clavos a los que agarrarse
Una final bajo la nieve deja casi sepultado al Guijuelo que no se adaptó a las condiciones como sí consiguió hacer un Coruxo firme atrás y que aprovechó los errores de los de Jorqués (0-2).
Lo decíamos hace unos días y es una máxima que parece perseguir al Club Deportivo Guijuelo esta temporada: Si algo va mal siempre es susceptible de empeorar y al equipo del Municipal parece que todas las hadas se le han puesto en contra porque en cada partido parece enfrentarse a nuevos condicionantes que le dificultan la ya de por si complicada misión en la que está inmerso. Cada semana se le van escurriendo de entre las manos esos clavos a los que quiere pretende agarrarse para escalar desde el pozo en el que se encuentra y cuando no son goles en el último minuto, son expulsiones o son bajas o, como ante el Coruxo, se presenta la nieve para convertirse en un nuevo factor en contra.
El conjunto del Municipal regresaba a casa, donde no perdía desde noviembre de 2019, después de varios partidos consecutivos sin fortuna a domicilio para medirse a un Coruxo que es un claro rival directo. A ninguno le valía pensar en un empate como resultado factible y sobre el papel, y pese a las bajas, se podía pensar en un Guijuelo que saliera a dominar y llevar la iniciativa del duelo tanto por sus características como por ejercer de local ante una parroquía que volvía a tener las puertas del Luis Ramos abiertas. Pero se presentó la nieve y cambió el boceto de partido que se esperaba.
Un manto blanco cubría el césped a la hora de comenzar el encuentro, con zonas realmente encharcadas e incluso con dificultades para distinguir las líneas del límite de campo y áreas. Un panorama que convertía lo de jugar por abajo en un objetivo irreal. En cualquier acción lo más fácil era ver salir el balón rechazado o tocado de manera defectuosa, en cualquier envío se quedaba a medio camino así que el duelo se presentaba más propicio a aprovechar cualquier error que a poder sacar provecho de las propias virtudes.
La primera idea de uno y otro pasaba por alejar el balón de área propia y después intentar 'cualquier cosa'. En el caso del Club Deportivo Guijuelo que mantenía algo más la posesión que su rival el intento pasó por varios disparos lejanos que o bien atrapaba sin dificultad el portero o se iban arriba desviados. Tampoco a balón parado podía sacar rédito el equipo salmantino que no acaban de verse cómodos sobre el terreno de juego.
Enfrente el Coruxo lo tenía claro. No cometer un error e intentar aprovechar algún desajuste en el sistema defensivo del Guijuelo en alguna contro. También buscar alguna segunda jugada y lo cierto es que les pudo salir bien de no aparecer un Salcedo que cada jornada que pasa deja más en evidencia lo extraño de no haber tenido equipo hasta el mercado de invierno. El portero del Guijuelo evitó dos goles justo antes del descanso, el primero en un disparo a bocajarro y el segundo en un mano a mano.
En un partido tan molesto para cualquier jugador estaban más cómodos los del Coruxo y pese al intento del Guijuelo por salir tras la reanudación con una intención más mordiente, no fue capaz y es que se le hacía difícil llegar incluso a la zona de peligro.
Y mientras el Coruxo a lo mismo, a esperar una contra o un error y encontró ambas cosas. Primero, en el minuto 55, Aaron llegó libre a la frontal acompañado por dos compañeros y con disparo franco al no poder frenar los centrales en el intento de despeje. La enganchó mal y se le marchó arriba pero llegó la jugada clave en un balón suelto en el área que nadie del Guijuelo fue capaz de despejar ante un Rivera que se quedaba solo en la esquina del área pequeña y desde allí buscando el segundo palo batió a Salcedo.
Golpe seco y casi mortal aunque quedaban minutos por delante para intentar variar algo pero ni el ánimo ni los argumentos están a favor del Guijuelo que, de hecho, languideció hasta un final que todavía fue más sangrante con el segundo tanto del Coruxo.
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