El Club Deportivo Guijuelo ha vivido muchos meses seguidos sumido en la tensión de verse en una situación delicada, en puestos de descenso o demasiado cerca. Una presión ante la que inicialmente no encontraban soluciones pero que después consiguieron revertir para convertirla en la gasolina que le permitió sumar una tremenda racha de resultados positivos que tuvieron su culmen con la victoria sobre el Racing de Santander y la confirmación de la salvación. 

Como quien alcanza una cima después de un gran esfuerzo y al llegar arriba suelta la tensión mirando el paisaje, el Guijuelo salió a verlas venir en la Nueva Balastera frente a un rival, el Palencia, que se jugaba la poca vida que le resta en la categoría. 

La necesidad del equipo local le impulsó desde el minuto uno y además se encontró con las facilidades que daba un Guijuelo deshubicado en el campo y sin encontrar fórmulas para tener el balón con criterio. Se vio así desde el inicio y poco había que achacar a las posibles rotaciones porque aunque había caras nuevas, Fabregat tocó el once menos de lo que se esperaba. 

Una de las novedades llegaba en la portería con la inclusión de Carlos Morales que vio como el Palencia llegó con peligro hacia su portería muy pronto. A los cuatro minutos detuvo un cabezazo de Diego y a los siete vio como un balón enviado por Rodri se iba al larguero. Con más empuje que juego, de hecho buscando la portería de la manera más directa posible, el Palencia empezaba a merecer más mientras el Guijuelo apenas si se acercaba a la frontal y registraba como única ocasión en 25 minutos un disparo desviadísimo de Dimas. 

La inercia del encuentro llevaba hacia el tanto local y finalmetne llegó en una acción en la que Chuchi aprovechó un pase atrás para sorprender entrandoen el área y disparar ajustado al palo. El 'chut' no iba fuerte y Morales dio la impresión de poder despejar pero quiso blocar y no pudo retener el esférico que acabó en el fondo de la portería. 

El gol no varió la dinámica del duelo que incluso empeoró porque el Palencia bajó la intensidad sin que el Guijuelo encontrara su punto de aceleración. Apenas una llegada al área hasta el descanso, con disparo de Juliá que detuvo fácil el portero, y la impresión de buscar ese respiro como agua de mayo para ver si había alguna solución al pobre encuentro. 

Durante el descanso se conoció que la victoria del Boiro mandaba al Palencia directamente a Tercera, algo que podía pesar en el partido y, de hecho lo hizo porque a los dos minutos llegó el tanto del empate del Guijuelo. Ni siquiera tuvo que trenzar una jugada el equipo verdiblanco porque en un balón dividido apareció Antonio Pino para fabricárselo, chutar, marcar y sumar el número 16 en su cuenta particular.

El partido se ponía todavía más favorable para el Guijuelo con la expulsión de Gallardo que vio roja directa por agresión sobre Raúl Ruiz. Con un rival 'tocado' por el descenso, con el gol recién marcado y con Fabregat valorando cambios para aprovechar con hombres veloces los espacios, todo apuntaba al tanto visitante pero no estaba el equipo en un día especialmente lúcido y lo que se encontró fue el tanto en contra. Una acción rápida del Palencia con Adrián rompiendo en velocidad para dejar el balón perfecto para que Torres encarara en el área y chutara cruzado superando a Morales. 

Ni 11 contra 11, ni 11 contra 10, ni 11 contra 9. El Guijuelo no se encontraba ni cuando el Palencia se quedaba con nueve futbolistas por expulsión ahora de Acoidan después de ver su segunda amarilla. Llegadas aisladas, sin ninguna continuidad y ningún peligro a excepción de un toque de Luque se marchó a la madera. Ahí murió el partido para un Guijuelo que pasó de muchas semanas jugando a todas las revoluciones que daba a hacerlo en punto muerto y ahí se le fue el último objetivo.