El movimiento de la España Vaciada ha puesto de nuevo sobre la mesa una situación que no es nueva en el cómputo general del país, pero que no por ello es menos importante. Existen numerosas zonas de España que sufren la lacra de la despoblación, y la provincia de Salamanca es una de ellas. Basta con echar un vistazo a los datos de población en el tiempo para darse cuenta de que hay pueblos que pueden llegar a 'morir' en un plazo de tiempo no muy extenso.

Así, y según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), 81 pueblos tienen menos de 101 habitantes, mientras que la mayor cifra de municipios se encuentra entre 101 y 500 habitantes, con 228 localidades. 24 municipios cuenta con entre 501 y 1.000 habitantes; 14 con entre 1.001 y 2.000; tres con entre 2.001 y 3.000; dos con entre 3.001 y 5.000; seis con entre 5.001 y 10.000; tres con entre 10.001 y 20.000; y la capital, con más de 100.000 habitantes. Ésa es la realidad, a día de hoy, de una provincia que pierde población a borbotones.

No en vano, Salamanca cuenta con menos habitantes en la actualidad que en el año 1978. Tal es así, que el número de habitantes que estaba censado en la provincias en 1978 ascendía a 370.230, mientras que a fecha de 1 de enero de 2018, la cifra se ha desplomado hasta los 333.714 ciudadanos salmantinos.

Otro dato que ratifica esta alarmante situación se refiere a que el 89% de los municipios de Salamanca ha perdido población entre los años 2011 y 2018. 

Con estas perspectivas y datos en la mano, solo 37 localidades de la provincia ganaron habitantes (todas las del alfoz, incluidas), mientras que 324 sufrieron un claro deterioro en estas cifras, y solo un municipio mantuvo el padrón intacto; se trata de Navalmoral de Béjar, con 60 ciudadanos empadronados. 

La pérdida poblacional resultante entre 2011 y 2018, de 21.513 habitantes, supone una media de 66 ciudadanos por cada uno de los 324 municipios que ha visto cómo los números rojos siguen instalados en su lista 'negra', que solo tacha en lugar de sumar. 

LA CIUDAD, POR EL MISMO MAL CAMINO

Algo parecido ocurre con la situación de la capital salmantina, que desde el año 2000 no ha hecho otra cosa que perder habitantes y apenas presenta síntomas de recuperación, más bien todo lo contrario.

Así las cosas, la ciudad contabilizaba en el año 2000 158.556 habitantes, para bajar hasta los 155.740 del año 2008 o los 143.978 de 2018, lo que supone un descenso del 10%, con 14.578 habitantes menos, para continuar con la tendencia del resto de la provincia.

'TOP 15' DE MUNICIPIOS CON MENOS POBLACIÓN:

- VILLASDARDO: 23 habitantes

- CILLEROS DE LA BASTIDA: 25 habitantes

- LA BASTIDA: 26 habitantes

- ESPADAÑA: 34 habitantes

- IRUELOS: 34 habitantes

- AHIGAL DE VILLARINO: 34 habitantes

- LA HOYA: 37 habitantes

- GEJUELO DEL BARRO: 38 habitantes

- PUEBLA DE SAN MEDEL: 38 habitantes

- PERALEJOS DE ARRIBA: 39 habitantes

- SANCHÓN DE LA SAGRADA: 39 habitantes

- CASTRAZ: 42 habitantes

- VILLARMUERTO: 43 habitantes

- TREMEDAL DE TORMES: 43 habitantes

- LA SIERPE: 44 habitantes