El nuevo diseño del autobús de línea deja sin parada a 346 pueblos de Castilla y León pero el Gobierno garantiza que habrá servicio

El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana ha empezado a trasladar al territorio el encaje de la nueva ordenación del bus interurbano, las líneas de transporte regular de viajeros que dan servicio a 25 millones de personas y que, a día de hoy, están organizadas bajo un sistema obsoleto con concesiones con décadas, muchas de ellas con contratos caducados o recurridos en los juzgados. El reto es poner orden en este servicio vital para las comunicaciones por carretera, pero en su despliegue se adivinan puntos complicados. El principal, la atención a la denominada 'España vaciada' de la que Castilla y León es uno de los grandes exponentes por su dispersión, baja población y elevado número de municipios.

El plan del ministerio consiste en desplegar un nuevo modelo con 22 corredores principales a partir de los cuales se organicen 510 rutas, ahora mismo son 966 rutas en 79 contratos, y por el camino se van a perder rutas y también paradas. La explicación es que a este mapa estatal hay que sumar los mapas autonómicos, ya que las comunidades tienen las competencias de transporte y muchas, también la Junta de Castilla y León, están diseñando sus propios mapas de transporte para atender los trayectos interprovinciales y dentro de la comunidad. Su primer gran reto va a ser compensar la pérdida de paradas.

Según ha explicado esta mañana la secretaria general de Transportes, María José Rallo, en un encuentro con medios de comunicación en el que ha estado presente TRIBUNA Grupo, de los 1.912 municipios que tienen ahora mismo una parada de autobús de línea se pasa a 495. Es una merma importante, tres de cada cuatro la pierden. En el caso de Castilla y León, y a pregunta de este medio, son 346 los municipios que en el mapa actual del autobús de línea tienen parada y van a dejar de tenerla.

El ministerio reconoce que un 11% de la población que hasta ahora se veía atendida va a dejar de tener esa parada en el mapa nacional, pero según el Gobierno eso no significa que vayan a dejar de tener opción de transporte. En primer lugar, este mapa estatal se complementará con el mapa regional que tendrá que cubrir la demanda dentro de cada comunidad y dentro de las provincias con su propia oferta de líneas y servicios.

Ahora mismo sólo el 20% de la demanda cubierta con el diseño de las líneas estatales corresponde con tráficos interautonómicos, que son los que entran en la competencia estatal, lo que concuerda con el recorte de paradas. Serán las autonomías las que asuman buena parte de estas paradas en municipios que ahora desaparecen del nuevo mapa que es exclusivamente estatal.

Según la secretaria general de Transportes, María José Rallo, "no se va a dejar sin servicio a ninguna población" que ahora tuviera una parada porque "se trata de poner más servicios, no menos". "En ningún caso se va a desatender a nadie", ha remarcado porque "estamos en contra de la reducción de servicios en la España vaciada", ha dicho. Se trabaja en cooperación con las autonomías para que "ningún habitante de ningún municipio que hoy tenga un bus no tenga un servicio de movilidad, a lo mejor, un coche compartido".

Transporte a la demanda

La idea del ministerio, que es la que maneja también la Junta, es aprovechar el modelo de transporte a la demanda que ya se está usando en Castilla y León para atender los municipios con menos viajeros al año.

Según el esquema ministerial, las cabeceras de corredor o línea tienen asegurada parada, igual que los grandes municipios y aquellos que den acceso a una estación de tren, aeropuerto o bus, para dotar al sistema de intermodalidad. Esto está garantizado por la ley de movilidad, pero también se incluirían municipios con más de 500 usuarios al año o con má de 2.000 si son de un alfoz. Para las paradas de menos de 500 viajeros al año quedaría el sistema de servicio a la demanda con diferentes fórmulas: utilizando el bus escolar, por ejemplo, o en coche compartido.