El "infierno real de destrucción, muerte y finalmente oscuridad" que vivió la provincia de Valencia el 29 de octubre de 2024, cuando las inundaciones por la dana dejaron 224 fallecidos, tres desaparecidos y cientos de miles de afectados, cumple cuatro meses este sábado, con la investigación judicial sobre la gestión de la catástrofe avanzando, relata EFE.

Mientras en el ámbito judicial se va escribiendo el relato de lo que ocurrió ese día y sus repercusiones, en el político administraciones y partidos se enfrentan por imponer el suyo, y en el social las víctimas se están organizando en asociaciones y protagonizarán este sábado la quinta manifestación contra el president de la Generalitat, Carlos Mazón.

El relato judicial

La titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 3 de Catarroja (Valencia) -quien ha plasmado en un auto esa descripción del "infierno" vivido hace 122 días- capitanea junto a un equipo de cinco fiscales una investigación a la que se va a dedicar en exclusiva, focalizada en los delitos de homicidio y lesiones imprudentes.

La "palmaria ausencia de avisos" a la población o el "errado" contenido del mensaje masivo "notablemente tardío" enviado el día de la dana a las 20:11 horas -cuando según el sumario ya se habían producido la mayoría de las muertes- son algunas afirmaciones de la instructora en sus autos, en los que sostiene que el "abrumador" número de muertes era evitable.

La jueza de esta causa, en la que se han personado partidos, sindicatos y asociaciones, ha tomado ya declaración a 60 testigos familiares de los fallecidos y ha afirmado también que la competencia de Protección Civil "es autonómica" y que es en ese ámbito donde se produjo "la inactividad".

Su requerimiento a la Generalitat de aclarar si Mazón estuvo en el Centro de Coordinación de Emergencias (Cecopi) cuando se decidió el envío del mensaje alerta -ese que el presidente de la Diputación habría dicho que se mandara "de una puta vez"-, ha permitido conocer casi cuatro meses después que el president no llegó a ese centro, según ha afirmado, hasta las 20:28 horas.

El relato político

Este último dato desvelado por Mazón ha elevado el tono del cruce de reproches políticos sobre lo que ocurrió el día de la dana y dónde estuvo cada responsable, en los que el president ha sido acusado de mentir y este ha acusado al Gobierno de Pedro Sánchez de hacer de la dana un "tablero de juego político" para debilitarle.

El argumentario del president, a quien en cada sesión de control en Les Corts socialistas y Compromís le exigen la dimisión y recibe en actos públicos abucheos y gritos de 'Mazón dimisión', insiste en responsabilizar a las agencias estatales: la previsión de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) "falló" y la Confederación Hidrográfica del Júcar "no avisó" de una riada "casi bíblica".

La delegada del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Pilar Bernabé, ha acusado a Mazón de intentar "reescribir la historia", ahora para pasar de la defensa política a la defensa judicial; ha preguntado qué hizo la Generalitat desde que la Aemet activó la alerta roja a las 7:30 horas, y ha criticado que la quieran "arrastrar al fango" cuando todos deberían estar centrados en la reconstrucción.

En Les Corts, la izquierda sigue esperando que la Generalitat les entregue la lista de llamadas, la geolocalización y los trayectos del coche oficial de Mazón el día de la dana, así como la factura de su comida, mientras que la comisión de investigación no cuenta aún con plan de trabajo.

El relato social

Las inundaciones causaron una destrucción valorada en 17.000 millones de euros pero hay un daño imposible de reparar: la muerte de 227 personas si se suma a los tres desaparecidos a los que se sigue buscando, cuyas familias vivieron un horror que se refleja en el sumario judicial. Sin olvidar, además, que dos operarios murieron en las tareas de limpieza.

Las demoliciones de casas a las que el empuje del agua dejó inhabitables han comenzado ya; los últimos garajes con lodo se están acabando de vaciar; la mayoría de las campas que acumularon 120.000 coches destruidos han sido vaciadas y hay obras en las calles, de las que se retiraron 800.000 toneladas de enseres.

Los damnificados se están organizando en asociaciones, como la de Damnificados de la Dana de l'Horta Sud o la de Víctimas Dana 29 de octubre, que aún no han sido recibidas por la Generalitat, mientras siguen con los trámites para recibir ayudas y en los municipios que permanecen en el nivel 2 de emergencia todavía huele a humedad en sus calles, publica EFE.