Juan Manuel Corchado mantiene un encuentro en el Rectorado con el teniente coronel Óscar Javier Nogués
Ocho siglos de historia y ocho reportajes para repasar la trayectoria de una institución académica pionera en el mundo hispano y europeo
En plena Edad Media, cuando la mayoría de la población era analfabeta en una sociedad agraria y rural, Salamanca se convirtió en pionera y en el origen del conocimiento universal en España. Su estudio y su pasión por las escuelas universitarias la convirtió en centro neurálgico para estudiantes y profesores, la mayoría de ellos procedentes del mundo del clero, que era el colectivo que podía presumir de saber leer y escribir. Tanto es así que ya hay constancia de la presencia de escuelas catedralicias en Salamanca en el siglo XII, origen y germen de las posteriores escuelas universitarias.
Todo ello hasta llegar a 1218, cuando el rey leonés Alfonso IX decidió fundar en Salamanca su Estudio General bajo el nombre de ‘Studii Salmantini’. Y es que por aquel entonces Salamanca era una ciudad con una posición estratégica y con infraestructuras tanto de culto como para la acogida de estudiantes, hechos que, sin duda, facilitaban la llegada de intelectuales. Sin embargo, apenas nada se conoce de su fundación y de sus primeros años de existencia, cuando era un gremio de estudiantes y profesores.
Cuenta la leyenda que Alfonso IX fundó el Estudio salmantino para evitar que los leoneses tuvieran que ir a estudiar a Castilla, que contaba con un Estudio en Palencia, pero lo cierto es que tras la posterior unificación de ambos reino, el de Salamanca cobraría protagonismo para convertirse en el centro de estudios del reino.
Y es que el Estudio salmantino, desde sus inicios, contó con el apoyo de los poderes políticos y religiosos a través de la figura del Papa. Tanto es así, que pocos años después de su fundación, sería el rey Alfonso X el Sabio quien en 1252 y a través de una cédula real le concedió convertirse en universidad, siendo la primera institución educativa europea en conseguir ese título. También sería Alfonso X el que el 8 de mayo de 1254 le concedió su estatuto a través de la Carta Magna del Studium, una carta en la que reconoce el Fuero Universitario, establece alquileres baratos para los estudiantes, crea cargos como bibliotecario, librero, boticario o maestro de órgano y fijaba una dotación económica anual para la universidad procedente de la Hacienda Real. También sería el momento en el que se crea la biblioteca, lo que convertía a la Universidad de Salamanca de nuevo en pionera, ya que sería la primera biblioteca pública del Estado y la primera biblioteca universitaria de Europa. Una biblioteca que hasta los años 50 del pasado siglo XX sería la única con la que contaba la Universidad.
El espaldarazo definitivo a la reciente universidad llegaría en 1255 cuando el papa Alejandro IV emitió la bula ‘Dignum Arbitrarum’ con la que le concede a la Universidad la Licentia Ubique Docenti, es decir, la validez universal de sus títulos a excepción de Bolonia y París, restricción que no se suprimiría hasta 1333. Además, le concedió el privilegio de tener sello propio, lo que en la práctica suponía el reconocimiento por parte de la Santa Sede. No obstante, fueron muchos los reyes que le concedieron privilegios en distintos años. En 1243 Fernando III eliminó los impuestos para los productos que los estudiantes trajesen o llevasen de Salamanca y, posteriormente, Sancho IV en 1282 y Fernando IV en 1300 también le concedieron nuevos privilegios.
En sus inicios, la Universidad contaba con once cátedras de derecho canónico y civil, medicina, lógica, gramática y música y las clases se impartían en latín, que por aquel entonces era la lengua más utilizada en Europa. Contaba con apenas varios centenares de estudiantes, todos varones, procedentes de puntos como la Meseta Norte, Asturias, Galicia e, incluso, Portugal. Unas clases que se impartían en el Claustro de la Catedral Vieja, en la iglesia de San Benito y en casas que el Estudio alquilaba al Cabildo.
Unos primeros pasos con los que la Universidad de Salamanca comenzada su historia de ocho siglos y que supusieron el germen del conocimiento universal en Salamanca, en España y en Europa. Después, esta institución académica ha sufrido altibajos, pero ha sabido reponerse hasta llegar a la actualidad y celebrar su VIII Centenario como centro de referencia.
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La petición se presentó el pasado 3 de diciembre y actualmente ya cuenta con 700 adhesiones
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