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Matilla de los Caños del Río estrena nueva depuradora con tecnología sostenible
La Junta y la Diputación invierten más de medio millón de euros en una EDAR que ya está en funcionamiento y cumple con los estándares europeos
La nueva estación depuradora de aguas residuales (EDAR) de Matilla de los Caños del Río es ya una realidad tras la finalización de las obras impulsadas por la Junta de Castilla y León y la Diputación de Salamanca. Con una inversión total de 575.689 euros, la instalación ya ha entrado en fase de explotación y forma parte del plan autonómico de 'cero aguas sin depurar'. La financiación ha sido compartida entre la Junta (40%), la Diputación (40%) y el Ayuntamiento (20%).
La antigua depuradora estaba obsoleta, lo que provocaba vertidos sin tratamiento adecuado al arroyo de Arganza. La nueva EDAR corrige esta situación, mejorando el estado medioambiental del cauce y asegurando el cumplimiento de las normativas europeas, estatales y autonómicas en materia de saneamiento.
La tecnología implementada, basada en biopelícula con biodiscos (CBR), ofrece una solución eficiente y sostenible gracias a su bajo consumo energético, escaso impacto visual y automatización total, que permite el control remoto de la instalación. El sistema incluye, además, pretratamiento mecánico, decantación, tratamiento biológico, medición de caudal, gestión de fangos, integración de paneles solares, edificio de control y todas las conexiones necesarias a redes básicas.
Diseñada para una capacidad de 1.150 habitantes equivalentes, la infraestructura tiene una vida útil prevista de 25 años. La operación y mantenimiento de la planta corre a cargo de la Sociedad Pública de Infraestructuras y Medio Ambiente de Castilla y León (SOMACYL).
Además de la depuradora, el proyecto ha incluido las obras complementarias necesarias para su correcto funcionamiento: conexión a la red de saneamiento, acometidas eléctrica y de agua potable, urbanización del entorno e instalación de paneles fotovoltaicos para reducir el gasto energético.
La Junta de Castilla y León mantiene activa su estrategia de depuración de aguas residuales en pequeños núcleos de población, a través de los programas 0-500 y 500-2.000 habitantes equivalentes. Esta iniciativa, impulsada en colaboración con diputaciones y ayuntamientos, tiene como objetivo garantizar el tratamiento de aguas en localidades de menos de 2.000 habitantes equivalentes.
Desde la firma en octubre de 2020 del Protocolo General de Actuación entre la Junta y las nueve diputaciones provinciales, se han puesto en marcha 217 depuradoras dentro de este programa, con una inversión total de 140 millones de euros. La ejecución y gestión a largo plazo corresponde a SOMACYL.