La cruz bajo techo y el sepulcro detenido: la lluvia interrumpe el Viernes Santo de la Vera Cruz

El templo se abrirá a partir de las 18.00 horas para la contemplación de los pasos

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Acto del Descendimiento en el interior de la Vera Cruz (Fotos: Arai Santana)
Tamara Navarro
Tamara Navarro
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El cielo de Salamanca amaneció incierto este Viernes Santo, y con el paso de las horas, las dudas se convirtieron en certeza: la lluvia terminó por trastocar uno de los días más emblemáticos de la Semana Santa charra.

Pese a todo, el acto del Descendimiento, uno de los más antiguos y sobrecogedores de cuantos se celebran en la ciudad, pudo realizarse en el interior de la iglesia de la Vera Cruz, ante la mirada contenida de cofrades y devotos.

Previsto originalmente en el Humilladero del Parque de San Francisco, el Descendimiento tuvo que trasladarse al interior del templo, donde, como en siglos pasados, la escena se desarrolló con la solemnidad de lo íntimo y lo verdaderoLos cofrades sin capirote, en gesto de respeto, participaron en el descenso de la imagen articulada de Cristo de Nuestro Bien —obra de Pedro Hernández datada en 1615—, mientras las voces del Coro de la Vera Cruz acompañaban la escena con hondura litúrgica.

 

 

Allí, bajo las bóvedas góticas, se vivió un momento de recogimiento auténtico, donde el tiempo pareció detenerse. Pero cuando se acercaba la hora prevista para el inicio de la procesión del Santo Entierro, la esperanza cedió ante la evidencia. A pesar de los esfuerzos y la espera paciente, la organización comunicó oficialmente la suspensión del desfile procesional, priorizando la conservación del patrimonio artístico y la seguridad de los participantes.

La decisión, difícil pero comprensible, fue acogida con respeto por los fieles, que ya comenzaban a concentrarse en los alrededores de la iglesia. La lluvia, constante y persistente, impidió que las históricas imágenes de la cofradía salieran a recorrer las calles, privando a la ciudad de escenas que año tras año marcan el pulso devocional del Viernes Santo salmantino.

 

 

Pasos como 'Los Azotes', 'La Caña', 'Jesús con la Cruz a Cuestas', 'La Caída', el Calvario y el Santo Sepulcro —en cuyo interior reposa el Cristo descendido minutos antes— quedaron en el interior del templo, bajo la luz tamizada y el silencio contenido.

A las puertas de la Vera Cruz, algunos cofrades permanecieron aún unos minutos, inmóviles bajo los paraguas, como quien vela un sueño que no pudo cumplirse. La emoción no se evaporó con la lluvia: se quedó allí, entre la piedra húmeda y la cera que no llegó a arder, esperando otro año, otro Viernes Santo, en el que las calles puedan volver a ser testigo de la Pasión.

La iglesia permanecerá abierta a partir de las 18.00 horas, para que todos los fieles y visitantes puedan contemplar los pasos preparados para la procesión y vivir, aunque sea desde la quietud, el profundo mensaje del Santo Entierro.

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