Unionistas de Salamanca se juega mucho más que tres puntos este Viernes Santo. A partir de las 20:30 horas, el Reina Sofía acoge un duelo de máxima tensión frente al Arenteiro en el que los del equipo salmantino están obligados a reaccionar.

No hay margen para el error. La derrota en Tarragona fue la tercera consecutiva y la permanencia empieza a complicarse de manera notable si no se cambia de rumbo. Acciari afronta su primer partido en casa como técnico del equipo, y el ambiente será el de las grandes ocasiones: la afición lo sabe, el vestuario también. Ganar es la única consigna.

La situación es delicada. Unionistas ha caído en una espiral negativa en la segunda vuelta que lo ha llevado al borde del precipicio. El margen con los puestos de descenso es mínimo, y las cuentas son claras: sumando siete puntos en las jornadas restantes, la salvación parece viable. Pero para ello, es imprescindible hacerse fuerte en casa. Y es que el Reina Sofía, tradicional bastión del equipo, debe recuperar esa condición en esta recta final.

El choque llega con novedades en lo deportivo. Aitor Pascual sigue de baja, pero Acciari podrá contar nuevamente con Vergés, Arriba y Tur, tras cumplir sanción, además de la entrada en la convocatoria de Imanol Baz. En la previa además dejó claro que habrá novedades en el once y los tres primeros apuntan al once y es posible que incluso Baz, si físicamente le llega, también regrese.

Una plantilla que necesita reencontrarse con la victoria, pero que cuenta con el respaldo incondicional de su gente. Ya lo demostraron el Jueves Santo en el entrenamiento, con una presencia masiva en las gradas y un mensaje claro: Unionistas nunca se rinde.

Enfrente estará un Arenteiro que tampoco llega en su mejor momento: solo tres puntos de los últimos veintiuno, dudas en su once por la posible baja de Tarsi, aunque recuperan efectivos como Diori, David Ferreiro, Simón y Adrián Cruz. Pero la urgencia aprieta más del lado local. El duelo es de ser o no ser estará dirigido por el colegiado Juan Manuel Gordillo Escamilla. 

Este viernes, Unionistas se enfrenta no solo a un rival directo, sino a su propio destino.