La Pasión se vive en Salamanca: tres procesiones recorren la ciudad en el Jueves Santo

Las hermandades del Vía Crucis, Cristo de la Agonía y Cristo del Amor y de la Paz recorren los emblemáticos rincones de Salamanca en una jornada de recogimiento y devoción

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La Pasión se vive en Salamanca: tres procesiones recorren la ciudad en el Jueves Santo
El Cristo del Amor y de la Paz cruza el Puente Romano (Fotos: Arai Santana)
Tamara Navarro
Tamara Navarro
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El Jueves Santo en Salamanca es una de las jornadas más solemnes y significativas de la Semana Santa, cargada de devoción, fervor y un profundo sentido espiritual. Las calles de la ciudad se convierten en un escenario único, donde la historia, el arte y la religiosidad se fusionan para rendir homenaje a la Pasión de Cristo. En este día, tres hermandades realizan sus procesiones por la ciudad, cada una con su propio recorrido, pasos y tradiciones que reflejan la esencia del catolicismo salmantino.

 

Hermandad de Nuestro Padre Jesús del Vía Crucis

La jornada comienza a las 17.15 horas con la salida de la Hermandad de Nuestro Padre Jesús del Vía Crucis, desde la S.I.B. Catedral Nueva. Esta cofradía tiene un marcado carácter penitencial y su recorrido está impregnado de un simbolismo profundo. El paso de Nuestro Padre Jesús del Vía Crucis, una obra de Antonio Malmierca Zúñiga (2007), representa el sufrimiento de Cristo en su camino hacia el Calvario. Acompañado por la Agrupación Musical Virgen de la Vega y los tambores de la hermandad, el paso avanza por las calles de Salamanca, haciendo una parada especial en el Hospital de la Santísima Trinidad para rezar por los enfermos, una particularidad única de esta hermandad. Además, la cofradía recupera en este 2025 la Cruz pintada con la imagen de Cristo, que no pudo verse en la calle en 2024 debido a la suspensión de las procesiones. A lo largo de su recorrido, que incluye plazas emblemáticas como la Plaza de San Isidro y la Plaza del Corrillo, se vive un ambiente de profunda reflexión, mientras los hermanos visten sus hábitos de nazarenos y los pasos se hacen presentes en la quietud de la tarde.

 

Seráfica Hermandad de Nazarenos del Santísimo Cristo de la Agonía

A las 20.00 horas, la Seráfica Hermandad de Nazarenos del Santísimo Cristo de la Agonía inicia su procesión desde el Convento de las Úrsulas. Esta cofradía, que data del siglo XVI, rinde culto a uno de los pasos más emblemáticos de Salamanca: el Santísimo Cristo de la Agonía, obra de Damián Villar (1960), que es acompañado por otros pasos igualmente significativos, como El Prendimiento (1948), Jesús ante Pilatos (1948), y la Virgen Dolorosa (1939). Este año, se celebra la vuelta del paso Nuestro Padre Jesús ante Pilatos a salir a hombros, con una nueva escenografía que incorpora columnas, una muestra más de la evolución de las cofradías salmantinas. El acompañamiento musical corre a cargo de diversas bandas, como la Agrupación Musical María Santísima de la Estrella y la Banda de las Tres Caídas (Toro), quienes dotan a la procesión de una atmósfera solemne y cargada de emoción. Durante su recorrido, que atraviesa lugares de gran relevancia histórica y cultural como la Plaza de Monterrey, la Plaza de San Isidro, y la fachada de la Universidad, la hermandad realiza una parada en el atrio de la Catedral para el acto penitencial, un momento de recogimiento que marca uno de los puntos culminantes de la jornada.

 

Hermandad del Cristo del Amor y de la Paz

La última procesión de la noche, la Hermandad del Cristo del Amor y de la Paz, sale a las 20.30 horas de la Iglesia Nueva del Arrabal. Esta cofradía es conocida por su profundo sentido de paz y reconciliación, y su paso principal, el Cristo del Amor y de la Paz (anónimo, siglo XVII), es una representación de la misericordia divina. La imagen de María Nuestra Madre, de Hipólito Pérez Calvo (1987), acompaña al Cristo en su camino por las calles de Salamanca, mientras los hermanos, vestidos con hábitos monacales y a cara descubierta, simbolizan la humildad y la devoción. La hermandad se distingue por la suelta de palomas por la paz en el atrio de la Catedral, un acto de esperanza y fraternidad.

El recorrido es extenso y abarca algunos de los lugares más emblemáticos de la ciudad, como el Puente Romano, la Plaza de Anaya y la Rúa Mayor. La procesión se prolonga hasta la madrugada, convirtiéndose en una de las más largas de la jornada. A lo largo de su itinerario, la hermandad es acompañada por la Sección Musical del Cristo Yacente y la Banda de Música de Villamayor, quienes suman sus notas al recogimiento de la noche salmantina.

El Jueves Santo en Salamanca es, sin duda, un día de gran devoción y recogimiento, donde las hermandades nos invitan a reflexionar sobre los últimos momentos de la vida de Cristo. A través de las imágenes, los pasos y la música, los salmantinos mantienen viva una tradición que se remonta a siglos atrás, pero que sigue siendo tan viva y actual como en sus primeros años. Las procesiones de este día no solo son un acto litúrgico, sino también una manifestación cultural de una ciudad que conserva sus raíces religiosas mientras se adapta a los tiempos modernos.

Cada paso que avanza por las calles de Salamanca es un testimonio de fe, de sacrificio y de esperanza, un recordatorio de que la Pasión de Cristo sigue viva en el corazón de los creyentes y en el alma de la ciudad.

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