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Salen a la luz detalles inéditos sobre la momificación natural y las condiciones de salud de Santa Teresa de Jesús

Un rostro que desafía al tiempo, dolencias como artrosis, cifosis en un análisis forense sin precedentes cuyas conclusiones iniciales se han hecho públicas

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Salen a la luz detalles inéditos sobre la momificación natural y las condiciones de salud de Santa Teresa de Jesús
La urna donde se encontraban los restos de Santa Teresa analizados
Teresa Sánchez
Teresa Sánchez
Lectura estimada: 4 min.

Un equipo médico-científico internacional ha llevado a cabo un exhaustivo reconocimiento canónico de los restos mortales de Santa Teresa de Jesús (1515-1582), por encargo de la Postulación General de los Carmelitas Descalzos. El estudio que ya ha sido entregado, ha confirmado un hecho sorprendente: sus restos se encuentran en un estado de conservación extraordinario, sin haber pasado por un proceso de momificación artificial.

El análisis, dirigido por el profesor Luigi Capasso y cuya síntesis ya ha sido entregada a la Orden, ha permitido estudiar varias reliquias de la Santa conservadas en distintos lugares: el cuerpo en la Basílica de la Anunciación de Nuestra Señora del Carmen en Alba de Tormes, la mano izquierda en el Convento de la Merced en Ronda (Málaga) y el pie derecho en la iglesia de Santa Maria della Scala en Roma. "Todas las reliquias examinadas están momificadas y en un estado absolutamente excepcional. La piel intacta, los tejidos subcutáneos y las masas musculares bien conservadas nos hablan de un fenómeno de preservación natural sorprendente", señala el informe.

Un rostro que desafía al tiempo

Uno de los hallazgos más impactantes es la conservación del rostro de la Santa. "El estado de perfecta conservación de los tejidos blandos de la cara es realmente extraordinario: se conserva el cuero cabelludo con rastros de pelo castaño, el pabellón auricular izquierdo, el ojo derecho con párpados e incluso el iris de color oscuro", detalla el informe.

También se han conservado "todos los tejidos blandos de la pirámide nasal, incluidas las fosas nasales y los cartílagos nasales".

El equipo destaca que, a pesar del paso de los siglos, la fisonomía de la Santa sigue siendo reconocible. "Su musculatura facial relajada transmite una sensación de serenidad, como si hubiera afrontado el momento de la muerte con paz", describe el estudio.

Las dolencias de la Santa: artrosis, cifosis y dificultades para caminar

Más allá del asombroso estado de conservación, el análisis ha revelado importantes detalles sobre la salud de Santa Teresa de Jesús. Se ha determinado que medía aproximadamente 156,8 cm de altura y que sufría diversas afecciones óseas. "El tejido óseo de las vértebras muestra cierto grado de osteopenia, asociado a una morfología alterada típica de la osteoporosis senil", señala el informe.

Uno de los aspectos más llamativos es la grave cifosis cervical y dorsal que presentaba, lo que hacía que su cuello y tronco estuvieran inclinados hacia adelante. "Esta conformación le daba una apariencia encorvada y le obligaba a una posición supina incómoda, con la cabeza inclinada hacia abajo incluso al estar acostada", explican los expertos.

Además, la Santa padecía una artrosis avanzada en ambas rodillas, especialmente en la izquierda, donde el cartílago articular estaba completamente desgastado. "El desgaste era tan severo que había contacto directo entre el fémur y la tibia, con grandes formaciones óseas llamadas osteofitos", detalla el estudio. También se identificaron espolones calcáneos en ambos pies, que podrían haberle causado dolor al caminar.

El informe sugiere que estas afecciones óseas y musculares habrían dificultado su movilidad y su capacidad para arrodillarse, un gesto esencial en su vida religiosa. "La asimetría en la artritis de las rodillas y la infección del dedo gordo del pie derecho probablemente hicieron que cojease al caminar", concluye el documento.

Un análisis forense sin precedentes

Los estudios también han permitido reconstruir el perfil dental de la Santa, revelando un estado bucal extremadamente deteriorado. "Solo se han conservado tres dientes, todos con un desgaste severo y evidentes depósitos de sarro. El segundo molar superior izquierdo muestra una caries perforante", especifica el informe. Además, las radiografías han mostrado signos de edentulismo avanzado, es decir, la pérdida de la mayoría de sus piezas dentales en vida.

El equipo también ha identificado una lesión en el brazo derecho vinculada a una actividad repetitiva: "La patología del punto de inserción del músculo flexor profundo de los dedos sugiere una entesopatía por sobrecarga, compatible con la frecuente acción de escribir", lo que indicaría el esfuerzo físico que requería su prolífica labor literaria.

Reconstrucción facial y análisis de ADN en curso

Como parte de la investigación, se ha llevado a cabo una reconstrucción anatómica del rostro de la Santa en el Victorian Institute of Forensic Medicine de Australia, aplicando metodologías forenses avanzadas utilizadas en Estados Unidos y Reino Unido.

Además, se están realizando estudios genéticos en la Universidad de Chieti y Pescara (Italia), que podrían arrojar luz sobre posibles enfermedades hereditarias. "El objetivo es documentar los rasgos genéticos de sus afecciones, especialmente las cardíacas, de cuya presencia parece haber indicios históricos", explican los investigadores.

Los resultados finales del estudio serán publicados en los próximos meses en una publicación científica internacional, marcando un hito en la investigación de reliquias religiosas y ofreciendo una visión inédita sobre la vida y la salud de una de las figuras más emblemáticas del misticismo cristiano.

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