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El proyecto del centro de inmigrantes de Puente Ladrillo incendia el pleno municipal de Salamanca
Una moción pidiendo "la cancelación del centro" desencadena acusaciones de racismo, aporofobia e insolidaridad, con la socialista María García marchándose del pleno
La incertidumbre generada en el barrio de Puente Ladrillo con el anuncio de la posible apertura de un centro de acogida de inmigrantes se ha trasladado al pleno municipal con un punto más de enconamiento entre partidos y graves acusaciones cruzadas.
La edil no adscrita María Carpio presentó una moción para solicitar "la cancelación del centro de inmigrantes en Puente Ladrillo por su impacto negativo en la seguridad, la economía y la estabilidad social de Salamanca". La concejala argumentó que el proyecto "no cuenta con la opinión de los vecinos ni con un plan" de cómo afectará a Salamanca "pese a las consecuencias directas sobre la seguridad, la economía y los servicios públicos, afectando no sólo a Puente Ladrillo, sino al conjunto de la ciudad". Según Carpio "Salamanca no está preparada para esto".
"El tiempo dará y quitará razones. Salamanca es más tolerante que algunos de sus representantes"
La réplica del Grupo Socialista se centró en criticar los mensajes "que rozan el racismo y la xenofobia" vertidos durante las últimas semanas. Su portavoz, José Luis Mateos, atribuyó las críticas políticas y el contenido de la moción a la "aporofobia" u hostilidad al pobre. "Decimos que vienen a delinquir. ¿Eso es humano, es cristiano? ¿Decimos que somos una ciudad hospitalaria sólo si el color de piel nos convence?". Según Mateos, la difusión de "bulos y desinformación" por parte de "responsables del PP" ha contribuido a generar "alarmismo" y a promover finalmente la presentación de la moción. El portavoz socialista reclamó "un poco más de empatía" y rechazó una propuesta que "criminaliza a las personas. El tiempo dará y quitará razones. Salamanca es más tolerante que algunos de sus representantes".
"Los salmantinos merecen respeto y no engaños ni desprecios. Es una inversión no solicitada y que ha causado inquietud"
El Grupo Popular, que también rechazó la moción de Carpio, prefirió centrarse en atacar la "opacidad del Gobierno". El debate "no es cuestión de racismo" sino de "mentiras" porque "el Gobierno tenía claro a qué se iba a dedicar el edificio". Los vecinos "se han visto ignorados y engañados" y el Ejecutivo ha pecado de "desleal" por no reunirse ni con el Consistorio ni con la Junta. "Es lo mínimo, poner en conocimiento de las administraciones implicadas, para ver la conveniencia y hablar con el barrio. Los salmantinos merecen respeto y no engaños ni desprecios. Es una inversión no solicitada y que ha causado inquietud". Según la edil de Familia, Miryam Rodríguez, "no es responsable usar este tema de forma demagógica y populista, con datos que no sabemos de dónde saca", en alusión a las cifras de Carpio sobre criminalidad.
"Es fácil hablar de solidaridad cuando los que pagan las consecuencias son otros"
Durante el segundo turno de palabra, María Carpio insistió en que "Salamanca no es inmune" a los efectos de la apertura de un centro para casi 450 personas. "Los efectos serán los mismos" que en otras ciudades, en los que se han notado "cierres de negocios, huidas de clientes" y, según Carpio, repuntes de inseguridad. "Se está imponiendo un problema a Salamanca. ¿Han puesto algun centro en el barrio de Salamanca de Madrid, en el centro de Valladolid, de Barcelona... siempre en los barrios humildes y de gente trabajadora. Es fácil hablar de solidaridad cuando los que pagan las consecuencias son otros. Queremos seguridad y que la voz de los vecinos sea escuchada".
"No se puede utilizar un pleno para desestabilizar un barrio y decir mentiras y barbaridades"
Tras estas palabras, y antes de la votación, la concejala socialista María García abandonó el pleno mascullando "qué vergüenza". La edil intervino finalmente en el turno de ruegos y preguntas, antes de levantar la sesión, pidiendo que se dejase de "meter mierda y meter bulos" en el barrio. "A nadie he oído decir que quiera vender un piso porque vaya un centro de inmigrantes. Se han dicho barbaridades. No se puede utilizar un pleno para desestabilizar un barrio y decir mentiras y barbaridades y enfrentar al barrio. Cuidado, que tenemos una responsabilidad".
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