El EDITE de la Guardia Civil colabora en el caso de la muerte del joven de Ciudad Rodrigo

El Equipo de Investigación Tecnológica (EDITE) de la Guardia Civil de Salamanca está colaborando en la investigación que más de un mes después intenta resolver el caso de Álvaro Pérez, el joven hallado muerto con signos de violencia el 24 de enero en una finca de Ciudad Rodrigo.

Así lo ha indicado este jueves el jefe del EDITE, el sargento primero Roberto Fernández Muñoz, durante unas jornadas sobre ciberseguridad impartidas por la Guardia Civil en la Universidad Pontificia de Salamanca (UPSA).

"El EDITE no sólo persigue ciberdelitos, sino que apoya en otras investigaciones, analizamos datos informáticos de mil historias, como por ejemplo el caso de un compañero suyo, en el que también estamos activos, estudiante del grado superior de informática en Salamanca, que ayer habría cumplido 21 años", ha dicho el sargento primero durante su alocución ante un auditorio lleno de estudiantes de ingeniería informática y administración y dirección de empresas tecnológicas.

La unidad de Policía Judicial de la Guardia Civil está trabajando "en su totalidad" y "con todos sus recursos" en la resolución de este caso que ha conmocionado a Ciudad Rodrigo, según explicó hace una semana el delegado del Gobierno en Castilla y León, Nicanor Sen, quien indicó que también se han sumado unidades de apoyo de la Unidad Central Operativa (UCO).

Sen apeló al secreto de sumario para justificar que no haya trascendido más información oficial que la que él mismo dio el 27 de febrero cuando anunció que la autopsia del joven reveló que tenía "marcas en el cuello" de posible origen violento, sin precisar más.

Fuentes de la investigación consultadas por EFE han remitido asimismo al secreto de las actuaciones, decretado para no entorpecer la investigación, y han confirmado que por el momento no se ha hecho ninguna detención, aunque sí ha habido registros, como el de la vivienda del titular de la finca donde apareció muerto el joven.

Álvaro Pérez salió de casa en la mañana del viernes 24 de enero y no regresó, lo que generó inquietud en su familia y amigos, quienes finalmente lo encontraron en torno a las seis de la tarde debajo de una alpaca de paja en una finca, lo que inicialmente apuntó a la posibilidad de que pudiera tratarse de un accidente, relata EFE.