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Lumbrales, punto de encuentro para nuevas vidas: "Estás viviendo en una rueda de hámster y quieres salir"

Un servicio de fisioterapia, un camping que reabre cerca de diez años después o una futura lavandería son algunas de las buenas nuevas con las que despiden el 2024

Manel Pacho
Manel Pacho
Lectura estimada: 7 min.

El olor a leña crepitando en la chimenea, el frío que se mete en el cuerpo a pesar de las capas de ropa que uno se ponga o la necesidad de entrar en algún bar a pedir un café para entrar en calor son algunas de las estampas más habituales cuando uno llega en invierno a Lumbrales. La subcomarca de Abadengo es tierra de conexión entre Portugal y Salamanca y también, como ocurre especialmente con el oeste de nuestro país, tierra marcada por los jóvenes que hacen la maleta para buscar un nuevo destino lejos de casa en busca de un futuro más próspero.

Marcados estos meses por el frío, las calles de Lumbrales siguen destilando vida. La tendencia demográfica negativa tiene desde hace meses un enemigo difícil de batir en cuanto a tesón: el grupo Poblando Lumbrales. El nombre lo dice todo. Formado por vecinos de la zona, esta organización cuenta con Javier González como uno de sus rostros visibles. Tras un intento fallido de concejalía contra la Despoblación, Lumbrales aparece en las búsquedas de internet como uno de esos lugares donde alguien que busca un cambio radical de vida puede encontrar su nuevo punto de asentamiento. Forma parte del proyecto 'Hola Pueblo' y gracias a ello diferentes personas han deshecho sus maletas en este rincón de la provincia salmantina para quedarse a vivir y emprender una nueva etapa vital y profesional.

Con el instituto de referencia en la zona, Lumbrales se erige como un punto de resistencia ante el oscuro destino que muchos tienen en mente para el medio rural salmantino. Pese a ello, el temor está justificado. De los 1.771 habitantes censados en 2013, en 2023 la cifra pasó a ser de 1.517. Una bajada de más de 200 personas que, en muchos casos, fueron historias de familias separadas porque los más jóvenes decidieron optar por seguir estudiando o buscar un trabajo lejos de casa.

"Hemos tratado con bastantes familias y el problema ha estado en no encontrar una solución habitacional"

Ante esta situación aparece el trabajo de Javier González. Decidido a demostrar que este lugar puede ser el destino para muchas personas en edad de trabajar, González no ha dejado de trabajar junto a otros vecinos en su tiempo libre para mostrar las posibilidades de esta región. Javier González o Tomás Castro son dos de esos vecinos de Lumbrales de toda la vida que hacen de nexo con los interesados en explorar la vía de poder asentarse en este pueblo charro. Tarea que ha dado ya bastantes alegrías. Eso sí, en el propio terreno hay un problema: la escasez de vivienda. "Hemos tratado con bastantes familias y el problema ha estado en no encontrar una solución habitacional". Esa frase de González resuena a la hora de pasear por el campo salmantino. Viviendas vacías pero desaparecidas de los portales de alquiler.

Esto no ha apagado el espíritu de Poblando Lumbrales. En busca de lograr ponerlo en el mapa, el trabajo no ha cesado en ningún momento y en los últimos meses han llegado nuevos vecinos. Una familia desde el País Vasco, una pareja chilena que decidió dejar Barcelona por Lumbrales o matrimonios de Colombia han optado por hacer de este pueblo su nuevo hogar. En este caso las maletas se han deshecho para guardar la ropa en los armarios, para decorar los pisos o empezar a escribir una nueva página vital con Lumbrales como escenario.

"Los pueblos alrededor también tienen mucho potencial"

González y Castro han visto sus esquemas rotos en múltiples ocasiones. Si durante décadas se ha vendido el mantra de abandonar la provincia para buscar mejores oportunidades en zonas como la costa mediterránea, ha sido desde allí de donde han recibido mensajes de personas interesadas en hacer el camino inverso. "Tienes esa idea de que es un lugar ideal para irte de vacaciones, para pasártelo bien y piensas 'qué lugar más chulo' y resulta que te muestran que ellos están cansados de vivir allí, que buscan algo diferente y se interesan por Lumbrales", matiza Javier. "Los pueblos alrededor también tienen mucho potencial", incide Tomás Castro, poniendo el foco en el lugar estratégico en el que se ubican, con la dehesa charra al este y las Arribes del Duero al oeste.

El trabajo ha dado su fruto y se ha materializado en casos como el de Joaquín Lizama. Este chileno de 30 años llegó desde su país a Barcelona y hace desde septiembre decidió asentarse en Lumbrales. Cuatro meses en los que ha puesto en marcha un servicio de fisioterapia junto a su pareja, Janine Cornejo, de 31 años. Dos profesionales sanitarios que, a la espera de acondicionar un local, atienden en su vivienda a los vecinos con su proyecto 'Vitalu'.

Lizama apostó por abandonar la ciudad condal y poner rumbo a un lugar pequeño por, entre otros motivos, un pasado marcado en Chile por trabajar en "un servicio de rehabilitación rural". Los pueblos siempre han formado parte de la vida de esta pareja chilena y por ello optaron por buscar uno en España. Al final se decidieron por Lumbrales por "la oportunidad que nos da a vivir en un lugar como Lumbrales con la calidad de vida que tiene, más conectado con la naturaleza". No obstante, el gran foco de su búsqueda estaba puesto en encontrar un lugar donde su trabajo pudiera tener un fuerte interés entre los vecinos, algo que han encontrado desde el primer momento.

Joaquín y Janine contactaron con Javier y las conversaciones fueron uno de los puntos fuertes de la presentación para Lumbrales. "El punto de inflexión para tomar la decisión de venir a Lumbrales fue la información que nos entregó Javier del lugar, la ayuda, la orientación que tuvimos", tras esta conversación este joven chileno aprovechó sus días de vacaciones para viajar desde Barcelona y conocer la que iba a ser su nueva casa y aventura con su pareja, un camino que han iniciado desde hace pocos meses y que los ha convertido en una de las nuevas parejas jóvenes de Lumbrales. Esas que irradian de optimismo a los más mayores.

Reabrir un camping una década después

Con la llegada de vecinos llega también la apertura de negocios. Este es el caso desde junio del Camping Arribes del Duero. Regentado por Eva Hernández y su marido, esta instalación tiene una nueva vida gracias a esta pareja que se instaló junto a sus hijos en agosto de 2023.

Aterrizados desde el interior de la provincia de Guipúzcoa, Eva Hernández y su marido encontraron el lugar que tanto ansiaban a más de 500 kilómetros de la que hasta ahora era su casa. "Queríamos ver un poquito más el sol y coincidió que buscábamos un camping o un negocio similar para trabajarlo y encontramos este que estaba en venta". Dicho y hecho. Al cartel de 'Se vende' llegó una llamada de estos vascos para reinaugurar un espacio que llevaba cerrado cerca de una década.

Llevaban dos años pasando las vacaciones en la provincia de Salamanca y decidieron dar el paso, arropados también por Javier González y un instituto que se volcó desde el primer instante para que los más pequeños de la casa se integrasen de la mejor manera posible. Pudiera parecer que este cambio sería duro para ellos, pero todo lo contrario. "Ellos buscaban también ese cambio, el estar en contacto con la naturaleza, les gustan mucho los animales y allí no podían tenerlo". Mismos intereses que se hicieron realidad gracias al camping.

Los vecinos de Lumbrales los acogieron con los brazos abiertos, recibiendo como un regalo caído del cielo que un nuevo negocio se pusiera en marcha en la comarca a pesar de ser un cambio de 180 grados. "Soy decoradora y mi marido se ha dedicado siempre al mantenimiento en empresas, o sea, ha sido un cambio de vida total".

La apuesta por un pueblo llega por una idea que Eva tiene muy clara: "Es simplemente el hecho de no tener que estar pensando como hacía antes de 'jo, quiero que llegue ya el fin de semana, quiero que lleguen las vacaciones' y siempre estar pensando que llegue el momento del descanso, te lleva a pensar que estás viviendo en una rueda de hámster y que quieres salir y parar". Es temporada baja, pero Eva y su marido están contentos y miran con optimismo a la llegada de la primera después de haber recibido a clientes hasta entrado noviembre.

"Por lo menos habrá un nuevo puesto de trabajo para uno, de momento"

Las calles de Lumbrales también esperan que pasen las semanas, aunque en este caso no haya que esperar a verano sino a finales de enero o comienzos de febrero para contar con una nueva lavandería. La propietaria no será otra que Raquel González, una joven de Lumbrales que tuvo que emprender en Salamanca y que ahora estará a dos bandas con negocios tanto en la capital como en su pueblo. Maribel García, madre de la misma, reconoce la importancia de que una nueva trapa se abra en la localidad. "Por lo menos habrá un nuevo puesto de trabajo para uno, de momento". Quizá en ciudades grandes pueda parecer algo habitual, pero en la comarca de Abadengo que estas situaciones se produzcan es algo que se celebra y, además, con especial entusiasmo.

Luchar contra el estigma es una tarea ardua y compleja, pero desde Poblando Lumbrales se han empeñado en demostrar que se puede plantar cara a la despoblación en el oeste salmantino. De momento, hay ejemplos claros que demuestran que Lumbrales sigue teniendo fuerza y que, por qué no, puede ser un lugar para emprender y optar a una vida en el medio rural. Al olor de la leña y el frío se une la esperanza de convertirse en tendencia y demostrar que el campo salmantino tiene mucho que decir.